11 mayo, 2025

Opinión

Siembra y Oportunidad

De modo usual transito por la calle Aguirre, para llegar a la Av. Barcelona y dirigirme a mi domicilio. Me gusta el ver el Malecón del Salado, o pasar por los túneles de San Eduardo, avanzar por la Av. Del Bombero, en fin, me gusta Guayaquil como esta luego de los doce años de administración del Ing. Febres Cordero y de Jaime Nebot.

Esto no se puede negar, si se compara con lo hecho con alcaldías anteriores a ellos podemos establecer gran distancia en todo sentido, que no viene al caso intentarlo porque no hay comparación. Lo anterior no existe, es irreal, escritorios usados como urinarios, robo del dinero municipal, etc. Por esto si me gustaría que Jaime Nebot o alguien de su línea, de trabajo, no me refiero a la Social Cristiana, siga en la alcaldía, para poder tener una ciudad mejor que la de ahora, por muchas razones.

¿Volveremos al sucre?

Todos los indicadores están dirigidos a eso. Seria una debacle para la economía de los ecuatorianos. Pero como dice aquella vieja sentencia: “TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN A ROMA”.

La crisis que se afronta a nivel mundial y que golpea duramente a los EE.UU. hace sentir sus efectos mundialmente; Ecuador no esta exento de ello y por eso observamos las restricciones que se están dando a nivel del crédito bancario principalmente en las líneas del exterior para los sectores importadores y exportadores.

De la mala educación

Decía Bernard Shaw que todos tenemos una hora diaria de idiotez y que no sobrepasarse de ese tope era una demostración de sabiduría. Se creía también que todos nacemos ignorantes y vulgares por igual ( en el real sentido de la expresión) y que el tiempo se encarga de modelarnos, mejorándonos o devastándonos.

Hoy se piensa, sin embargo, que unos nacemos para ser rubios o trigueños, débiles o fuertes, valerosos o cobardes , prudentes o desorbitados : la genética molecular y el campo del genoma humano hicieron su fantástica aparición. Y que a ello se deba que seres generosamente favorecidos por una educación sobresaliente en ciertas materias, no puedan evitar ser nulos en otras.

¿Para qué educamos?

“Aunque la sociedad no lo mencione, el principal valor del conocimiento y de la educación es el de ayudarnos a comprender la importancia de disciplinar la mente y de comprometernos en acciones más sanas. El adecuado uso de la inteligencia y del conocimiento debe llevarnos a emprender los cambios internos necesarios para alentar la bondad”

… Dice el Dalai Lama, líder espiritual de los Tibetanos en el mundo cuando analiza las razones para que los procesos educativos no logren coherentemente “empatar” con las acciones que se emprenden para mejorarlos. La pregunta más importante sigue siendo… “¿para qué educamos?”

Socialismo y capitalismo

En estos tiempos de «lunes negros» y de vertiginosos sube-y-bajas (y más bajas que subes), se ha dicho y desdicho sobre cuál debe ser la intervención del Estado en el mercado, que si han colapsado el mercado y el capitalismo, que si la crisis bursátil es para el capitalismo lo que la caída del pretendido sistema comunista de Europa del este para el socialismo, etcétera…, me parece que se ha perdido la objetividad a favor de las percepciones ideológicas.

Es que no se pueden hacer comparaciones entre estos dos conceptos, ya que pertenecen a diferentes categorías: el socialismo es una ideología política y el capitalismo es un hecho histórico, incluso más que un «sistema económico».

¡Tú, nunca haces nada!

Me comentaba mi hijo Francesquito, durante el desayuno familiar dominical, que el instructor de beisbol de su escuela, les increpaba con la frase ¡Tú, nunca haces nada!, a los niños que luego de hacer alguna travesura, típica de la edad por la que están atravesando, se querían “lavar las manos”, y bajo cualquier pretexto, incluso los más absurdos, le insistían al “profe”, que ellos no eran los culpables de las incorrectas acciones que se les estaba imputando.

El “New Deal”

A partir del 2007 y madurando hoy en día, existen varias crisis evidentes para todos nosotros, las que con las últimas medidas anunciadas le echarían más gasolina al fuego.

El “Presidente” tiene dos condiciones que exceden para mal todo lo positivo que tenga. Para definir la primera, parafraseo a Porfirio Cristaldo Ayala: “Un guerrero de la luz, antes de entrar en un combate importante, se pregunta a sí mismo: “¿Hasta qué punto desarrollé mi habilidad?”” ‘Él sabe que las batallas que fracasaron en el pasado siempre terminan por enseñar algo. Muchas de estas enseñanzas causaron demasiado sufrimiento. Más de una vez se perdió el tiempo luchando por causa de una mentira y sufrieron ciudadanos de países que no debieron padecer. Por eso, los victoriosos no repiten los mismos errores.’

El ventilador

Nadie puede estar en contra de una auditoria sobre la deuda externa.
De igual manera nadie puede ser cómplice de quienes nos han robado, porque nos han robado a todos.

Aquí no se trata de defender a tal o cual político o ex presidente. Se trata que una investigación de esta naturaleza, tiene que ser exclusivamente técnica y presumiendo la inocencia de los implicados hasta que se demuestre lo contrario.

Un informe de esta envergadura, no puede ser emitido sin escuchar la versión de quienes se sindica. No se puede dar nombres y peor establecer responsabilidades, sin que se haya escuchado lo que tienen que decir quienes supuestamente son los acusados.

Sin pena ni gloria

Vino el 14, llegó el 15, pasó el 16 de noviembre y nada ocurrió, como se habría esperado. Ni una voz, ni un susurro que haya provenido desde el revolucionario gobierno que tiene pintada la palabra “socialismo” en el esmalte de los dientes. Es posible que algún burócrata de segunda en alguna dependencia de tercera algo haya musitado, no lo descarto. Tal vez incluso algún alto funcionario, a baja voz, haya murmurado palabras inaudibles sobre la fecha, tan a baja voz que nada trascendió y nadie escuchó nada.

Parece ser que el populismo del siglo 21 es tan del siglo XXI, tan nuevaolero, iconoclasta y devastador que arrasa con todo, hasta con los recuerdos del siglo XX, haciendo tabla rasa de las conmemoraciones; más aún, cuando el vino que pretenden hacernos deglutir es lo más rancio del de antes, solamente que en odres nuevos.

×