28 abril, 2024

Al que le cae el guante, que se lo chante

Al perverso que le caiga el guante; que se lo chante. Un individuo que se alegra del dolor ajeno es un mal sujeto. Un sujeto que ponga como ejemplo el haber causado ese dolor; es un perverso.

Cualquiera que tenga alguna autoridad y abuse de ella, no puede estar contento con el dolor causado por esa autoridad y mucho menos si es provocado por el abuso de esa autoridad.

Hasta los peores tiranos cuando han sometido a sus opositores, les guardan los honores y jamás se burlan de ellos.

Cuando un abusivo vence a su enemigo y pone de ejemplo a su derrota, es un perverso.

Las razones por las que estos individuos celebran el dolor que causan son varias: Perversidad, venganza, complejos de inferioridad y personalidad psicopática.

A continuación les transcribo textualmente lo que dice el libro de psiquiatría del maestro Agustín Caso Muñoz: personalidad paranoide es una anormalidad caracterizada por un exagerado amor así mismo; una anormal susceptibilidad, una sensibilidad excesiva principalmente a las contrariedades.

El que la padece se siente humillado y desairado.

Defiende en forma exagerada y agresiva sus derechos personales e interpreta en forma equivocada las acciones de las personas.

El paranoico megalómano siempre se refiere en exceso a sí mismo. Sus méritos personales los considera superiores. A menudo son agresivos y conflictivos por cualquier motivo. Son violentos y defienden sus derechos en forma insistente. Son suspicaces, desconfiados, sarcásticos, con permanente tendencia a hablar mal y peyorativamente de las personas. Son sujetos que tienen malas relaciones interpersonales.

Las personas que los rodean con frecuencia se alejan de ellos o si permanecen a su lado es por conveniencias. Esto les aumenta la suspicacia y la desconfianza y los lleva a tener nuevos problemas. Se vuelven litigiosos, promueven pleitos, se exaltan y pierden el contacto con la realidad.

La personalidad explosiva se caracteriza por la inestabilidad del humor. El enfermo se exalta. Presenta exabruptos del todo desproporcionados al menor estímulo. Las explosiones desmedidas pueden ser de ira, odio o violencia física.

Los sujetos que padecen de esta psicopatía, son catalogados como de personalidad agresiva, por ser la agresión una de sus principales manifestaciones. Sin embargo, el que padece de personalidad explosiva, puede aparentar ser amigable, sonreír constantemente y parecer bien ajustado en la sociedad, cuando no existe o no se presenta un motivo de stress.

El explosivo responde al stress con un exabrupto o con una agresión física. Síntomas de esta naturaleza evidencian la distorsión de valores del megalómano y algo peor, son los rasgos de la personalidad de quién con sus incoherencias pone en peligro la seguridad ciudadana de la sociedad.

El abuso de autoridad vulnera los derechos ciudadanos tanto como lo hace la delincuencia. Ambos destruyen al individuo a través del miedo y la zozobra que producen en los ciudadanos comunes. El temor que se siente es igual en los dos casos. Da lo mismo ser lesionados por un delincuente o lesionados por el abuso de poder.

Quién lidera a un conglomerado de personas, representa a todas las personas. Estos autócratas son una lacra en la historia de los pueblos y la razón de los levantamientos populares. Son los responsables de la sangre derramada por aquellos que se cansan de la tiranía que les ha sido impuesta. Los perversos jamás van a rectificar su conducta; clínicamente les es imposible.

No existe tratamiento alguno para su cura. Se debe impedir que nos lesionen. No es cuestión de tolerar que nos hagan lo que les dé la gana.

Estos individuos dividen a las personas con la imposición del miedo. Mantienen enfrentadas a las clases sociales a base del temor impuesto por el castigo a quienes no se les someten. Lo logran por la indiferencia de los cómodos y el sometimiento de los cobardes. Hacen que la gente agache la cabeza por el miedo a las represalias. Generan sensaciones de impotencia que llevan a no hacer nada y aguantar. Incluso los que hoy aplauden a los perversos, tarde o temprano serán también perjudicados.

Solo es cuestión de tiempo y espera para que lo sepan.

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Contestación a una Falacia

En días pasados el Sr. Juan Paz y Miño, historiador quiteño, Secretario del Comité Pro-festejos del Bicentenario del 10 de agosto, procedió a criticar de manera dura y apresurada la obra titulada “LA HISTORIA DE GUAYAQUIL”, escrita por nosotros hace más de cuatro años, publicada, en aquel entonces, como “El libro de Guayaquil” y reeditada, de manera comprimida, con el título “La Historia de Guayaquil”, para ser entregada de manera gratuita por el Municipio de la ciudad.

La obra en mención, que ha puesto finalmente en valor la historia de Guayaquil y de su región de enclave, fue escrita basándose en una profusa documentación bibliográfica que parece no conocer el Sr. Paz y Miño, quien apresuradamente, ha manifestado su desacuerdo con lo que se dice en la obra, particularmente en lo que se refiere a la riqueza que nuestra región poseía hace 10000 años y gracias a la cual los grupos nómadas que llegaron a ella procedieron a sedentizarse.

No hay comentarios

  1. excelente su comentario y esta mas claro que el agua, es lo que estamos viviendo los ecuatorianos que no estamos de acuerdo con esta absurda revolucion ciudadana

  2. Totalmente de acuerdo sin ser psiquiatra. Es que no podemos pedirle peras al olmo. La solución como ya expresé es una beretta, y hacemos sanidad.

  3. Miguel….su articulo describe con total exactitud a uno que yo conozco. Es que le va como anillo al dedo.Ojala muchos que creen en el pudieran verlo como lo veo yo. Felicitaciones.

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