28 abril, 2024

La revolución ciudadana 2

Revolución, desafortunadamente, se define en su segunda acepción, tan sólo como el cambio violento en las instituciones políticas, económicas o sociales de una nación, no implica lo que debe indicar: un cambio positivo, hacia el bien.

Toda revolución tiene sus pros y sus contras, pero el criterio que debe primar siempre en los gestores de una revolución, es el de cambiar para el bien las cosas que se han estado haciendo mal. Cuando se pierde ese norte, la revolución se convierte simplemente en un revolver las cosas para que, salga pato o gallareta, se cambien las estructuras y lograr el bien sólo de los que suben arriba.

No creo que éste último sea el criterio con el que se ha iniciado el cambio indicado por el slogan: “La revolución ciudadana está en marcha”. Sólo la gente mediocre puede pretender un cambio de estructuras sin tener un fin bueno definido…

Dos años

El 17 de septiembre de 2007 apareció por primera vez en Internet nuestro Diario “Desde mi trinchera”.

Este diario digital, de opinión pluralista, se inició con un grupo de editorialistas que escribieron largo tiempo en el Diario “El Telégrafo”, Decano de la Prensa nacional. Diario de larga trayectoria de respeto y opinión, que siempre hizo una realidad su slogan: “TRIBUNA DE LA VERDAD, SIN TEMOR NI FAVOR”.

Al pasar el Diario a ser un diario del Gobierno, los editorialistas se reunieron y consideraron que, sin importar cual sea la ideología del Gobierno de turno, ellos no podrían seguir manifestando su opinión en un diario que obligatoriamente iba a tener un sesgo, ya que al ser un diario gubernamental, la opinión no podría ser en contra del Gobierno.

La revolución ciudadana

Hace más de dos mil años, Cicerón insistía en los deberes del hombre de Estado y destacaba dos preceptos de Platón: 1) atender sólo al bien común y 2) atender a todo el Estado, no a una parte, y advertía que si se viola este segundo precepto, la ciudad (el país) es presa de la discordia. Más adelante recordaba que el hombre de Estado debe atenerse en todo y por todo a la justicia y a la honestidad.

Estos principios tan veraces, antiguos y tan puestos a un lado por la desmedida ambición de los gobernantes de turno, no sólo en Ecuador sino en el mundo, con pocas y honrosas excepciones, son los que deberían servir de base para una revolución que cambie para bien la estructura de nuestro país.

El trabajo doméstico

Bien hace el Gobierno al exigir que se afilie al servicio doméstico, aunque el motivo que aduce es injustamente agresivo contra el patrono.

Uno de los más grandes problemas que se tiene en la actualidad, es el de la afiliación de los Empleados domésticos. Las personas, sencillamente ponen peros, que se me perdió la cédula, que está en casa de mi prima, etc., con tal de no ser afiliados. ¿El motivo? Si son afiliados, pierden automáticamente el bono solidario y todas las ventajas del mismo. Las personas quieren trabajar y aparte recibir el bono, regalía del Gobierno.

Construir

Comencemos a trabajar para construir nuestro País. Este es el momento ideal para hacerlo. Olvidemos las rencillas, los odios, las violencias, los rencores y complejos, y empecemos a crearlo basados en el inmenso tesoro humano con el que contamos. Nuestra variedad es maravillosa, sólo hay que encender en ellos el espíritu de lucha, de progreso, de trabajo, de buscar hacer un lugar para nuestra familia, donde todos podamos desarrollarnos y crecer tanto física como mental y espiritualmente.

Dejemos de mirar al otro como un enemigo al que debo destruir. Nuestro Ecuador es grande y si todos trabajamos con conciencia, podemos hacer de nuestro País una Patria grande, libre y soberana.

Castañuelas

Cada música tiene su compás e instrumentos que la caracterizan y diferencian de las demás. Allá por 1954, Richard Adler y Jerry Ross hicieron un musical titulado “The pajama game”, en cuyo final se interpreta un tango que fue muy acogido internacionalmente.

Su nombre “Hernando´s Hideaway” (El escondite de Hernando) que llegó a popularizarse mucho y que tenía una característica diferente de los otros tangos, se daba su compás por el ruido de castañuelas y terminaba con un fuerte ¡Olé! como si se tratara de una producción andaluza o de otra parte de España.

Tangos

El tango es el grito del arrabal, lleva una mezcla de miseria, hambre, tristeza, lamento, adobado con poesía, sentimiento, ilusiones, sueños rotos, coraje, impotencia, y miles de características más que le dan a sus versiones una característica especial.

Hay tangos clásicos que salen a lucir a cada rato demostrando que los años no han cambiado, como la obra de arte de Enrique Santos Discépolo “Cambalache” que aún guardo en un rincón de mi mente los maravillosos momentos y vinos que nos hacia servir la viuda de Enrique, en ese pequeño “Bar Cambalache” donde en la pared blanca, atrás del piano, se leía la letra de su inmortal tango. Cuanto se describe en Cambalache, se sigue viviendo en el mundo.

El hombre y el sexo

Los dos más grandes instintos animales que concurren en la misma forma en el ser humano, son el instinto de conservación de la vida y el de conservación de la especie, es decir, el instinto sexual.

El ser humano, que aparte de los instintos animales tiene intelecto que es el regulador natural de sus instintos, es diferente a los animales, ya que en ellos los instintos son frenados por la saturación de los mismos, come cuando tiene hambre, etc. En el hombre, es el intelecto el que pone el freno a los instintos. La voluntad del hombre es la que le dice si algo le conviene o no, y el dominio de sí mismo es el que lo hace contenerse cuando no es conveniente seguir. Regulamos nuestras horas de trabajo, comida, etc. Es decir, arreglamos nuestro horario, a nuestra voluntad no a la de nuestro instinto.

Mirar hacia atrás

El ser humano debe siempre pensar antes de actuar. Si lo hace, no tiene necesidad de lamentar lo mal hecho, lo realizado o lo no realizado. La vida siempre va para adelante. Lo que hiciste o no, ya no puedes cambiarlo o no hacerlo.

Si vas caminando y te pones a mirar hacia atrás es muy posible que te estrelles. No mires atrás es pues, un refrán lógico. Hay dos hermosas canciones que hablan de mirar atrás para evaluar la vida que se ha llevado: My way (A mi manera), que encumbró a Frank Sinatra, y Non, je ne regrette rien (No, no me arrepiento de nada), que inmortalizó a Edith Piaf.

La felicidad y el dinero

“Madre, yo al oro me humillo, / él es mi amante y mi amado, / pues de puro enamorado / de continuo anda amarillo” así reza la primera estrofa del verso satírico de Quevedo, cuyo estribillo repite: “Poderoso caballero / es Don Dinero”

Los seres humanos basamos nuestra felicidad en lo que poseemos, y anhelamos tener siempre más. Consideramos a los que más tienen, como a los más felices y tratamos de ser como ellos.

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