6 mayo, 2024

Poesía & Arte

Algunas canciones y una Canzonetta (2/2)

5 Canción del amor lejano

José Ángel Buesa

Ella no fue entre todas la más bella,
pero me dio el amor más hondo y largo.
Otras me amaron más, y sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.

Acaso fue porque la amé de lejos,
como a una estrella desde mi ventana
y la estrella que brilla más lejana,
nos parece que tiene más destellos.

Tuve su amor como una cosa ajena,
como una playa cada vez más sola
que únicamente guarda de la ola
una humedad de sal sobre la arena.

Ella estuvo en mis brazos sin ser mía,
como el agua en un cántaro sediento,
como un perfume, que se fue en el viento
y que vuelve en el viento todavía.

Me penetró su sed insatisfecha
como un arado sobre la llanura,
abriendo en su fugaz desgarradura,
la esperanza feliz de la cosecha.

Ella fue lo cercano en lo remoto,
pero llenaba todo lo vacío,
como el viento en las velas del navío,
como la luz en el espejo roto.

Por eso aún pienso en la mujer aquella,
la que me dio el amor más hondo y largo.
Nunca fue mía, no era la más bella,
otras me amaron más y sin embargo,
a ninguna la quise como a ella.

Algunas canciones y una Canzonetta (1/2)

Para seguir con Buesa, quiero presentar ahora, algunos de sus poemas que presenta como canciones y una canzonetta.

Es de destacar el estilo metafórico del autor y su facilidad de versificación. ¿Su tema? ¡Siempre el amor!

Disfrutemos de estas poesías de José Ángel Buesa:

1 Canción Del Amor Prohibido

José Ángel Buesa

Solo tú y yo sabemos lo que ignora la gente
al cambiar un saludo ceremonioso y frío,
porque nadie sospecha que es falso tu desvió,
ni cuanto amor esconde mi gesto indiferente.

Solo tú y yo sabemos porque mi boca miente,
relatando la intriga de un fugaz amorío;
y tú apenas me escuchas y yo no te sonrío…
y aun nos arde en los labios algún beso reciente.

Solo tú y yo sabemos que existe una simiente
germinando en la sombra de este surco vacío,
porque su flor profunda no se ve, ni se siente.

Y así son dos orillas tu corazón y el mío,
porque, aunque las separa la corriente de un río,
por debajo del río se unen secretamente.

Carta a usted – Carta sin fecha

Como lo comenté la semana pasada, las poesías de José Ángel Buesa al amor prohibido, pueden ser muy duras, pero no dejan de ser hermosas. Veamos ahora la “Carta a usted”, escrita a una mujer que fue amante y ahora está con otro, y la “Carta sin fecha”, al marido de una amante.

Carta a Usted
José Ángel Buesa

Señora, según dicen, ya usted tiene otro amante.
Lástima que la prisa nunca sea elegante.
Yo sé que no es frecuente que una mujer hermosa,
se resigne a ser viuda sin haber sido esposa
y me parece injusto discutirle el derecho
de compartir sus penas, sus goces… y su lecho.
Pero el amor, señora, cuando llega el olvido,
también tiene el derecho de un final distinguido.

Poema del pecado

Sin duda alguna, Buesa fue el poeta que mejor supo expresar, en forma sencilla, las grandes verdades del amor. La descripción de las diversas formas de amar qyue ya he presentado y voy a seguir presentando, lo demuestra.

Ahora quiero presentar nuevamente las descripciones del Buesa, del amor prohibido, del cual ya tuvimos varias presentaciones, con el “Poema de la culpa”, las respuestas de ella y del otro a ese poema, y otros versos.

Este “Poema del pecado”, describe en forma hermosa un pecado casual, que vale la pena ser leído:

Fernando Pessoa

A petición de un lector, traigo a colación un poeta portugués de inicios del siglo XX, Fernando Pessoa.

Fernando nació en Lisboa en 1888. Es la figura más representativa de la poesía portuguesa del siglo XX. Sus primeros años transcurrieron en Ciudad del Cabo, donde su padrastro estaba en el Consulado de Portugal en Sudáfrica. A los 17 años, viajó a Lisboa, donde, abandonó los estudios de letras y luego alternó el trabajo de oficinista con su interés por la actividad literaria.

Tradujo a autores como Nietzche, Milton y Shakespeare, quienes influyeron en su producción. Sus primeros poemas fueron escritos en inglés. Mucho de su producción literaria está firmada por varios heterónimos creados durante su vida , siendo los más importantes Álvaro de Campos, Ricardo Reis y Alberto Caeiro. Falleció en Lisboa en 1935

Carta de amor / Lied

Vamos a seguir con poesías de José Ángel Buesa. Su “carta de amor” y “Lied” son dos ejemplos preciosos de sus metáforas y de su facilidad de versificación.

Lied
José Ángel Buesa

Mi corazón se queda aunque mi amor se vaya,
porque el recuerdo nace de un ansia de olvidar.
Tu amor tiene la tibia ternura de una playa,
mi amor es inestable como el viento y el mar.

Aunque mi amor se vaya, no has de quedarte sola,
pues te dejo el reflejo de la luz que encendí.
Tu amor es una playa, mi amor es una ola
Y necesariamente yo he de volver a ti.

Un Brindis

Voy a presentar ahora dos poesías más de José Ángel Buesa: la “Balada del mal amor” y “Brindis”.
La Balada del mal amor es la historia de amor de un hombre mayor con una joven. En la historia se rechaza ese amor, por considerarlo tardío. La respuesta la da Buesa con la poesía que publicamos la semana pasada, y “Brindis” es un soneto precioso de amor, que recomiendo degustar cuando hay un amor sensible y sublime que valga la pena brindar.

Veamos estas dos poesías:

BALADA DEL MAL AMOR
José Ángel Buesa

Qué lástima, muchacha,
que no te pueda amar…
Yo soy un árbol seco que sólo espera el hacha,
y tú un arroyo alegre que sueña con el mar.

Balada del Loco Amor

Continuando con Buesa, hay otra poesía que tiene un encanto sublime: la balada del loco amor, que vale la pena recordar, sobre todo para los que piensan que el amor, a veces, puede llegar demasiado tarde:

Balada del Loco Amor

I

No, nada llega tarde, porque todas las cosas
tienen su tiempo justo, como el trigo y las rosas;
sólo que, a diferencia de la espiga y la flor,
cualquier tiempo es el tiempo de que llegue el amor.

No, amor no llegas tarde. Tu corazón y el mío
saben secretamente que no hay amor tardío.

Amor, a cualquier hora, cuando toca a una puerta,
la toca desde adentro, porque ya estaba abierta.
Y hay un amor valiente y hay un amor cobarde,
pero, de cualquier modo, ninguno llega tarde.

Romance a Guayaquil

Voy a presentar una poesía que hice hace algún tiempo a una chica de la que me enamoré cuando la conocí. Apenas tenía 9 meses de edad, cuando me regresaron a ella. Nunca quise abandonarla, pero mis padres, con la excusa de estudios, me obligaron a viajar hacia el norte, donde nací y recién me permitieron conocerla, a los 9 meses de edad.

Viví aquí, en el corazón de mi preciosa, en el Barrio de las Peñas, en la Numa Pompilio Llona, al lado de la Glorieta, hasta los 10 años, y cada momento que paso con ella, me siento más enamorado de todo lo que ella tiene, de su ría, de su estero de sus montes, de sus monumentos, del alma de sus mujeres, de su música, de sus cantos, de sus aves, de sus Iglesias, de sus parques, de su gente, de su forma de servir, de su solidaridad… en fin, de ese ambiente cálido y hermanado que se siente en cada persona que pasa a nuestro lado.

La muerte

Entre las poesías de Buesa, hay una que me intriga y me fascina. No tiene título y se encuentra en uno de sus libros, en medio de otras, así mismo, sin título.

Se refiere al paso que todos daremos en algún momento, al final de nuestras vidas y a la forma como esperaremos ese momento.

Filosofar sobre el momento final de nuestra existencia es algo por lo que algunos muestran un recelo y un temor, para mí infundados, puesto que hasta ahora no he conocido a nadie que no vaya a dar ese paso en algún momento de su existencia, si es que no lo ha dado ya.

Para mí, Morir es el epílogo más hermoso de una existencia plena. Lo importante no es ese momento, sino lo que ha ocurrido, lo que hemos hecho en ese camino que el tiempo nos permitió discurrir entre nuestros semejantes. Lo que uno hizo y lo que uno dejó sin hacer, lo que uno sembró en el corazón de los demás, las raíces que se ahondaron en nuestra alma y las que se secaron por caer en tierra árida o perjudicial para ellas. El balance global y el destino eterno, lo va a dar Dios, cuando llegue el momento de nuestro juicio final.

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