Uno de los defectos de la naturaleza humana es la aceptación de aquello que nos dicen que hagamos si lo que nos dicen que hagamos proviene de alguien a quien le tenemos miedo.
Cuando el ser humano se torna sumiso pierde su dignidad. Lo peor de no protestar por lo que no nos gusta es que quién lo prohíbe o el que lo prohíbe a nombre de quién lo prohíbe, sea un sobrevalorado que se crea el único que sabe lo que se debe hacer.
Desde cualquier lugar y a cualquier hora gracias a nuestra permisividad, se nos impone todo tipo de reglas.
Estas son de tal naturaleza y sobre tantas cosas, que las aceptamos sin preguntar; peor protestar. No hagas tal cosa porque te puede pesar o ahora no lo puedes hacer porque te friegas etc. Son actitudes sumisas que adoptamos sin saber si lo que se nos prohíbe es verdad o no.
Nuestra actitud es conformista, derrotista, complaciente. Antes no se aguantaba ninguna imposición. Las cosas se aceptaban si tenían sentido común. Hoy los ciudadanos agachan la cabeza en lugar de alzar el puño. Las reglas para nuestro vivir son impuestas a base de la prepotencia y el miedo. Con el cuento de que la mayoría lo decidió de esa manera; se hacen prohibiciones que nos lesionan, pero cuyo fin es controlarnos totalitariamente.
La supuesta mayoría con la que dicen que ganaron, es solo una cifra manipulada que no contempla a la verdadera mayoría de los que no votaron para ser gobernados de esta forma. Quiénes controlan el poder a través de las instituciones que se los permite controlar, se vuelven más fuertes gracias al silencio cómplice de la pusilánime actitud de los que se lo permitimos.
La policía, el ejército, la función judicial, el organismo electoral y todos los demás poderes del estado más los ni sé cuántos ministerios están controlados por quienes son el resultado de una planificada elección seudo democrática, hecha por una maquinaria electoral que controló todo para ese fin.
Los controladores establecieron las reglas para que salgan elegidos aquellos que eran candidatos de su propio partido a cambio de ser parte del sistema que domina todo. En el fondo son la misma gente aprovechadora de siempre, que ahora son los nuevos ricos escudados en un poder ilimitado.
En la actualidad están más organizados y son controlados por los poderes del estado que ellos mismos controlan.
Con este dominio total obtienen una impunidad que les permite ejercer el autoritarismo y la prepotencia que les otorga el sistema.
Ahora tratan de regular nuestra vida íntima hasta en los asuntos más personales. Se nos determina el uso de los anticonceptivos y el consumo de ceviches sin cerveza los domingos. Sacaron a dios de la constitución y a nadie le importó. Sin embargo paralizan el país por semana santa para respetar las creencias del mayoritario pueblo católico.
Todo esto es la consecuencia de una imposición hecha por el miedo y la permisividad de los cobardes que se lo permitieron.
El temor a que nos pase lo malo que a otros le ha pasado, ha frenado nuestra capacidad de rebeldía para convertirnos en sumisos agacha cabezas que obedecen a cualquier imposición.
La existencia de una autoridad prepotente e inmisericorde contra quién no se le doblegue, ha extinguido nuestra voluntad y liquidado nuestro derecho constitucional a la resistencia.
Como consecuencia de este preconcebido plan para implantar el miedo a fuerza de las cabezas cortadas, las demás cabezas callan para no ser cortadas. El silencio en que vivimos es la consecuencia del miedo al castigo que nos pueden imponer.
Ese terror nos sepulta; nos coarta, nos subyuga.
El pánico de que nos pase algo nos entierra en vida como si fuéramos cadáveres de carne y hueso, sin alma ni voluntad.
Somos un atado de sometidos sin derechos.
El silencio nos convierte en fantasmas incorpóreos que sobreviven enmudecidos y ensordecidos a pesar de lo que vivimos.
No hablamos nada de lo que escuchamos; ni opinamos sobre lo que sentimos.
Cobardemente nos encerramos en un espacio que se reduce a nuestro ámbito personal, donde nos refugiamos con resignación total para no participar contra nada de lo que nos circunda.
Hemos llegado a una situación donde alzar la vos para decir lo que uno piensa trae como consecuencia una feroz respuesta de quien funge como autoridad suprema.
El que se cree el dueño de la verdad se ha convertido en el dueño de la verdad. A su hipertrofiada vanidad no solo se le debe demostrar respeto, sino obediencia absoluta. No pensar como el supremo equivale a pensar contra el supremo. No se puede ejecutar cualquier acto que manifieste inconformidad de alguna clase, ya que se termina acusado de rebelión o terrorismo.
Deambulamos en silencio como un atado de cangrejos sin voz ni voluntad. Nos encaminamos hacia un destino predeterminado por la más alta autoridad del estado. Iremos solo por dónde su majestad nos permita ir.
Estamos en un país donde solo se nos permite pensar lo que el supremo nos permite pensar. Nos dirigimos hacia un futuro que no ha sido elegido por nosotros, sino que ha sido impuesto hacia nosotros. Este paraíso del siglo XXI ha sido concebido por el único que se cree conocedor de todas nuestras soluciones.
Hemos renunciado a nuestra dignidad.
El rebelde ejemplo de nuestros antecesores ha quedado para la historia y como ya no se nos permitirá leer la misma historia, nuestros hijos no sabrán a quien imitar. Ellos crecerán convencidos de que agachar la cabeza y obedecer sumisamente es la actitud correcta para vivir en libertad.
Si permitimos que la prepotencia avance, nos convertiremos en una sociedad que camina de rodillas.
Hoy los ciudadanos aceptan que se les diga que hacer, como pensar y en que dios creer.
Es una lástima vivir en una sociedad sin identidad ni dignidad.
El alimento del tirano es el silencio del cobarde.
Su artículo es excelente y valiente, como siempre.
Es triste ver como todos los ecuatorianos están siendo llevados voluntariamente al patíbulo. Yo no me incluyo porque jamás he votado, ni votaría por un acomplejado.
La reproducción de Corea del Norte en Los Andes ya está en marcha.
El síndrome de Estocolmo se ha apoderado de las pocas mentes sanas que quedaban. Hoy lo que tenemos es un amasijo de cobardes, de egoístas y de oportunistas que solo piensan en su propio provecho; me refiero a la sarta de mojinos que acompañan al dictador, con la esperanza de que al tirano se le caigan algunas migajas para apañarlas. Nuestro propio egoísmo, comodidad y materialismo nos han condenado a ser un pueblo sin cara y despersonalizado.
La publicidad diabólica y Goebbeliana perfectamente orquestada, se ha encargado de embrutecer más a la gente. Es un avasallamiento premeditado. Y lo peor es que las instituciones para defendernos han sido borradas del mapa, y las pocas que subsisten tiemblan como varas verdes. Unos están con temor y con los pantalones mojados; y otra gran mayoría está ocupada robando.
Pocas veces he leido un articulo con tantas mentiras como el actual del Inefable Dr. Palacios – Más que un articulo , es casi una diatriba . Si tuviera el tiempo para rebatir cada una de las imprecisiones y/o suposiciones del Articulista comenzaria cambiando el título de EL SILENCIO DE LOS SOMETIDOS por LA ALGARABIA DE LOS LIBERADOS que afortunadamente somos en la actualidad Mayoria , En Democracia esa es la única Dictadura , la de la mayoria que hemos sido liberados en el actual Gobierno de las ataduras facticas que SI nos tenian SOMETIDOS – Ahora SI podemos levantar la voz y el puño contra los opresores de siempre , y gracias a que vivimos en un Estado de Derecho , con una de las Constituciones más Garantistas del Planeta , podemos vivir en Paz , con normas y reglas que rigen la sana conviviencia Humana – Ahora si está permitido hacer todo lo que no atente a la ley , la moral y las buenas costumbres – Cobardía era la que antes de este Gobierno practicaban los politicos y poderosos aprovechando de sus influencias y su dinero para hacer lo que les daba la gana , y si ahora tienen miedo de quebrantar la ley y tiene que vivir pagando los impuestos y sueldos que antes no pagaban , en buena hora ese miedo que nos permite progresar como País y como Sociedad .
Tengo la impresión de que Usted tiene una obsesión contra el Presidente , y no puede ver nada bueno de lo que está sucediendo en nuestra Patria , por lo que no puede analizar la problematica Nacional con otros criterios. A Rafaél Correa no lo elegimos para caerle bien a Usted y unos pocos elegidos , Lo elegimos la MAYORIA para que saque al Ecuador de la miseria en que lo hundieron los politicos de la partidocracia , y lo enrumbe por el camino del progreso y la Institucionalidad del Estado . Por cierto , los Ecuatorianos si tenemos Identidad y Dignidad , y en los ultimos tiempos estamos empezando a sentirnos Orgullosos de nuestra Nacionalidad.
Felicitaciones por sus comentarios tan realistas y llenos de verdadera sinceridad, esperemos que la gente lea porque es la ùnica manera de formarse una opiniòn del alcance de todo lo que se dice desde el Poder, seamos conscientes de que debemos analizar y no dejarnos someter sin reclamar lo que haya que reclamar
Sobre el silencio de los sometidos.
Comentario.
El pueblo rebelde tenemos varias formas de manifestar nuestra inconformidad frente a la corrupción del régimen, o de los que cooperan con él.
Los luchadores seguimos desde las bases difundiendo nuestros principios, creo que es un proceso como hemos venido haciendo, pienso que se debe buscar otras estrategias de lucha y difusión y lograr el respaldo.
Muy bien dicho tiene toda la razón.
Como hubieran mas conciudadanos que tuvieran la misma valentia de este ilustre Ecuatoriano!