El presidente populista dice lo que cree que su público quiere escuchar. Por eso notamos sus contradicciones constantes al defender sus intereses. Asà ha dicho que no es delito ser amigo de las FARC. Ahora dice que no es delito ser socio de banqueros acusados de corrupción y cuyos activos han sido confiscados, pero cuando se refiere a Gaspetsa, la compañÃa con contratos con Petroecuador, despide a centenas de funcionarios por ser pequeños accionistas cuando los únicos responsables de las irregularidades son los directores.
Dice que hay que diferenciar lo bueno de lo malo pero está claro que el presidente no puede hacer esa diferencia. Cuando se trata de mulas del narcotráfico cree que las vÃctimas son las mulas, cree que los delincuentes son vÃctimas del sistema.
Se refirió a las renovadas relaciones con Colombia, pero no podemos olvidar que sobre el presidente pesa la duda acerca del financiamiento que según Mono Jojoy recibió de las FARC para su campaña como candidato presidencial el año 2006, duda que no ha sido removida, asunto cuya investigación está pendiente mientras este presidente está en el poder y en aparente control de los acontecimientos relacionados con la justicia y la corrupción.
Anteriormente dijo no ser experto en seguridad para justificarse por la falta de seguridad en el paÃs. Por supuesto que nadie puede ser experto en todo, como ahora explica, pero un administrador debe ser competente en escoger a las personas idóneas para que cumplan exitosamente sus funciones y el mismo hecho que, aunque tardÃamente, ha cambiado a sus Ministros del Interior y de Seguridad Interna y Externa indica que su decisión de haberlos tenido en esos puestos es de su competencia y por lo tanto sus fracasos se constituyen en el fracaso del presidente. Más aún, ha errado en reconocer quién es culpable y quién no lo es, en identificar a la vÃctima confundiéndola con el victimario. Ha errado al no poder diferenciar lo bueno de lo malo.
Durante 4 años en el poder, el presidente ha tomado polÃticas de mi programa de gobierno aunque no ha tenido éxito en su ejecución. La construcción del ferrocarril que terminó descarrilándose, la explotación del gas del golfo que luego de su fracaso inicial se ha suspendido sin pena ni gloria, la formación del banco del afiliado BIESS, como banco de inversión en lugar de banco de ahorro y crédito, que parece enrumbarse como una continuación de la desprestigiada Comisión Técnica de Inversiones del IESS, al servicio de las necesidades de financiamiento del Gobierno.
Pero ahora, el presidente da un giro en U, y toma de mi programa de gobierno polÃticas económicas como la paulatina reducción de impuestos (1% en los próximos 3 años), exoneración de impuestos por 5 años en nuevos proyectos (limitados al sector energético) que es muy poco y muy tarde. Y también, el impulso a las bolsas de valores, máxima expresión del capitalismo repudiado por el presidente tantas veces, y la simplificación de trámites para la formación de compañÃas. Pero le falta un ingrediente: credibilidad. Hace unas semanas indicó que es partidario de la destrucción creativa, que es crear caos, y por 4 años ha dicho que es su estrategia crear incertidumbre. En ese ambiente, los negocios no florecen sino la corrupción, el desempleo, la pobreza y la delincuencia.
Finalmente, reviso la polÃtica económica y la seguridad social del Gobierno.
Para escuchar el Desenlace Dominical No. 43 del 19 de Diciembre de 2010 pulsar el siguiente enlace (“link”):
http://www.archive.org/details/DesenlaceDominical43Del19122010
los improvisados «revolucionarios», ya no sólo mienten y se contradicen, sino que terminan en actitudes cantinflescas, como es la de estar copiando, no solo planes y programas de gobiernos de otras personas, sino que hasta copian cosntitituciones, como la española, que luego la pretenden hacer ´pasar como que aca la idearon e inventaron la rueda!!!
Que falta de autenticidad y de liderazgo…..Y todo, porque en cuba, comienzan a girar en sentido contarrio a donde apunta esta famosa «revolución».