28 abril, 2024

Crecimiento exponencial de la migración ilegal

El gobierno federal y los estatales de Estados Unidos se han visto obligados a tomar duras acciones para parar el masivo ingreso ilegal diario de miles de familias de América Latina que viajan en las peores condiciones para llegar a la tierra de Washington en busca de un mejor futuro.

Los albergues y casas proporcionadas por gobernadores y alcaldes han sido insuficientes. Hoy viven en locales de varias instituciones públicas, incluso en las calles de numerosas ciudades. Es un triste espectáculo ver como madres, niños, jóvenes y adultos se han tomado las aceras.

En este año, 2 millones de ilegales han llegado a Estados Unidos, equivalente a dos terceras partes de la población de Guayaquil. A ese país arribaron decenas de millones de extranjero, pero durante décadas. 

Ecuatorianos viajaron a buscar futuro a Estados Unidos desde siempre. Es el caso del manabita Julio Santos Hevia quien se fue a estudiar en 1865, se graduó y quedó trabajando en ese país. En 1879 regresó como ciudadano estadounidense a Bahía a visitar a sus familiares. Sus hermanos estaban en contra del presidente José María Plácido Caamaño. Fue encarcelado junto con ellos y el negocio incendiado. Se los acusó de apoyar al movimiento revolucionario de Eloy Alfaro El gobierno de Estados Unidos demandó la inmediata liberación de Julio e indemnización. Caamaño contestó que no lo haría porque Santos era ecuatoriano. Recibió la respuesta que si no lo liberaba enviaría barcos de guerra para irrumpir en la cárcel y llevárselo. Finalmente fue liberado en 1885 y regresó a Estados Unidos. En 1893 el Gobierno de Ecuador tuvo que indemnizarlo con 40.000 dólares.

En el siglo siguiente, en los cincuenta familiares de amigos viajaron a buscar futuro y ocuparon cargos de oficinistas, a uno de ellos lo contrataron para vender productos en América Latina, vivía en la ciudad de Nueva York, pero se pasaba dos semanas al mes visitando varios países de nuestra región. Lograron alcanzar elevadas posiciones en las empresas donde trabajaron. A partir de los ochenta, comenzó a aumentar la migración de ilegales alrededor de 10 millones de personas por década y en décadas posteriores los números siguieron creciendo. Pero lo que está sucediendo actualmente no tiene precedente. Dos millones de latinoamericanos en menos de un año.

La gran ironía es que quienes emigran votaron por políticos populistas y “redentores” que se dedican a atacar a Estados Unidos y lo trágico es que lo siguen haciendo. Es muy difícil entender a América Latina, región que tiene más de 200 años tratando de encontrar su norte. ¿Cómo entender al presidente colombiano Gustavo Petro cuando está de acuerdo con la invasión de los terroristas de Hamás a Israel? Debería estar agradecido con Israel por la enorme ayuda que ese país ha prestado a Colombia. Cerca de 8.000 colombianos viven en Israel. ¿Qué pasará con ellos? Petro es de lo que hace responsable a Estados Unidos de la tragedia de América Latina.

Echar la culpa a otro de la incapacidad de uno. Pero así es América Latina.

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Sálvanos del mundo.

Recordando meses atrás al ganador del premio Nobel de la Paz:

Quién se podría imaginar que Barack Obama con pocos meses de haber ganado la presidencia de los Estados Unidos sea electo candidato al premio Nobel de la Paz con pocos días de ser considerado un hombre de cambio para el bien.

La decisión de darle un premio tan galardonado como el Nobel a alguien que hasta ahora no ha hecho nada concreto, más que dar esperanzas y lanzar palabras al cielo es arriesgarse a confiar en una persona desconocida con los ojos cerrados.

¿Cuál verdad, Elsie?

Verdad. Cuando en una república democrática (como dice ser el Ecuador) una comisión ad hoc conmociona a su sociedad con sus supuestos hallazgos, significa que ese país no cuenta con instituciones judiciales lo suficientemente estables que hagan bien su trabajo. La inoperancia de los medios de justicia son el fundamento de estas comisiones o veedurías.

Mentira. La comisión de la verdad que encabeza Elsie Monge Yoder no tiene atribuciones judiciales para perseguir a posibles responsables de los hechos que esa comisión considera delictivos o culposos. Los miembros de esa comisión no son jueces. No son fiscales. Sólo reportan lo que dicen que otros han visto, oído o dicho, reproduciendo, a veces, documentos que luego se verificarán en juicio. Inclusive – y bien hace diario El Universo en su editorial del jueves 24 de junio del presente año – la comisión de la verdad ha tomado insumos de las notas periodísticas de los medios de comunicación que hoy tenidos como perversos o corruptos por el mismo Gobierno Nacional que dio vida a la junta de la verdad.

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