“Daba sombra como una selva, su encina hendida / el día que la muerte la convidó a partir…”
La maestra rural de Gabriela Mistral
Y yo, por la muerte del Maestro Wizuma, parodiando los versos de la Mistral digo: “Daba sombra como una selva / su encina hendida / el día en que lo asesinaron vilmente…”
Y es que al caer, toda la selva debe haberse conmovido sorprendida, y los schuaras gritaron por su hermano, igual que los maestros de todo el Ecuador. Era un compañero legionario que allí en la Selva luchaba como maestro contra la ignorancia de un puñado de ecuatorianos.
Y nos duele su muerte, que bien sabe el mundo entero no lo mataron sus hermanos, ¡no fue fratricidio!
Fratricidio es el que está viviendo el País, entre los dos “grandes hermanos” en la esfera política, que nos golpea a las mujeres madres y ciudadanas por lo increíblemente insólito que pueda pasar desde el punto de vista humano.
Descartando, con generosidad, lo que dice la vox-populis, de que todo es un show arreglado entre los dos; esperarnos que por honor y respeto a la dignidad del País, que quien ostenta el alto honor de representarnos, debe renunciar. Tal acción de honor y dignidad, lo redimiría ante si y, talvez, ante la Patria.
¡Maestro Wizuma!-Compañero de miles de maestros de este Ecuador, tu asesinato es la muestra de la agresión al derecho que vive la Patria.
¡Yo maestra! Levanto mi voz para unirla a la de todos los maestros del Ecuador-más cuando vi en Televisión, el menosprecio del Presidente a la clase docente, quien en un acto de soberbia invalida el diálogo y los planteamientos de los maestros con el Vicepresidente y el Ministro de Educación. ¡Que burla! ¿Cómo se sentirán los dos personeros que tuvieron el valor de enfrentar a los maestros? mientras como siempre él huía del problema. Hasta tanto ¡maestro Wizuma! Todos sabemos que fuiste victima de quienes reprimieron la rebelión magisterial y lástima que en este momento, no haya Asamblea ni “Congresillo” que cumpla el deber con la Patria, para juzgar al Gobierno como ya lo juzga la vindicta pública.
Alguien decía-“Nadie lo enfrenta porque tienen rabo de paja”-¡No Señor! ¡No es cierto!
Es por el miedo que ronda por las rendijas de la Patria
Y ¡ay! de los gobiernos levantados sobre el miedo. Como también; ¡ay del momento que los pueblos pierden el miedo!
¡Y… ya lo están perdiendo!
