¿Cómo es la cosa con el Sr. Ricardo Patiño?

A lo mejor es de mucha confianza del presidente Correa, pero no se puede abusar y burlarse así del Ecuador. Poner a algún amigo en puestos donde hay mucha gente más capacitada. Y digo esto porque por uno u otro motivo el Sr. Ricardo Patiño ha estado en prácticamente todos los puestos.

No tengo nada contra el Sr. Patiño como persona, pero ¿de dónde saca tanto poder? ¿Sólo de la amistad con el presidente? Este caballero tiene cierta autoridad que, por lo menos que yo sepa, no se la ha dado el pueblo y con la que no me siento muy cómodo. Me intriga. En este gobierno es el único funcionario capaz de meter la pata de una manera que perjudica a mucha gente y recibir un premio al ser cambiado a otro puesto, en lugar de ser expulsado como debería ser.

El Presidente dice que lo escoge porque es uno de sus ‘hombres fuertes’, uno de los que tiene más claros los ideales que persigue la Revolución Ciudadana. No quiero ni imaginarme los ideales de aquella revolución entonces.

Sabemos que el 12 de julio de 2007, el Congreso Nacional de aquella época censuró al Sr. Patiño, por cuatro delitos: peculado, asociación ilícita, pacto colusorio, traición a la patria. Yo me moriría de la vergüenza. De hecho, no saliera de mi casa. Cuando surgió el bochornoso asunto de los ‘Pativideos’, este señor ni renunció ni puso su cargo a disposición, ni nada. Debió renunciar por simple ética profesional y personal, sólo por la mala imagen que un caso de esos genera. Pero resulta que el Sr. Ricardo Patiño, apenas recibió tales acusaciones por su actuación como Ministro de Economía de Ecuador, pasó inmediatamente a ocupar otro cargo público… y otro… ¡y otro más!

Si un funcionario (peor del Estado) es ineficiente en un puesto de trabajo o es censurado por actos ilícitos o inmorales (peor en contra del Estado), este debe ser removido de su puesto inmediatamente. Ahí falla su jefe: el Presidente Correa.

Y es que encima que él no renunció en ese momento y de que el presidente no lo saca, todos y cada uno de los ecuatorianos, mientras tanto, le seguimos pagando el sueldo al Sr. Patiño.

En el tema de la ley de aguas sonaba el nombre de Patiño como el problema y punto de la discordia, en casi todos los asuntos aparece este señor como fuente de conflictos y ahora que está de Canciller tampoco está haciendo bien su trabajo.

Ahora reventó otro problema. La semana pasada renunció el Director General de Relaciones Fronterizas de Ecuador y Perú de la Cancillería, porque dice que recibió críticas durísimas por parte de él en publico frente a su homologo de Perú. Patiño no hizo quedar mal al Sr. Roberto Ponce, no, nuestro querido ministro hizo quedar mal ¡al Ecuador! Ante Perú y el mundo la Cancillería es una desorganización total. Y no es la primera vez que esto sucede. Ya el ridículo también se dio en julio, cuando el Sr. Francisco Proaño, representante del país ante la OEA, tuvo que renunciar por presiones de su superior, según indica la prensa.

Es una lástima que una persona graduada con las mejores calificaciones de su promoción, autor y coautor de varios libros, que ocupó varios puestos importantes antes de que Correa llegara al poder, esté siempre metido en polémicas y conflictos y ande de puesto en puesto como nómada.

Puede ser cierto que haya realizado ciertas gestiones positivas en los puestos por los que ha pasado, pero en general, con una visión macro, lo que la imagen de Patiño emite es inestabilidad. Las personas son buenas en ciertas cosas pero aparentemente este caballero es ‘todólogo’.

Es una pena que todo el poder que ha demostrado tener no lo este usando para lo único que se debe utilizar: servir a los demás. Culpable o no de todo lo que se le acusa, a mi parecer el Sr. Patino tiene que renunciar mañana a primera hora.