25 abril, 2024

¿Miedoso o Cobarde?

El miedo es una sensación desagradable que se experimenta con angustia, inquietud y temor frente a una determinada situación.El individuo la siente como una emoción fastidiosa de inquietud interior y por el contrario de lo que se supone, esta desagradable conmoción desarrolla una actitud positiva como respuesta a su control y superación.

El ser humano tiene miedo de todo aquello que no puede comprender. Antiguamente los que poblaban la tierra le temían al sol, la luna y a la erupción de los volcanes. Incluso los eclipses lunares le generaban miedo, aunque hoy sabemos que estos solo eran eventos de la naturaleza sobre los cuales el humano de ese entonces carecía del conocimiento científico para su explicación.

Como resultado del enfrentamiento al miedo, quién lo experimenta genera como respuesta una actitud positiva.

El miedo es una manifestación inconsciente no planificada. Si un ladrón nos amenaza con una pistola para robarnos y matarnos; sentiremos miedo. En una fracción de segundos y como consecuencia de los insultos y gritos del delincuente para amedrentarnos, nuestra inmediata reacción al inesperado suceso es sentir un intenso miedo. Pero si enfrentamos a ese miedo reaccionaremos positivamente para forcejear con el ladrón, quitarle el arma y salvar nuestra vida para retener las pertenencias que pretendía robarnos.

Nuestro miedo a protestar…

Vivimos limitados por el temor de que nos hagan algo. El miedo es lo que más nos daña. Cuando por el miedo dejamos de hacer lo que debemos y renunciamos a nuestros derechos, nuestra conducta se convierte en una sistemática cobardía de aceptación.

Pensar que nos pueden hacer algo por lo que decimos o renunciar a decir lo que pensamos por el temor a las represalias, es una esclavitud que coarta nuestra libertad. No poder decir lo que pensamos, nos convierte en subyugados.

Cada ser humano tiene una razón para su propio temor. El pánico es parte de la naturaleza humana. Nuestras flaquezas son inherentes a la condición mortal que poseemos.

Tener miedo no es un signo de debilidad. Es nuestro reconocimiento intelectual hacía una debilidad humana. Sabernos poseedores de temores nos convierte en seres ubicados en su verdadera dimensión.

Mis razones para pintar…

Dios me ha bendecido con diversos dones que inmerecidamente poseo.Me ha dado una inteligencia práctica para sobrevivir, una facultad para pintar y una facilidad para escribir.

Hay tres grupos de personas que ven los cuadros de un pintor. Hay un minúsculo conjunto seres que son los críticos de arte, que conocen de pintura pero no saben pintar. Otro grupo pequeño son los coleccionistas. Sin saber de arte, compran pinturas para presumir. Pero hay otro grupo mucho más numeroso, que está compuesto por la gran mayoría de personas que reaccionan negativa o positivamente frente a un cuadro; pero reaccionan.

Un pintor es aquél que despierta los sentimientos, emociones o sensaciones de aquellos que miran lo que pintó.

La pintura no es una distracción. Es como el aire para respirar. Constituye una de las principales razones para fundamentar el propósito de mi existencia.

El derecho de uno vale mucho menos que el derecho de todos…

El país se ha convulsionado con la noticia de que el Ecuador posiblemente dará asilo político a Edward Snowden.

Lo hará según esgrimen sus voceros, porque se ha violentado los derechos del ex miembro de la CIA.

Al mismo tiempo por este embrollo, en una rueda de prensa el ministro ha rechazado en forma unilateral e irrevocable al ATPDEA, que es el tratado de preferencias arancelarias que EEUU tenía firmado con nuestro país para que los productos que exportamos, no paguen impuestos en su totalidad y de esa manera puedan competir con los productos de otras partes del mundo que si pagan esa totalidad de esos impuestos y sean más caros que los nuestros en EE.UU.

Dentro de los argumentos usados para rechazar este tratado que únicamente nos beneficia, se esgrime que la soberanía del país no se negocia y por ello el país no acepta presiones, imposiciones o condiciones etc.

Al que le cae el guante, que se lo chante

Al perverso que le caiga el guante; que se lo chante. Un individuo que se alegra del dolor ajeno es un mal sujeto. Un sujeto que ponga como ejemplo el haber causado ese dolor; es un perverso.

Cualquiera que tenga alguna autoridad y abuse de ella, no puede estar contento con el dolor causado por esa autoridad y mucho menos si es provocado por el abuso de esa autoridad.

Hasta los peores tiranos cuando han sometido a sus opositores, les guardan los honores y jamás se burlan de ellos.

Cuando un abusivo vence a su enemigo y pone de ejemplo a su derrota, es un perverso.

La esclavitud de expresión…

Nadie puede reclamar un derecho para sí mismo, sin reconocer primero ese mismo derecho para los demás. Nadie puede sentirse injuriado por un insulto, si quién se siente injuriado injuria primero a los demás.

La libertad es la facultad que tiene el ser humano para poder actuar sin obstáculos. La ejerce cuando tiene el pleno albedrío para ejecutar sus decisiones. La facultad de expresar libremente nuestras convicciones, es la libertad de expresión.

La libertad de expresión es un derecho que solo le compete al ser humano y su conciencia. La privación de ella o su limitación es la esclavitud.

Esclavo es quién no disfruta de la libertad para expresar sus pensamientos y vive prisionero de aquello que le imponen. El derecho de las personas es inherente a su propia naturaleza. No se puede declarar a un derecho natural como un servicio público para ser regulado como tal.

El perfil psicológico del psicópata…

Son individuos de pensamiento acelerado.

Las ideas les fluyen dentro de su mente en forma incontrolable hasta llegar a la fuga de las mismas.

Dicen cosas inconvenientes por que no las razonan. Su pensamiento es expresado con una verborrea imparable.

Muchas veces incoherente, actúan contrario a lo que piensan y aquello que dicen es lo primero que les pasa por su mente. No saben callar ni respetar el pensamiento ajeno.

El contenido de su juicio es aparentemente lógico, pero mantienen rasgos paranoides evidentes.

El pensamiento paranoide se caracteriza por un predominio de ideas que los vuelven seres con una excesiva suspicacia. Constantemente viven bajo la obsesión de que les quieren hacer un complot para asesinarlos o derrocarlos y se sienten asechados.

Su pensamiento está gobernado por ideas de daño, perjuicio y persecución.

Tienen una obsesión fanática que nubla su juicio lógico.

El megalómano…

La megalomanía es una enfermedad psiquiátrica que se caracteriza porque el individuo que la padece tiene la convicción de que todo lo que dice, piensa o hace es grandioso.

Es sufrida por individuos vanidosos con un sobre valorado ego que tienen un marcado complejo de superioridad.

El megalómano siente desprecio por los demás; los ve como seres inferiores.

Es tan grande su egolatría, que se refieren sarcásticamente contra todo ser que no sea él mismo. En su interior es un medroso que oculta un verdadero complejo de inferioridad y como mecanismo de defensa de su debilidad; agrede.

En otras palabras, en su interior es acomplejado, frustrado y miedoso. Por el miedo a ser superado, ridiculiza a todo ser del que se sienta amenazado. Con sus acciones lesiona a todos los que él cree que le son una amenaza para su ego.

La legalización de las drogas…

Esta descabellada propuesta nace del gobierno. Aduce como su principal argumento, que si no se puede luchar contra el consumo de las drogas, se debe legalizarlas.

Si ese fuera un razonamiento lógico que justifique la legitimación de un crimen; también habría que legalizar el sicariato, ya que no se puede luchar contra los sicarios.

De igual manera debería legalizarse el secuestro exprés porque no se lo puede controlar. Por la incapacidad para controlar el crimen; también se debería legalizar el crimen.

Pero al margen de discutir sobre la incapacidad para combatir el narco tráfico y la legalización del consumo de las drogas, veamos que hace neurofisiológicamente este consumo.

Para su correcto funcionamiento, el cerebro utiliza la actividad productiva de sus lóbulos cerebrales. El frontal sirve para pensar, moverse y hablar. El temporal controla los impulsos, la agresividad, el juicio y la memoria. El parietal las sensaciones. El occipital la visión.

El Cielo en la Tierra

Recuerdo que era muy joven e inmaduro.

Estaba asustado y no comprendía la inesperada responsabilidad de ser padre.

Mi hija había nacido y no estuve presente cuando lo hiso. Al llegar a la clínica me dieron la noticia de que había nacido y me llevaron al cunero para que la vea.

No sabía que hacer o cómo actuar.

Lo que si estaba seguro es que actuaba de cualquier manera, menos de la correcta manera.

El falso machismo que culturalmente traía imbuido en mí conducta, me hacía sentir desencantado por la noticia de que había sido una mujer el hijo que había esperado.

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