29 marzo, 2024

Opinión

Hipocresía

Hoy miércoles 2 de Julio es un día de júbilo para Latinoamérica, para la libertad, para la vida y la esperanza. Ingrid Betancourt junto a algunos hermanos colombianos fue liberada en un golpe limpio, limpísimo, de inteligencia y estrategia militar. Además, el golpe político más contundente que el presidente Uribe haya asestado, demostrando que no se equivocaron los colombianos al elegirlo y reelegirlo abrumadoramente, y el mundo que confia en la democracia y desconfía del neo-totalitarismo latinoamericano, que lo respalda en su gestión frente a las fuerzas del terror.

No solo se trata de la liberación sin un sólo rasguño de Ingrid y sus compañeros, se trata además que ésta fue obtenida sin un sólo disparo, sín víctimas de ningún lado, ni siquiera un golpe al mentón, sino unas hábiles e inocuas presas de Judo o de Jiu-jitsu bien aplicadas. Se trata del testimonio rotundo e inequívoco de los liberados acerca de la indescriptible crueldad de los despiadados bandoleros de las FARC, a quienes los gobiernos amigos de esta banda, a los dos lados de las fronteras colombianas, no podrán nunca más seguir llamándolas “fuerzas irregulares” o “combatientes”, ni siquiera guerrilleros, so pena de desnudar ante el mundo la hipocresía de esta política perversa. Es cierto que otros liberados o evadidos ya habían proferido similar testimonio, pero ahora el mundo entero lo ha visto y escuchado, en lo que sin lugar a dudas ha sido el hecho mundial más importante del día de hoy, excepto en nuestro país, donde este feliz evento fue ensombrecido mediáticamente por otro hecho no menos radiante para los ecuatorianos: el triunfo de la Liga.

Cambiar de actitud… ¿es suficiente?

Lejos de la controversia filosófica que exige una respuesta entre si… “vivimos una época de cambios o un cambio de época”, lo cierto es que para todo ser humano los remezones morales –por llamarlo de alguna manera- suelen darse todos los días, unos mayores que otros, porque en general la vida misma está matizada con “alteraciones” que ponen a prueba nuestras habilidades y destrezas personales y sociales para adaptarnos al mundo real tanto el interno como el externo. Hombres y mujeres hemos tenido que desarrollar “competencias” cada vez más específicas para lograr literalmente “sobrevivir” en una sociedad “mundializada” que exige mayor rapidez en el ajuste y toma de decisiones a veces inmediatas, así como nos cuesta desde nuestra individualidad entender que el aprendizaje se ha convertido en una necesidad para toda la vida si queremos tener éxito en la “pequeña aldea” que es el mundo en que vivimos. Vistas así las cosas un “cambio de actitud” parece aconsejable, aunque en realidad hay mucho más por trabajar…

La actitud puede decirse que es la respuesta tangible a un cambio más profundo que tiene que ver con nuestras CREENCIAS más representativas, con nuestros juicios de valor –diríamos- y con las virtudes que deberíamos intentar desarrollar por la práctica continuada de hábitos…

El "SI"

La democracia es tan perfecta como mecanismo de gobierno, no como instrumento de felicidad, que ella misma se encarga de reciclarse continuamente, destruyendo por desgaste los excesos de aquellos protagonistas que viven de promesas, de encuestas, de publicidad, de primeras piedras anunciadas en cada poblado y de echarles la culpa a otros, especialmente a Guayaquil, de los males de la Patria. Y eso le está sucediendo a Rafael Correa cuando luego de tres semestres de ejercicio total y absoluto del poder, no logra resultados pragmáticos y sigue todavía agarrado a un arco iris de ilusiones llamado “SI” y que imponga una nueva Constitución en teoría hecha a su propia medida, la misma que por cosas de la naturaleza humana, tarde o temprano se convertirá en su propia guillotina. Toda revolución termina auto devorándose. Correa no cree en la evolución sino en la revolución de las cosas, y le aseguro que todo su esfuerzo, ya cargado por mucho protagonismo, terminará siendo solo eso: una evolución en la que su revolución no es ni será sino un accidente histórico pasajero…

Los mismos problemas, las mismas promesas… las mismas mentiras.

No he escrito desde hace algún tiempo en esta trinchera, porque al tratar de hacerlo, simplemente no he podido elegir un tema, son tantos, de tanta importancia y se han sucedido tan precipitadamente que, créanlo o no, me he sentido abrumado ante su número y decepcionado ante su magnitud y me ha provocado una especie de parálisis anímica, porque sentí por un momento, inútiles los esfuerzos de todos aquellos que escribimos aquí y en otros foros en contra de los abusos y desenfrenos del gobierno de la revolución ciudadana.

Sin embargo, superado el lapsus, me puse a pensar y a escribir nuevamente, sobre lo que nos ha tocado vivir los últimos 28 años de aparente democracia.

Desde que los ecuatorianos, tras un largo período de gobiernos dictatoriales, celebramos con esperanza la apertura al sistema democrático en 1979, hemos sido testigos del desarrollo de un proceso lento e imperfecto, lleno de vicios y errores que se han repetido constantemente hasta estos días…

¿Guayaquil, ya es de todos?

Por supuesto. Guayaquil siempre ha sido, es y será de todos… Pese a que por su estructura social y localización geográfica el individualismo comercial debería ser su único norte, la historia que la promueve significa en su andar sólo un abanico de aperturas. Para blancos y negros. Mulatos, indios y cuarterones. Ricos, pobres, oportunistas, aventureros y hasta santos han gozado de la satisfacción de ser sus hijos. ¿Y cuántos que por adopción están, sin embargo, identificados en felicidad y por amor, generación tras generación, con el ritmo de la vida candente del puerto más acogedor de la América del Sur, tal cual lo dijera Humboldt? Si, Guayaquil es de todos! Pero tal cosa no es novedad. Excepto para los que, por inconciencia e ignorancia, atribulados por la neurosis del poder y su incapacidad para mantenerlo, gritan desaforadamente que ahora ya es de todos. ¿Es que, pese a que ensalivan la boca con el vocablo patria, han olvidado acaso que cuando esta ciudad declaró su independencia lo hizo en el contexto libertario de “GUAYAQUIL POR LA PATRIA? ¿De dónde partieron las milicias que llegaron hasta la cima del Pichincha y exigieron la rendición hispánica? ¿Acaso no están, aquí, representadas, con miles y miles de familias, cada una de las provincias nacionales con sus valores y costumbres, aportando y recibiendo vida a través de sus descendientes?

El infiernillo de Correa.

NO señores, no es el Ecuador en el cual estamos obligados a vivir por culpa de un desgobierno que no atina el rumbo hacia donde dirigirse, sino el infiernillo, (celda de castigo), que el ciudadano presidente a punta de combo y martillo derrumbó en la cárcel de Esmeraldas, acompañado por la difusión mediática, que por el espectáculo circense brindado por el visitante de Carondelet, ofrecieron todos les medio de comunicación, a más de la interminable propaganda gubernamental, pagada con dineros que salen de nuestros bolsillos.

Si el tema hubiera quedado ahí, para mí no hubiera existido sorpresa alguna, ya que este mal llamado Gobierno Democrático, tiene por costumbre crear un ambiente de histrionismo para todas las “buenas acciones” que ellos realizan, y a través de las cadenas, mensajes y noticias a los ecuatorianos, vuelvo a insistir, pagadas con nuestros dineros, inundarnos de las mismas, y pretender que a las buenas o especialmente a las malas, como es su tradición, creamos la cantidad de desaciertos que se presentan por los medios antes detallados…

Periodistas y terrorismo.

Desde el inicio de su gobierno elegido para propugnar el cambio de la vieja política y la sustitución de los intereses privados por los de la colectividad en la acción estatal, el presidente Rafael Correa mostró la hilacha de la intolerancia, el autoritarismo, la soberbia y el uso de la represión para ahogar toda forma de crítica o de protesta.

Los viejos “dueños del país” fueron suplantados el 15 de enero de 2007 por un propietario único e indiscutible: Rafael Correa Delgado, sostenido en su egolatría de Coloso de Rodas por los cargadores de la silla imperial: el Politburó de Alianza País, integrado por obsecuentes beneficiarios de la explotación de la hacienda pública.

El desenlace de la instauración de una monarquía en un país con tradición republicana era lógico: Correa iba a chocar con el periodismo crítico que se resistía a alinearse en la postura adulatoria y encubridora, tan ansiada por los dictadores…

Correa, la Asamblea y Los Derechos Humanos…

El hecho de que la Asamblea Nacional Constituyente, haya excedido las atribuciones que le concedió el mandato del pueblo ecuatoriano en las urnas de la consulta Popular del 2007…

Y la (obvia) presión ejercida por el Presidente Correa para someter a la Asamblea Constituyente a sus caprichos…

Sumados al hecho de que el texto de la Constitución que deberá ser propuesta al pueblo en el Plebiscito en Septiembre del 2008…

Obviamente NO HA SIDO REDACTADO POR LA ASAMBLEA como lo mandó el pueblo en la Consulta Popular 2007…

El derecho al trabajo y la seguridad ciudadana

El derecho al trabajo y la seguridad ciudadana, son dos hechos perfectamente relacionados y que se constituyen en un verdadero pedestal para el desarrollo y prosperidad de los pueblos del mundo, de aquí se derivan las acciones que cada Gobierno realiza para precautelar el derecho de los habitantes de su país, a disfrutar del trabajo generado por sus instituciones publicas y privadas.

El trabajo fortalece la mente, genera acción y a la vez cansancio, el que se recompensa con una razonable y justa remuneración que permita vivir en forma armónica y decente.

La seguridad ciudadana, parte del respeto que todo ser humano debe tener de las leyes que regular su ordenado vivir, partiendo de que su derecho termina cuando comienza el derecho de los demás…

Si pudiera

Si pudiera atrapar un arco iris,
Lo haría solo para ti.
Y compartiría contigo su belleza,
En aquellos días que te sientas triste…

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