29 abril, 2024

Opinión

Sálvanos del mundo.

Recordando meses atrás al ganador del premio Nobel de la Paz:

Quién se podría imaginar que Barack Obama con pocos meses de haber ganado la presidencia de los Estados Unidos sea electo candidato al premio Nobel de la Paz con pocos días de ser considerado un hombre de cambio para el bien.

La decisión de darle un premio tan galardonado como el Nobel a alguien que hasta ahora no ha hecho nada concreto, más que dar esperanzas y lanzar palabras al cielo es arriesgarse a confiar en una persona desconocida con los ojos cerrados.

Las cartas han sido echadas

Durante casi tres años trataron de ocultarnos la verdad , mintiendo a veces o simplemente soslayándola. La hipocresía , la astucia , lo ladino, han sido características de los camaradas marxistas, con Lenin y Castro a la cabeza.,cuyas anécdotas al respecto no vale la pena por ahora reseñar.

En el Ecuador, expresiones como “revolución ciudadana” o “ la “Patria ya es de todos”, encubrieron sus verdaderas intenciones y embaucaron a una población ansiosa de solucionar sus problemas básicos de supervivencia, ganándose su adhesión electoral.

La paz y la magnanimidad

No conozco en la historia de algún caso en el que se haya logrado la paz, cediendo a la razón en forma imparcial, el más fuerte. La paz se impone por la fuerza. Ya sea en la guerra, donde el más fuerte se apodera de lo conquistado, o en la paz, donde el raciocinio del que tiene más poder es el que se aplica.

El egoísmo es una de las pasiones más bajas del ser humano. Limita su inteligencia al simplemente “yo quiero” y la cierra al raciocinio y a una de las virtudes que más eleva a la criatura creada por Dios: La magnanimidad.

¡La Ley de Educación al plenario!

Cuando se lee la propuesta gubernamental condensada en el “proyecto de ley de educación” presentado por el Ministerio a cargo del Lcdo. Raúl Vallejo ante la Asamblea y se relaciona su texto con la evidente realidad que vivimos los educadores en escuelas y colegios ecuatorianos, lo primero que salta a la mente es… ¿quién escribió esto?.

Luego, de manera más sosegada, el lector entiende que los autores son técnicos y tecnócratas sin ninguna experiencia docente y que seguramente no han tenido la oportunidad de trabajar en el aula con niños, niñas o jóvenes. Entonces, una segunda pregunta es… “¿acaso no existen en el Ecuador educadores que con experiencia, conocimiento y probidad pudieron hacerlo mejor?”. “Al menos sin sectarismos y pensando en el bienestar de los educandos…”

Guayaquil y sus antropólogos

Los que históricamente somos parte existencial de El Telégrafo como Decano de la Prensa Nacional, y quienes de alguna manera contribuimos en cada una sus etapas, jamas hubiésemos pensado que un antropólogo, especializado en cuestiones urbanas, Ph.D, y coordinador del Programa de Antroplogía Visual de la Flacso, tal como hace constar Xavier Andrade Andrade. al pie de su columna de opinión en el ahora diario del Estado, encontrar impreso en esas centenarias páginas, una estupidez llena de ofensas y rencores como los que escribe este guayaquileño renegado y de cuya identidad sexual me queda en duda al tenor de su complicado y rebuscado análisis.

Carnada

Como en otras ocasiones el Gobierno lanzó una nueva CARNADA a fin de distraer la atención de los ecuatorianos ante los problemas que está enfrentando en lo político, económico y social. El anuncio de fijar en USD $320,00 la remuneración básica sin que exista un marco técnico que fije este nuevo incremento, es una posición demagógica que motiva gran preocupación..

La CARNADA que ha puesto el Gobierno tuvo su origen en el enlace sabatino de la semana pasada del Presidente Correa, con ella se buscó distraer la atención a los gravísimos problemas que ha originado la Ley Mordaza de los Medios de Comunicación, el proyecto de Ley de Aguas, y los cortes de energía que vienen representando grandes pérdidas económicas para el país.

Las Relaciones Publicas ante las nuevas alternativas (20)

La estrategia del cambio y relaciones publicas

Las investigaciones en áreas de relaciones y comunicación en las organizaciones importantes para ilustrar este análisis, han confirmado algunos planteamientos relativos a la coincidencia (mas alla de las suposiciones) que existe entre los cambios requeridos por la empresa y el objeto y propósito de las Relaciones Publicas como disciplina de frontera.

La división de poderes

Califico el tema como sencillo. No hay cabal conocimiento de lo que se hace. Por ejemplo, hay quienes tienen doble titulación, eso no garantiza ni una ni otra profesión. El ejercicio de las labores para las que capacito la universidad es lo que hace al profesional.

Conozco a distinguidos practicantes del oficio de periodista, que lo hacen mejor que muchos que tienen titulo, en ese caso ha funcionado la premisa de que el periodista no se hace sino que nace. Es cierto que es necesario darle un mínimo de formación académica a la persona para que aprenda la utilización de una serie de recursos técnicos y de los lineamientos que requiere la profesión, pero también es cierto que no son imprescindibles.

¡Que se mueran los feos!

El fallecido ex presidente del Ecuador, Carlos Julio Arosemena Monroy, con su proverbial sarcasmo, en un momento sentenció: “Para que la patria sobreviva, Emetel debe acabarse”, refiriéndose a la desastrosa labor que entonces ejecutaba la empresa de telefonía. El “acabarse” es sinónimo de morirse.

Hay otra frase admonitoria de Carlos Julio que en el año 1961, siendo vicepresidente de la república, dirigió al presidente Velasco Ibarra cuando el mandatario desgobernaba al país: “Rectifique o se cae”; Velasco no rectificó y …se cayó…; posiblemente haremos referencia a esto en una próxima entrega.

Mea Culpa

Fue por nuestra culpa. No fuimos lo que debimos haber sido: objetivos. Porque algunos se dejaron envolver por la expectativa de la novedad. Porque otros, ante eso, no reaccionamos.

En la campaña muchos corrían tras el candidato con micrófono y grabadora en mano. En vez de dejar que él venga, lo tuteaban, lo aplaudían, lo vitoreaban y no guardaban la sagrada distancia que se necesita para ver las cosas desde otro punto de vista. Los que dejaban que venga –a excepción de Jorge Ortiz primero, y Carlos Vera después- le dieron tiempo de más para que pueda seguir envolviendo. Son igual de culpables porque no tuvieron, precisamente por el tiempo que le dedicaron en las entrevistas, la capacidad de descubrir al verdadero yo o de descifrar el engendro político que es eso de la revolución ciudadana antes de que llegue al Palacio. Culpables porque no le dieron el mismo espacio a Carlos Sagnay, a Martha Bucaram, a Melba Jácome, Carlos González o Fernando Delgado.

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