28 abril, 2024

Siempre estaré donde quiera que estés…

Los años pasaron; el tiempo llegó,
Ya debo partir…
Voy a trasladarme a un nuevo espacio; otro lugar,
No hay vuelta atrás, ni lágrimas que derramar

Debo reiniciarme en algún lejano sol.
No preguntes cómo, ni por qué,
Hay misterios que no puedo explicar…
Sé cómo terminará, no donde proseguirá.

La vida solo tiene sentido si la quieres continuar.
Candilejas de risas y prisas,
Delirio fraguado con sentimientos sucedidos…
Hipotecas archivadas de momentos tristes.

Historias de cada uno y vivir de cada quien,
Caminando los caminos alcanzamos los destinos.
Todo es cuestión de nostalgia y convicción,
Lo real es una ilusión de realidad…

De lo que queda, solo queda recordar,
Todo está contemplado en la velocidad del vivir.
La energía de mi yo continuará…
En algún despacio espacio nos volveremos a encontrar.

Mi partida no es una despedida…
Es un hasta que te vuelva a ver.
Solo cambia la apariencia,
Será como el cantar silencioso de un eco enmudecido…

Cerrando tus ojos en la noche me verás,
Te pintaré con el color de un arco iris,
Desde donde quiera que esté…
Siempre estaré donde quiera que estés.

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El brindis del bohemio

“Guillermo Aguirre y Fierro nació en 1887 en San Luis Potosí, México. Además de haber publicado una copiosa cantidad de poemas, trabajó como periodista y participó de diversos eventos poéticos en Ciudad de México. Entre sus numerosas obras se destaca “Sonrisas y Lágrimas”, gracias a la cual consiguió una gran popularidad. La misma se publicó por primera vez en 1942 y, aunque muchos de sus poemas ya habían aparecido en varios folletines, fue el punto de partida para que el nombre de Guillermo comenzara a girar en los círculos literarios del momento. Aguirre y Fierro falleció en Ciudad de México en 1949 y es considerado uno de los autores fundamentales de la literatura mexicana del siglo XIX.

Su obra más famosa se llama “Brindis del Bohemio”. La misma apareció en el libro citado anteriormente y se convirtió en el caballo de batalla del poeta, quien lo recitaba en todos los eventos líricos en los que participaba. Dicho poema puede considerarse un canto de honor al ambiente bohémico, en el cual se reflejan sus características, que lo convertían en un punto de reunión para compartir opiniones y darle a las palabras una importancia nunca antes vista. En este poema también podemos encontrar los elementos que no pueden faltar en ningún poema bohémico: el amor y la amargura.” (Poemas del alma)

De lo que no es mi propia sangre…

Necesito tu aliento para respirar…

Vivir o morir resultan sinsentidos si no está tu sentir

Mi conciencia solo es conciente si percibe para ti

Eres mi despacio espacio del sonido quedo…

Cada cosa que empiezo o termino, comienza y acaba por ti

De mi jardín eres el árbol más amado y desconocido

Eres una quimera de oquedades pardas que corono con ensueños y sueños

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