28 abril, 2024

Este es un mensaje de amor unido al grito de angustia del presente.

Por las madres, los padres y los hijos.

Bien vale un alto al trabajo de los días comunes, para darle un espacio al amor y a la ternura de la pareja humana-padre y madre-pilares sólidos,-creadores de la familia, la más grande institución sobre la tierra:

¡Padre! En estos días de junio, dedicados a ti, debes saber cuánto significas como fuerza vital de la familia, también fuente de amor y ternura para el hijo, engendrado con la mujer amada.

¡Madre! Mujer que alcanzaste en la maternidad el más grande milagro, por cada hijo que germinó en tus entrañas por amor, con el hombre de tu vida…

Hijo, niño o joven, que necesita siempre el brazo del padre junto a la madre, en el batallar de su crecimiento.

Maternidad y paternidad, subyacentes en este momento crucial, por el culto solo al placer físico y herradas filosofías del amor… Cuyos rostros se están perdiendo entre tantos niños “desconocidos” o criados como “el mal sin remedio”, que deambulan por el mundo entre la desesperación y la angustia por falta de protección en su existencia.

Y ante esta desgracia, hay un grito de la humanidad consciente; ¡A reaccionar! para que todos los hombres y mujeres se tornen redentores de la vida humana; con la esperanza en la nueva generación -¡a redimir al amor!-para que nazcan hijos con padres y madres juntos, que los amen y los guíen.

¡Es el momento!

¡Todavía hay esperanza!

Guayaquil, junio 16 de 2014

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No es sorpresa para nadie el escuchar este tipo de títulos, es más, tal vez nos hayamos acostumbrado tanto a hacerlo que ya no nos alarmamos. El tema es tan frecuente que lo vemos a diario y es así como poco a poco hemos ido moldeando nuestra aceptación sobre tan crucial hecho y con vergüenza admito haber permitido que en momentos, estas actitudes, tampoco me quiten el sueño, sin embargo me arrepiento y motivo fuertemente el cambio de actitud ante la sabiduría, irresponsabilidad, sapada, falta de principios y educación, porque somos responsables del futuro de nuestra sociedad.

Nuestros hijos se han acostumbrado a evadir las normativas de orden como son hacer fila, esperar un espacio disponible para cambiar de carril y no forzarlo como es normal verlo todos los días en las calles de Guayaquil; inventar excusas no es una forma de zafarnos de un problema sino más bien una manera de evadir consecuencias; hablar de alguien a sus espaldas no es una forma chévere de demostrarnos ante nuestros amigos sino una falta de hombría y caballerosidad… En fin, el mundo está cambiando, pero nuestra manera de ser no tiene por qué hacerlo. Somos responsables de adaptarnos, pero no de mutilar los principios básicos del convivir en comunidad.
Ya no es normal ver a un chico abrirle una puerta a una señora y peor aún ver que un caballero se pare a halarle la silla a una dama para que se siente. Recordemos que la educación no solo se basa en textos, pero también en las buenas costumbres y el ejemplo.

¿Dónde está la paz?

¿Es verdad que estoy moviéndome todo el tiempo y que todo se mueve, transcurriendo así continuamente toda la existencia? ¿Por qué todo se tiene que estar moviendo? ¿Cuál es el sentido que se muevan? Contemplo el no movimiento. Contemplo las leyes que en todo instante están presentes. Lo que aquí está; esta aquí indeteniblemente, en un estado de eternidad, inagotable, perenne, contando o no con la existencia de la humanidad, de mí presencia. Sin que existiera movimiento alguno. Me siento recto, me contemplo y veo todo lo que está, nada de lo que existe puede ser cambiado, ni puede ni va a cambiar. ¿Cuál es el objeto de vivir? Para vivir no hace nada falta nada, aquí todo es favorable para el desarrollo y promoción de la vida. Aire, agua, tierra, el sol de la mañana, la noche con su cielo estrellado, las cascadas y los ríos de pescados y piedras en abundancia, generosos como los árboles y sus frutos jugosos y frescos, animales, montañas, volcanes y profundidades sin descubrir, abiertas a revelar sus secretos. Todo está inventado, todo nos ha sido dado. ¿En qué instante la tierra dejo de ser nuestro paraíso? Para ser un lugar de violencias, ambiciones, ideologías, dominios, etc. El aire no trajo la esclavitud, el agua no ha creado las guerras, la tierra no instauro la monarquía, el autoritarismo y ahora la democracia, con sus millones y millones de pobres. En algún momento la vida se nos convirtió en un sueño y hasta ahora podemos despertar a la vida exuberante y maravillosa que nos propone nuestra corta estadía en un determinado tiempo de la vida.

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