29 abril, 2024

Opinión

Entre el Cáncer y el Sida (2)

Esta primera etapa del proceso electoral que acaba de concluir el Domingo 10 del presente mes, ha sido bastante atípica en lo que al entorno latinoamericano se refiere pues han sido cinco los candidatos que han ido alternándose en las preferencias de los electores. Aunque a la luz de la teoría política, no hay de qué sorprenderse pues no cabía esperar otra cosa con una tendencia consolidada tras un solo candidato y la otra fragmentada en 4 candidaturas. El resultado era obvio.

Los cuatro candidatos de la línea de centro-derecha y derecha, subestimando claramente al representante de la otra tendencia en base a encuestas cuya calidad y seriedad ha dejado muchas dudas más allá que razonableitas, se dedicaron a fagocitarse entre ellas, criticándose duramente, con excepción de la candidata Fujimori que mantuvo un perfil distinto, con prácticamente ningún ataque a sus opositores, aún cuando por representar lo que representa, a ratos recibió ataques muy fuertes. Se olvidaron que toda tendencia desunida, siempre será vencida.

Entre el Cáncer y el Sida (1)

Con esta dura frase, pronunciada pocas semanas antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales peruanas, el escritor peruano Mario Vargas Llosa definió lo que a su juicio significaría una eventual final entre Ollanta Humala y Keiko Fujimori. Aunque la frase es ciertamente desatinada por el irrespeto que implica para aquellos que sufren de estos penosos males, refleja con claridad el sentir de muchos peruanos, para ser más preciso, del 53% de los votantes que no respaldaron en la primera vuelta a los dos finalistas.

El entorno dentro del cual se están desarrollando estas elecciones, es bastante parecido al de otros países de la región. En lo político, crisis casi terminal de los partidos tradicionales, (todos prácticamente “difuntos” con excepción quizás del APRA cuya supervivencia está por verse y dependerá del futuro trabajo de Alan García), con una prensa muy crítica del sistema especialmente contra el Congreso que es prácticamente la institución más desprestigiada del Estado; finalmente, un poder judicial casi tan desprestigiado que el legislativo, en el que nadie puede confiarse y del que dicen muchos, que produce cualquier cosa menos Derecho y Jurisprudencia. Se puede aseverar que la antipolítica llegó también al Perú, quizás antes que a otros países en la que aparentemente este fenómeno ha hecho más “bulla” como Argentina, Venezuela, Ecuador, etc. Acá llegó casi en silencio, allá por 1990 cuando el pueblo escogió en las urnas a un “outsider” total, un desconocido rector universitario de nombre Alberto Fujimori que en pocas semanas arrasó con el candidato favorito, (Vargas Llosa), y se llevó la Presidencia. 11 años después, en el 2001, nuevamente el voto “antisistema” se impuso, y ésa vez el beneficiario fue un casi desconocido Alejandro Toledo.

Somos Hombres

Somos hombres, simplemente somos seres humanos. ¡Cuánto nos falta para ser santos! La integridad es esa maravillosa virtud que nos permite, gracias a la templanza, mantenernos en la palabra, actuar como si siempre estuviéramos siendo observados por todos, que lo que pensamos, decimos y hacemos sea congruente siempre.

Cuánto debe haber sufrido Pedro al recordar las palabras de Jesús cuando cantó el gallo. El temor, el pensar que es mejor ocultar la verdad para poder lograr algo, entristeció e hizo llorar amargamente a Pedro, nuestro primer Papa.
¡Cuánto hemos hecho nosotros los humanos llorar a Jesús! “Tú eres piedra (Pedro) y sobre ésta piedra edificaré mi Iglesia.” ¡Cómo hemos ido desmembrando nuestra Iglesia que es UNA, Santa, Universal, creando otras Iglesias!

Carta de la embajadora

La embajadora Heather Hodges se despide del Ecuador diciéndonos entrelíneas que no guarda resentimientos, que son gajes del oficio, que se lleva gratos recuerdos y la mejor de las impresiones del país y de su gente, que somos “un pueblo que quiere trabajar y mejorar su futuro, que ha tenido contacto con muchas personas maravillosas que continúan buscando hacer de su vecindario, de su ciudad, de su país y este mundo, un poquito mejor que antes”. Nos anima e indica que “desde los propietarios de los pequeños negocios que trabajan largas horas para mejorar la vida de sus hijos, pasando por los muchos funcionarios leales, en todos los niveles que buscan formular e implementar un cambio positivo para su gente, hasta los periodistas y los medios de comunicación que saben que su trabajo es mantener a los ciudadanos informados y proporcionar vías para las vibrantes y diversas opiniones que hacen una democracia saludable y fuerte”.

Agradecemos sus buenos deseos para un mejor futuro. Esperemos que los informes de su misión minimicen, para el bien del Ecuador, la magnitud del grave error de nuestro Gobierno que, al haber reaccionado en forma precipitada y con una drasticidad innecesaria, no dejó espacio a la contraparte para ofrecer explicaciones ni resolver inteligentemente este impasse.

El alcalde Jaime Nebot

No se puede ser extremadamente inteligente y vivir a cuenta de ello intentando pasar desapercibido con semejante carga política adversa, haciéndose el tonto frente a miles de ojos que están pendientes de lo que un líder resuelva. Si lo hace, deja de ser líder. El que Nebot sea tan inteligente no significa que todos sus seguidores sean necesariamente tan cojudos. Creo que ahí resumo mi pensamiento sobre la encrucijada que se le presenta a este personaje cuando las circunstancias le están siendo tan difíciles de sortear sin asumir los altos riesgos que una lucha frontal pero desigual implica.

Nebot está casi tres décadas en la cúspide y en la cresta de la ola. Es difícil mantenerse allí, más aún cuando parece que esta vez se trata de un tsunami generacional el que sacude la tranquilidad de este país ya de por sí congénita y políticamente caótico. Muchos reclaman al Alcalde de Guayaquil que se ponga al frente de una contienda electoral elaborada en desigualdad de condiciones y de forma tan apañada y camuflada en cuanto a la perversidad que encierra. No se trata de una Consulta Popular simplemente para saber si nos gusta o no los toros, los gallos, sino lo que se amarra en la oscuridad de la media noche. Se está apostando a la perpetuación en el poder omnímodo de un solo ser humano dispuesto a morir en el empeño, y no como otros que sólo lo dijeron. Nebot lo entiende, y prefiere esperar que la ruleta de la suerte le favorezca para no declarar una guerra perdida. Luchando a veces se gana, sin luchar siempre se pierde.

Porqué creo en Dios

Creer en Dios es fácil. Basta un simple razonamiento para que el hombre, consciente de su realidad, acepte que tiene que haber un ser superior, una fuerza poderosa que creó, con inteligencia y con amor, todo lo creado. Con inteligencia, para haberlo hecho tan maravilloso. Con amor, para justificar los errores que ha permitido, porque sólo un Creador amoroso, pudo dejar en manos de un ser egoísta y vano, como es el hombre, el libre albedrío.

Es comprensible que el megalómano, el soberbio, el prepotente, piensen que no es posible que haya alguien superior a ellos y duden de la existencia de Dios. Es factible también que las personas que tienen sus metas en lo material, se encuentren tan a gusto con sus logros que el simple hecho de pensar en otra vida mejor que la actual, les parezca absurda. Alguien comentaba que para ciertos políticos es imposible imaginar un mundo mejor que el que viven.

Impasse diplomático

Bien podríamos llamarlo “Bochorno diplomático”, el que acaba de cometer nuestro Gobierno, al tratar todos los actos visceralmente con fines políticos soterrados y, sobre todo, contando con la ignorancia de los principios diplomáticos, desde todos los ámbitos internacionales, sean éstos Convenios, Tratados, Conferencias, etc.

Quienes hemos estudiado y vivido la Diplomacia, sabemos que, sobre las emociones, está el Derecho que, en este campo, requiere del manejo diplomático para lograr los resultados que toda relación internacional persigue.

Hago mención al Convenio de Viena, por el que se rigen las relaciones de todos los estados que, como Ecuador, lo han suscrito, firmado y ratificado desde 1964 y que bien hubiera valido ser analizado para no salir con eso de la “ofensa a la dignidad y el honor del Presidente”

Art. 2 literal D.

“El Representante diplomático del estado acreditante debe enterarse por todos los medios lícitos, de las condiciones y de la evolución de los acontecimientos en el Estado receptor e informar sobre ello al gobierno del estado acreditante”

Iluminemos a los demás con nuestras obras

“¿Por qué es que un hombre bostezando hace que otro también bostece?”

– Robert Burton –

La frase arriba expuesta nos muestra la gran importancia del buen ejemplo. Edmund Burke dijo que el EJEMPLO es la escuela de la Humanidad. Esto es cierto en todos los casos. La verdadera educación que se les debe dar a los jóvenes, en los tiempos actuales, no es una en la que tengan que memorizarse una montaña de datos. La verdadera y quizás la única instrucción que se le va a quedar grabada a un joven es la del ejemplo que vea en sus maestros (y estos maestros no sólo son sus profesores, también lo son sus padres, hermanos, amigos, compañeros, etc.).

Pero debemos ir más allá todavía, al plantear que un maestro debe no sólo ser ejemplo para el alumno, sino que debe hacer que ese alumno sea consciente que a su vez él mismo es ejemplo para otros.

Nuestro ayuno

“Me dicen todos los días: ‘¿Para qué ayunamos, si tú no nos ves? ¿Para qué nos sacrificamos, si no te das por enterado?’ Es que el día en que ustedes ayunan encuentran la forma de hacer negocio y oprimen a sus trabajadores. Es que ayunan, sí, para luego reñir y disputar, para dar puñetazos sin piedad.” Isaías 58, 1-9

El mensaje del ayuno es de sacrificio. ¿Sacrificio hacia quién? Hacia Dios por el amor que le debemos sobre todas las cosas y hacia el prójimo que hay que amarlo al igual que a nosotros mismos. Lo más revolucionario que dijo Jesús. Porque ambas frases estaban en el Antiguo Testamento, pero Jesús transforma ese sacrificio en amor. Por amor hay que hacer obras que ayuden a los demás. Por amor hay que hacer sacrificios hacia Dios para no olvidar a quien debemos nuestra obediencia.

La Paz en Máximas – Parte IX

ASIA

Mahatma Gandhi

No hay camino para la paz. La paz es el camino

La verdad es totalmente interior. No hay que buscarla fuera de nosotros ni querer realizarla luchando con violencia con enemigos exteriores

Cada quien tiene que hallar la paz interna para que la paz sea verdadera.

La paz no es la ausencia del conflicto sino la capacidad de concebirla. La paz se recompensa sola.

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