26 abril, 2024

Soleá del amor desprendío

Ya hemos hablado de Manuel Benítez Carrasco, español que vivió en Guayaquil allá
por 1950.

Disfrutemos ahoa de una de sua hermosas soledades: La soledad del amor
desprendido:

SOLEÁ DEL AMOR DESPRENDÍO
Manuel Benítez Carrasco

Mira si soy desprendío
que ayer, al pasar el puente,
tiré tu cariño al río.
Y tú bien sabes porque
tiré tu cariño al río.
Porque era hebilla de esparto
de un cinturón de cuchillos.
Porque era anillo de barro
mal tasáo y mal vendío
y porque era flor sin alma
de un Abril en compromiso,
que puso en zarzas y espinas
un fingimiento de lirios.

Tiré tu cariño al río
porque era una planta sucia
dentro de mi huerto limpio;
tiré tu cariño al agua
porque era una mancha negra
sobre mi fachada blanca;
tiré tu cariño al río
porque era mala cizaña
quitando savia a mi trigo
y tiré todo tu amor
porque era muerte en mi carne
y era agonía en mi voz.

Tú fuiste flor de verano,
sol de un beso y luz de un día;
yo te cuidaba en mi mano
y en mi mano te acunaba;
y tú, por pagarme,
herías la mano que te cuidaba;

pero al hacerlo olvidabas,
tal vez por ingenuidad,
que te di mis sentimientos,
no por tus merecimientos,
sino por mi voluntad.

Yo no puse en compraventa
mi corazón encendío
y has de tener muy en cuenta
que mi cariño no fue
ni comprao, ni vendío,
sino que lo regalé.
Porque yo soy desprendío.
Por eso te di mi rosa
sin habérmela pedío;
porque yo soy desprendío
y doy las cosas
sin ver si se las han merecío.
Por eso te di mi vela,
te di el vino de mi jarro,
las llaves de mi cancela
y el látigo de mi carro.

Ya ves si soy desprendío,
que ayer, al pasar el puente,
tiré tu cariño al río.

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  1. Existe la poesìa para escuchar y recordar, existe la otra para leer y saborear. Y tambièn las hay, (las de ahora) que no gustan escucharlas, y se las lee para olvidarlas.
    La de hoy, aùn la recuerdo…

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