El pega mujeres…
En la vida tenemos que actuar dentro de los parámetros establecidos para aquello que
representamos. Debemos ser mucho más cuidadosos en nuestro accionar, si personificamos con nuestro cargo a
un país mediante nuestra imagen.
Un cardenal de la iglesia católica por ejemplo, no puede estar ebrio y farreando con dos
prostitutas en una discoteca. Él no se representa así mismo. Con su investidura simboliza a la iglesia y con su accionar es el símbolo de lo que este cuerpo colegiado significa.
Un policía que cuida a un banco no puede ayudar a robar el mismo banco a los ladrones.
Un embajador ha sido noticia mundial por haberle dado golpes a una mujer en un supermercado. Independientemente de quién sea el agresor o el agredido, un funcionario que ostenta la representación nuestra, no puede actuar por sus propios intereses y peor caerle a golpes a una mujer por muy agredido que se sienta.