7 mayo, 2024

Opinión

Filtros mentales: Polarización de la mente

Cuando niños nuestro cerebro –cuya característica fundamental será la plasticidad que mantendrá durante toda la vida- se encuentra expuesto a todos los estímulos posibles dentro del aprendizaje formal y/o informal. Virtualmente lo absorbemos todo y de una u otra forma desarrollamos temores, fobias, complejos, taras como también valores, virtudes, normas, buenas costumbres, etc. Lo cierto es que ningún niño nace “soberbio intelectualmente”, ni egocéntrico y peor racista –si hemos de hablar de filtros mentales-, y más bien, en la medida en que los vamos “educando” –sin querer queriendo- logramos en ellos y ellas aprendizajes que coadyuvan con las características genéticas propias de cada uno para formar un prototipo tal cual hoy vemos en el mundo –de los más variados matices-.

En el interesante libro “Inteligencia Social”, Daniel Goleman habla de últimos descubrimientos neurocientíficos que asocian los intercambios sociales con la “expresividad genética” que permiten desarrollar características de la personalidad para bien o para mal. Hoy he de ocuparme de un filtro tan común en nuestra “cultura” como negativo para la toma de decisiones correctas… “¡la polarización de la mente!”. Para hacerlo más entendible permítame algunas frases que escuchamos con frecuencia… “conmigo al pan pan y al vino vino”, “yo siempre digo lo que pienso te guste o no”, “recuerda que debes ponerlo todo en blanco y negro”.

Nuevo Ministerio: Mismo Misterio

“El genio solo puede respirar libremente en un ambiente de libertad”. – John Stuart Mill –

Hace unos días, el presidente Rafael Correa hizo el anuncio de la creación de un nuevo ministerio coordinador, el octavo, el Ministerio de Talento Humano y Conocimiento. Los objetivos de esta nueva cartera, al menos en propuesta, son sumamente positivos. Pero la verdad es que es completamente innecesaria la creación de un nuevo departamento del Estado. Creo que lo único que se va a conseguir es agrandar más el elefante y alejarnos del concepto de águila que es al que deberíamos apuntar al asignarle funciones al aparato administrativo de la nación, un Estado que sólo fiscalice, regule y apuntale, no uno que esté repleto de funcionarios públicos y de las trabas propias de la burocracia.

Un libro valiente

El Dr. Blasco Peñaherrera Padilla, uno de los analistas y pensadores más lúcidos del Ecuador actual, si no el más lúcido, ha publicado recientemente un pequeño pero muy interesante y claro libro, escrito con mucha valentía, titulado “Perú y Chile, Desde Las Cenizas”, analizando las dos “revoluciones” sufridas por dichos países vecinos y cercanos, las consecuencias que afrontaron y cómo lograron salir del abismo en que dichas sociedades cayeron, tanto en lo económico cuánto en lo político y social, incluyendo mucha violencia en ambos casos.

Oportunamente el autor cita un célebre discurso de no hace mucho tiempo, del Presidente Arias de Costa Rica, en el mencionaba que “… América Latina corre el riesgo de aumentar su insólita colección de generaciones perdidas…”. Leemos este libro y llegamos a la inevitable conclusión de que el Ecuador va rumbo a perder otra más, aparte de las que históricamente ya ha perdido y que son varias, lamentablemente.

Demagogia

Venezuela pierde mucho más que el Ecuador por subsidiar el consumo de combustibles y los convierte en los más baratos del mundo. “En comparación con el costo de producción, el subsidio es más de $1 500 millones”, respondió Rafael Ramírez, ministro de Energía y Petróleo, durante el programa dominical de televisión del presidente Chávez, transmitido desde el estado Vargas.

En Venezuela, el galón de gasolina cuesta menos de ocho centavos al cambio oficial o la mitad al tipo de cambio libre. Un tanque de 25 galones se llena con menos de $1.. Una botella de agua cuesta 30 veces y un café expreso 50 veces más. Un usuario puede dejar propina al que limpia el parabrisas más dinero del que paga por el combustible de su vehículo.

Bolivia, Venezuela y Ecuador

POSESIÓN DEL PRESIDENTE DE BOLIVIA EVO MORALES

Hacia donde vamos sería la pregunta. ¿Vamos por el mismo sendero y hacia un mismo puerto? El socialismo del siglo 21 no tiene una fórmula propuesta como sistema de gobierno. Tiene tan solo una meta común: destruir al sistema político imperfecto neocolonialista que implementamos durante dos siglos, cayéndonos y levantándonos constantemente. Ninguno de estos tres países citados por la ruta convencional democrática, sino que se sustentan en un líder imperecedero. No menciono a Nicaragua, porque no vale la pena analizar su caso debido a la poquedad del líder.

Evo y sus circunstancias, no harán a Bolivia otra cosa diferente a lo que siempre ha sido: una mayoría indígena que nunca dejará de serla, y tendrá que institucionalizar su forma de gobierno de alguna manera no inventada todavía. Las fórmulas occidentales no le calzan de ninguna manera. Si se occidentalizan, pierden. Si se conservan en su raigambre, el país podrá vivir tranquilo y contento, masticando la hoja de coca, pero no saldrá de sus falencias ni entrará en las modernidades. Sin salida al mar y buscando a tientas alguna manera de modernizar su esquema político inventado hace quinientos años. Hasta que eso suceda existencialmente, navegaran en submarinos dentro del Lago Titicaca buscando su vasija de barro. Ojala la encuentren. Mayoría manda y finalmente sólo un indígena podrá gobernar esa región que se llama bolivariana por puro contrasentido. Por eso tienen a Evo. La Evocracia es su destino. Nada se puede hacer al respecto.

Sobre el caso de los ex-empleados de Ecapag

“Aquel que simplemente es justo, es severo” – Voltaire –

Quiero empezar diciendo que Jaime Nebot, actual Alcalde de Guayaquil, no empezó este problema sino que lo heredó. Hablamos de 300 millones de dólares, según se lee en la prensa, que saldrían del bolsillo de todos los ecuatorianos. Es decir, el alcalde no está peleando por dinero suyo, sino por el de todos nosotros. Y si está peleando es porque cree tener la razón.

Por otro lado están los ex empleados de ECAPAG, quienes pelean porque también creen tener la razón y piensan que ese dinero no es de los ecuatorianos, sino de ellos. No podemos saber qué es lo realmente justo porque no conocemos a fondo este caso. Pero lo que sí sabemos es que hay mucho dinero en juego, y, por ende, todos queremos y merecemos estar enterados. El juez Wilson Luque no puede prohibir que la prensa esté presente en una audiencia tan importante. Las audiencias por principio son públicas y lo son más si hablamos de 300 millones que saldrían de fondos públicos. Además, por tratarse de una sesión a la que obviamente iban a asistir muchísimas personas y medios de comunicación, debió haber dispuesto que la misma se realice en un auditorio o en una sala mucho más grande (la tensión creada por la algarabía y muchedumbre contribuyeron a calentar los ánimos, o sea que podemos decir que la pelea tuvo como principal culpable la falta de planificación del mismo juez Luque).

El mundo está loco, loco, loco…

Fue una película del género humorístico dirigida por Stanley Kramer, estrenada en 1963. Marcó records de taquilla en el mundo, dicha película reunió a los mejores actores del género y fue nominada a seis premios Óscar.

Su trama es una carrera alocada de un automovilista, quien finalmente sobrepasa las barreras de contención y se despeña en su automóvil.

Sobrevive y mientras es asistido por los samaritanos deja entrever en sus monólogos delirantes, antes de fallecer, la existencia de un jugoso botín.

Al interpretar el mensaje del difunto, todos se miran a las caras, y cada uno de ellos emprende una endiablada y desenfrenada carrera por llegar al lugar y hacerse con el botín. Cada uno, desesperadamente en lo posible, ataja al otro produciéndose cómicas situaciones.

Las soluciones fáciles

Las soluciones fáciles no son las ideales. El precio de ellas es demasiado caro si miramos las consecuencias.

Culpar a los Médicos del Hospital de niños, es satanizar el problema. La mala práctica que se dio en el Hospital, de acuerdo a las notas periodísticas, no fue médica sino administrativa. Se siembra desconfianza en vez de dar insumos tanto médicos como de limpieza para que la atención pueda ser de calidad. Hay que preparar al personal para que su atención sea cálida y eficiente, humanizarlos. Hay que crear en el personal espíritu de responsabilidad y conciencia sobre las normas de la buena práctica. En varios de los mejores Hospitales del mundo, no se usan batones sobre la ropa para entrar en áreas críticas no quirúrgicas, las consideran más contaminantes que la ropa de calle. Lo que se requiere es una buena limpieza, el lavado constante de manos y buenas prácticas hospitalarias.

Del odio al amor hay un paso: el perdón

En estos tiempos que nos toca vivir en que el dinero se ha convertido en el dios y fin buscado por la gente por necesidad económica y poca fe tenemos muchas consecuencias negativas.

Estas, apoyadas por la propaganda del gobierno de la lucha de clases, de empleados contra empleadores, pobres contra un poco menos pobres, etc., y apoyadas por la crisis económica, que es real (cada vez a la gente le alcanza para menos), y, como dije antes, por la falta de fe (porque como decía Jesús: “¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que no tenéis pan? ¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco panes entre cinco mil hombres…?”, refiriéndose a la multiplicación de los panes que acababa de hacer).

El “Gran Varón”

“A mí no me tiemblan las piernas, ni los pantalones ni la lengua”, “lo espero en cualquier lado, sin guardaespaldas, yo soy bien varoncito”, “el señor lo que está haciendo es campaña para ser presidente”, “él ha estado acostumbrado a nalguear a los jueces, pero conmigo se equivoca, yo soy bien varón, aquí y afuera”; lo mismo decía Simón, y todos sabemos cómo terminó en la sala de un hospital, según la canción con el nombre de esta entrega interpretada por Willie Colón.

Más allá de lo mediático que se volvió esta audiencia, donde un Alcalde con indignación ciudadana increpaba a un Juez Temporal por su accionar, éste, (el Juez), se tomó la molestia de expresar todos los epítetos indicados en el párrafo anterior, donde a más de querer demostrar su hombría ante las cámaras, a las cuales primero quiso silenciar, y luego buscaba con desesperación, el único resultado generado de esta payasada provocada por el valentón Juez, es la ira de un pueblo ante tanto irrespeto y ofensas a todos nosotros.

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