26 abril, 2024

Pamplinas de que vivimos en Democracia

La democracia es compartir la voluntad de pueblo y respetar el mandato recibido con los votos que se recogieron con doble discurso plagados de mentiras.

Los que ahora están en el poder, son “Socialistas del Siglo XXI”, membrete con que se quiere tapar los términos de comunistas, o fascistas que les han quitado el nacionalismo a su ideario y reemplazado por remate al auto elogio y al lleve.

El problema es que en Sudamérica, han iniciado hace ya varios años una guerra contra el pueblo, ahora los poderosos no necesitan las armas, ahora nos matan lentamente y con más sufrimiento, con su política de reconquista, robándonos los derechos que habíamos conquistado, durante siglos de lucha contra la Burguesía.

Yo creo que el Modelo de Política debe cambiar, porque es EVIDENTE que es DICTATORIAL, AMORAL Y ESCLAVISANTE. Suficiente de convivir con la corrupción político-económica y ahora “monárquica” también.

Han ROBADO a los ciudadanos para enriquecerse, y planean perpetrase como infame herencia que se le deja al PUEBLO ECUATORIANO que soporta deudas y ventas adelantadas de su futuro.

O lo rechazamos todos por un Ecuador progresista y sobretodo restableciendo la autonomía y calidad idónea de sus Estamentos.

Es esencial recuperar un Justicia verdadera y autónoma.

En el año 2001, tuve la oportunidad de conocer de primera mano a estudiosos y sociólogos que habían estudiado varios Estados o Municipios, también cifras de Universidades y de las grandes empresas informáticas.

Algunas ciudades en otros países (Una de México) con la ayuda y nuevos sistemas habían bajado el robo de un 68% a 42% y seguían en la lucha de perfeccionar las transacciones para volverlas lo más honestas posible.

Por vergüenza ajena no listaré las grandes metrópolis sudamericanas dónde los índices de desfalco eran abrumadores e incluso buscaron hacer negocios con los consultores; cierto era que habían lugares en África y países del Lejano Oriente en que se evidenciaban el apropiamiento del poco (o mucho) dinero nacional.

Ecuador, lean ustedes las denuncias y vean las pruebas ¡Hasta el papel higiénico tiene destinatario especial!

Del Gobierno central hay acusaciones bárbaras, con pruebas contundentes, por la que los denunciantes van presos o son arruinados.
Hace falta un cambio de mentalidad, pero radical, para dejar de votar a los mismos de siempre que siempre roban, mienten, y ni nadie se salva ya de casos de corrupción.

La Rapacidad esta igualmente dirigida a los estudiantes que en el calor de su juventud buscan su ideal o su disgusto; pero, son enfrentados por Policías vestidos como héroes de guerras intergalácticas y por “estudiantes” traídos de otros sectores entre los cuales están infiltrados fuerzas experimentadas de choque, seres (muchos de ellos importados) que sirven al mejor postor.

Claro, los estudiantes con su sentido de ecuanimidad, sus voces y carteles, son sometidos y mandados a las prisiones que son las aulas de la delincuencia.

Pero, ¿quiénes se lo permiten? Se lo permiten esos gobernantes que la dicen a todo que sí con sus orejas de borrego caídas y ¿quién se lo ha permitido a estos a la vez? LOS VOTANTES.
El pueblo por un mísero bono que cada vez se reduce más ante la arremetida de costos se va adaptando, Dictadura suena muy duro. Todo se va adaptando al poder.

Puedes, fumar marihuana, ser irresponsable, robar y no pasa nada; ser el más rufián de la calle, y no pasa nada. ¿Esto es democracia?

Pero si te capturan poniéndole mala cara a SE, se te cae el pelo y no sales de la cárcel por no haber hecho nada.

Luego están los de arriba (los enchufados como se dice en Venezuela) mantienen que lo negro no es blanco nos dicen. Aseveran que lo que tienen es todo limpio y ellos hacen todo esto es transparencia y democracia.

Sin embargo, lo negro sigue negro y en la oscuridad. Tu voto es uno, que es ninguno, así lo dicen. Algunos tienen doble voto y doble moral.

Pero lo dictado por ellos, no lo puedes cambiar porque lo tienen muy bien dictado y amarrado.

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No se ganaba en Guayaquil un rumboso título de TUNANTE, por los años de 1700, quien no había seguido siquiera una vez a la TAPADA, en alta noche por los callejones y vericuetos por los cuales llevaba ella a sus rijosos galanes.

Nunca se la veía antes de las doce, ni jamás nadie oyó, en la aventura de seguirla, las campanadas del alba a las cuatro de la madrugada.

¿De dónde salía la tapada? Nunca se supo; pero el trasnochador de doce y pico que se entretuviese por alguno de los callejones, de Alonzo o la Cruz, del Ahorcado o la Valeria, el Descomulgado o la Curtiembre, por Chíguere o la Encrucijada, y pasando las ruinas de la Muralla por donde hoy es Junín, tomase hacia el Bajo, de seguro que el rato menos pensado tenía andando delante de sí, a dos varas invariables, siempre como al alcance de la mano pero nunca alcanzable, a una mujer de gentilísimo andar, cuerpo esbeltísimo, y que aunque siempre cubierta la cabeza con mantilla, manta o velo, revelaba su juventud y su belleza y a cuyo paso quedaba un ambiente de suavísimo perfume a nardos o violetas, reseda o galán de noche.

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