6 diciembre, 2024

Cría cuervos y verás…

Me preocupa en sumo grado lo que está sucediendo en el país. Si bien es cierto se está dialogando sobre muchos temas puntuales, ya sea con las comunidades indígenas, la UNE, etc., es decir con los grupos rebeldes que con razón o sin ella se han sentido marginados en los gobiernos anteriores y colaboraron con su voto para que la revolución ciudadana triunfe para poder conseguir sus ideales, no es menos cierto que el Ecuador somos todos los ecuatorianos, incluyendo los que no votaron por la revolución ciudadana.

Unir minorías para lograr hacer una mayoría es democrático y bueno, pero hacerlo engañando a esas minorías o sin haber antes de llegar a un acuerdo definitivo con ellas sobre lo que se va o no se va a hacer, es peligroso, pues desestabiliza el país.

Leo en las noticias que ahora los orientales quieren ser prácticamente un solo Estado de toda la amazonía y que de las regalías del petróleo, que está bajo su suelo, el 50% sea para ellos. Con ello desmantelan una gran parte de la burocracia dorada quiteña que vive del petróleo. Ahora ya no les importa el medio ambiente o sus problemas.

Los mineros artesanales se niegan a la explotación de minerales, en forma tecnificada, no por defender la tierra de la erosión, sino porque temen que las grandes compañías los dejen sin sus ganancias. Es cierto que muchas veces en arreglos con autoridades haya podido pasar esto, pero creo que ya es hora de cambiar el sistema.

Se hizo la paz con la UNE, es decir, con el MPD. Ojalá que se realicen honestamente las pruebas para escoger profesores capaces para nuestros estudiantes.

Mucho me temo que nuestro gobierno, al abrir las puertas al diálogo con todos los grupos inconformes, está criando unos cuervos que le arrancarán los ojos y que venga una anarquía que destruya al país. ¡Señores! Es muy importante meditar y actuar de acuerdo con el sentido común. Es indispensable el respeto, tanto a la autoridad como a los ciudadanos. Todos somos libres para hacer lo que debemos hacer, no somos libres para el vandalaje, la destrucción o hacer daño al otro. Debemos ser solidarios y fraternos, dejar a un lado envidias y rencores, buscar el bien común, respetar el destino universal de los bienes y la racionalidad de la propiedad privada, permitir y fomentar que las localidades menores se desarrollen mejor, dándoles facilidades y recursos para que así lo hagan (Subsidiaridad) y no entronándose en el poder, para permitir que los demás también puedan acceder a los puestos de arriba (Participación). Es decir, seguir los lineamientos de la Doctrina Social de la Iglesia.

En la forma como se está llevando a cabo la revolución ciudadana, me parece que se están criando cuervos. Uno reclama que quiere esto, otro que quiere aquello, habrán revueltas, más huelgas y ojalá no lleguemos a más muertes. El Gobierno debe ser firme y poner las normas fijas de lo que considera que se debe hacer para lograr los cambios que desea, sin pasarse en ningún momento de la raya y fomentando la producción. Un país que no produce está destinado a morirse de hambre, por más rico que sea. No se puede matar a la gansa de los huevos de oro si se quiere seguir teniendo sus huevos. Hay que poner límites a las ambiciones revanchistas y fomentar la producción.

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No me gusta la palabra tolerancia, pero no encuentro otra mejor. El amor empuja a tener, hacia la fe de los demás, el mismo respeto que se tiene por la propia.

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Hace ya algunos años, a inicios del siglo XX, Leonidas Plaza Gutiérrez, presidente del Ecuador en ese entonces, era culpado de autor intelectual y de haber armado el operativo que terminó con la vida de Eloy Alfaro Delgado. La turba que lo arrastró desde el panóptico hasta El Ejido, donde sus restos fueron incinerados a la vista de todos, no pasó de ser el instrumento del crimen. Fue ¡la hoguera bárbara! como calificara Alfredo Pareja Diescanseco semejante acto de felonía y crueldad. Desde ese enero de 1912 los escritos periodísticos acumulaban denuncias, amenazas y acusaciones en un contexto de dicterios, socarronería e injurias. El blanco de cada palabra, de cada gesto, de cada caricatura tenía un nombre: Leonidas Plaza Gutiérrez. Dicen que… En una ocasión el periódico con que Manuel J. Calle atacaba sin piedad a Plaza, no salió a circulación. El presidente supo que su ausencia era porque el “Tuerto” Calle no tenía dinero para comprar el papel… Entonces ordenó que le faciliten, desde el propio gobierno, las resmas necesarias para su impresión. Que sea verdad o no este “decir…” ya no tiene importancia, en su expresión formal. No es más que parte del atuendo con que, en ciertos momentos, se vestía una época. ¿Y hoy? Sólo enjuiciamientos, cárceles y persecución… También amenazas y chantajes…

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  1. …Debemos ser solidarios y fraternos, dejar a un lado envidias y rencores, buscar el bien común, respetar el destino universal de los bienes …

    DE ACUERDO DEBES DEJAR LA ENVIDIA QUE LES PRODUCE EL PROCERATO DE QUITO.

    Te enviare dos revistas si me das una direccion.

    JFM

  2. Mis saludos querido José Fernando, estoy de acuerdo ya que el Gobierno debe fomentar la producción y el empleo y no el caos y el relajo.

  3. Eso le ocurre a los gobiernos que por ganar adeptos ofrecen el oro y el moro a grupos diversos pero al lograr sus propósitos y se montan en el potro (como decimos los montubios), ahí les pesa todas las ofertas dadas y la palabra empeñada a estos grupos, UNE, MPD,INDÍGENAS, todos en su momento apoyaron al candidato Correa para ganar las elecciones cuando competía con Alvarito

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