2 mayo, 2024

Soleá del amor generoso

Siguiendo con las Soledades de Manuel Benítez Carrasco. Quiero presentar ahora, su
Soledad del amor generoso:

Soleá del amor generoso
Manuel Benítez Carrasco

Todo es cuestión de hidalguía,
tú me lo negaste todo,
yo te di cuanto tenía.

Ni un suspiro a mi cuidado
contestando a mi suspiro;
fuiste de duro zafiro
siendo de vidrio quebrado.
Ni un rosal viejo y gastado
merecí de tus antojos,
sólo me diste despojos
de tu zarzal y tu roca,
que me sangraron la boca
y me cegaron los ojos.

Soleá del amor desprendío

Ya hemos hablado de Manuel Benítez Carrasco, español que vivió en Guayaquil allá
por 1950.

Disfrutemos ahoa de una de sua hermosas soledades: La soledad del amor
desprendido:

SOLEÁ DEL AMOR DESPRENDÍO
Manuel Benítez Carrasco

Mira si soy desprendío
que ayer, al pasar el puente,
tiré tu cariño al río.
Y tú bien sabes porque
tiré tu cariño al río.
Porque era hebilla de esparto
de un cinturón de cuchillos.
Porque era anillo de barro
mal tasáo y mal vendío
y porque era flor sin alma
de un Abril en compromiso,
que puso en zarzas y espinas
un fingimiento de lirios.

Los consejos

“…Cualquiera tiempo pasado fue mejor.”

Jorge Manrique

Fuera de nuestro nunca bien ponderado Prócer de la Independencia, poeta eximio, hombre público brillante y orador de extraordinarias cualidades, Don José Joaquín de Olmedo y Maruri, han habido varios grandes poetas y autores que han llenado miles de páginas de consejos, de escritos edificantes, destacando la moral ya sea en la forma de fábulas o cuentos, versos, y varias otras expresiones artísticas, los que sirvieron, en esa ya lejana época cuando la gente que aspiraba llegar a ser algo por esfuerzo propio, pudiera enriquecer sus mentes con lecturas morales, o con escritos y poemas románticos, caballerescos, espirituales, reflexivos, así como ahora buscan desesperadamente las noticias del Extra, las novelas escabrosas y tantos otros escritos basura que no dejan nada positivo para el alma (hay, por supuesto muchas obras extraordinarias, de verdadero valor, pero cada vez es más difícil escoger lo que vale la pena y lo que no vale la pena ser leído).

Romance del acabose

Otra hermosa poesía de José Antonio Ochaíta es el “Romance delo acabose” que leeremos a continuación:

ROMANCE DEL ACABOSE
José Antonio Ochaita

Todo esto puede acabarse
del modo que te convenga.
Yo te prometo colgarme
en el pescuezo una piedra
y a echarme de noche al río
sin que tú misma lo sepas.

Yo estoy dispuesto a cargar
con la pólvora más negra
un cachorrillo de hierro
y que las sienes me muerda.

El cofre y la joya

Cierta vez un Príncipe persa, recibió como regalo un hermoso cofre que guardaba en su interior un anillo con el diamante más fabuloso y perfecto que se haya encontrado en todo el mundo. Era un brillante puro, bella y delicadamente cortado, cuyo brillo hería la vista del que lo mirara.

El Príncipe que recibió el obsequio, quedó admirado por la belleza del cofre y lo guardó como un tesoro, puso a un lado el anillo con el brillante, del cual rápidamente se olvidó y todos los días admiraba fascinado la belleza, las líneas delicadas, los bellos grabados de la hermosa caja.

Pasaron los años, y el cofre, hecho de madera suave y hermosamente tallado, empezó a apolillarse y luego de otros años, prácticamente se deshizo un día en sus manos. El Príncipe entonces se acordó del anillo con diamante y por más que lo buscó, nunca pudo encontrarlo.

Los pecados capitales

José Antonio Ochaita, de quien ya hablamos, tiene otras hermosas poesías que merecen recordarse.
Vamos ahora a recordar otra de ellas. Vamos a ver “Los siete pecados capitales”:

Los siete pecados capitales
Autor: Jose Antonio Ochaita

Lo mismo que un San Jerónimo,
hueso, pellejo y raigambre,
llorando estoy en tu puerta
mis pecados capitales.

Los siete no…, los catorce,
que a catorce cientos saben,
que cada uno de los siete
que en el catecismo se abren,
se hicieron siete y setenta,
y setecientos azares.
Solo por tí, por el gozo
pecador de aprisionarte.

El plagio

Me preocupa mucho el cariz que está tomando el país con esto de los plagios y de las tesis doctorales.

Nosotros no hemos sido nunca un país que haya destacado por sus investigaciones. Hemos tenido varios hallazgos, la mayor parte de ellos fortuitos. Hemos tenido investigadores de talla y renombre, pero estos han sido la honrosa excepción a la regla.

¿A qué llamamos plagio? Si yo copio lo que otro ha escrito o dicho, ¿Es eso un plagio? Eso depende. Si yo lo pongo como resultado de investigación mía, y la teoría es de otro, por supuesto que es un plagio. Si yo escribo su teoría y la copio indicando la fuente de donde la he obtenido, y reconociendo la autoría de esa investigación, no estoy cometiendo un plagio, estoy dando el crédito correspondiente a la persona que hizo esa investigación, y estoy usándola para explicar mi teoría sobre ese tema, ya sea a favor o en contra de la idea del primer investigador.

Congruencia

La congruencia es elemental en la vida del hombre decente. Si no hay congruencia entre lo que pregono y lo que hago, no merezco ser considerado un ser humano, puesto que presento dos caras, una para los míos y otra para los de afuera.

Algunas personas han aprovechado este desagradable ejemplo de Pedro Delgado para acusar al Gobierno de actuar en forma incongruente, al haberle dado un puesto sin cumplir los requisitos necesarios para desempeñarlo.

Lo grave del caso es el parentesco con el Presidente y que no es solamente la gravedad de la falsificación de un título, lo agrava la mala actuación en el desempeño irresponsable de sus funciones, al menos, aparentemente, de acuerdo a los comentarios, que a Dios gracias, han sido vertidos por la prensa, ya que, si no hubiera prensa, los comentarios que hubieran serían muchísimo más graves, porque el chisme y las habladurías son peores que la prensa.

La medicina y el enfermo

Me gustan las personas que actúan de acuerdo con lo que pregonan, aunque crea que su criterio es equivocado. Pero no deja de darme pena cuando por la persistencia, esa persona se hace daño. Por este motivo, me entristece el precario estado de salud del primer mandatario venezolano. Mi esposa tuvo un caso mucho más grave de cáncer óseo y necesitó que se le retiren la segunda, la quinta y la séptima vértebras dorsales, las que fueron reemplazadas por cemento óseo y se le puso una varilla para sostener la columna. Busqué como Medico, al especialista con más experiencia en este tipo de operaciones y fui al Johns Hopkins Hospital, en Baltimore, USA. Las posibilidades de éxito eran remotas, y las de fracaso, incluyendo muerte, altas. Luego de la exitosa operación, se llegó a hablar de 9 meses de sobrevida. No necesitó silla de ruedas. A los nueve meses, viajamos a Medjugorje teniendo que correr para los cambios de avión, y llevó una vida feliz más de seis años después de esa operación.

Respeto mucho la medicina y a los Médicos de todo el mundo, pero creo que la experiencia y la práctica hacen a un buen cirujano, así como hacen a un buen deportista. Hasta el Médico más hábil puede fallar más si no tiene experiencia y más práctica en determinado tipo de intervención.

Como tratar a una mujer

De todo lo creado, la obra maestra de Dios es la mujer.

Si queremos conservar una obra maestra, debemos respetar ciertas normas que permitan que las atesoremos en la mejor forma.

Hay algo que debemos admitir y aceptar como una regla prácticamente sin excepción: la mujer es altamente competitiva con las otras mujeres y de un celo tremendo por esa causa. La mujer no se arregla para el hombre sino para ella misma y para las otras mujeres. Le gusta verse bien.

Otro axioma de la mujer es que es altamente sensitiva. Ante una actitud que uno podría considerar normal, ella puede reaccionar con un resentimiento extremo… Y mientras más engreída, peor.

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