Dos años

El 17 de septiembre de 2007 apareció por primera vez en Internet nuestro Diario “Desde mi trinchera”.

Este diario digital, de opinión pluralista, se inició con un grupo de editorialistas que escribieron largo tiempo en el Diario “El Telégrafo”, Decano de la Prensa nacional. Diario de larga trayectoria de respeto y opinión, que siempre hizo una realidad su slogan: “TRIBUNA DE LA VERDAD, SIN TEMOR NI FAVOR”.

Al pasar el Diario a ser un diario del Gobierno, los editorialistas se reunieron y consideraron que, sin importar cual sea la ideología del Gobierno de turno, ellos no podrían seguir manifestando su opinión en un diario que obligatoriamente iba a tener un sesgo, ya que al ser un diario gubernamental, la opinión no podría ser en contra del Gobierno.

Por ese motivo, decidieron con mucha pena, renunciar a ser editorialistas del Diario “El Telégrafo” y se decidió iniciar este diario digital, para poder continuar escribiendo con respeto a las normas con las que escribían, es decir, con libertad de expresión y con respeto a la opinión ajena manifestada en todas y cada una de nuestras publicaciones.

Hoy cumplimos dos años de aparición periódica. El crecimiento de este sitio ha superado nuestras expectativas. En estos momentos estamos sobre los cuatro mil novecientos suscriptores que reciben nuestros artículos diariamente en su buzón electrónico y con un promedio de catorce mil visitas diarias a nuestro sitio en Internet.

Nuestro diario ha ido evolucionando y lo seguirá haciendo. Contamos con una sección fija con dos capítulos (por ahora) de especial interés: Doctrina social, que incluye el texto íntegro de la Doctrina Social de la Iglesia y las encíclicas sociales, y otro capítulo de historia, en el que se presenta desde la descripción de nuestras ciudades en 1602, por Felipe Guamán Poma de Ayala, hasta cartas, documentos, historia y relatos de nuestro país en la época colonial, de la independencia y de su período republicano.

Los invitamos a seguir disfrutando de nuestro diario que cada día presenta más editorialistas, con libertad de opinión, respeto y apego al refrán: “Tribuna de la verdad sin temor ni favor.”