¡Bombero!…
Mi querido hermano de corazón Mario Mártire era el segundo jefe del cuerpo de bomberos de la ciudad de Guayaquil.
En un viaje que hicimos a la sierra hubo un cortocircuito y un palo se estaba incendiando, por lo que sin darme cuenta del riego que esto implicaba me trepé hasta lo alto de lo que se quemaba para evitar que todo se queme.
Mario pensó que detrás de este hecho se ocultaba un bombero potencial y cuando regresamos a la ciudad de Guayaquil, me llamó para decirme que me había hecho bombero y estaba en la compañía bajo su mando.