La existencia de OVNIS es innegable, todos hemos visto en el cielo objetos que no hemos podido identificar, el cielo está plagado de aviones, satélites artificiales, instrumentos para la predicción de fenómenos naturales, asteroides, cuerpos celestes, luces que reflejan formas extrañas; eventos cotidianos de los cuales no encontramos explicación. Son encuentros cercanos del primer tipo.
Ante una falta de explicación a estos fenómenos, decidimos dejar volar a la imaginación asumiendo que son platillos voladores piloteados por seres extraterrestres que vienen para comunicarse con unos pocos elegidos, esos son los ufólogos, vendedores de misterios, arcanos y cuentos de hadas. Los billi, billi. Son encuentros cercanos del segundo tipo.
El siguiente paso de ingenuidad es creer en las abducciones, esto es, el acto en el cual uno o más seres extraterrestres toman contra su voluntad, a un ser humano desocupado lo secuestran y lo llevan a su nave. Ahí revisan sus órganos, preferiblemente sexuales, y eventualmente pegarles un palito de confianza usando el dedo como instrumento de placer. Algunas mujeres juran haber sido embarazadas por estos seres para felicidad del marido cachudo que encuentra esta realidad razonable. Son encuentros cercanos del tercer tipo.
Quienes refieren haber sido víctimas de una abducción no recuerdan que les pasó hasta que los entrevistan, entonces de repente adquieren una memoria de elefante y se convierten en noticias de primera página. En los EEUU más de dos mil personas al año aseguran haber sido abducidos.
La falta de evidencia no es evidencia de ausencia. La vastedad del universo hace que sea posible que existan formas de vida en otros lugares, pero hasta que tengamos pruebas sólidas, la cuestión de si hemos sido visitados por extraterrestres sigue siendo en gran parte un misterio sin resolver, Carl Sagan decía: “las afirmaciones extraordinarias requieren pruebas extraordinarias”
Existen pruebas irrefutables que hemos sido visitado por los marcianos, llegaron primero a Cuba el 28 de diciembre de 1954 coincidiendo con el día de los inocentes, fueron vistos por el ufólogo Rosendo Ruiz, un trovador santiagueño, quien para probar sus aseveraciones compuso la canción los marcianos llegaron ya y llegaron bailando el Cha-Cha-Chá, que haya compuesto luego la canción “rico vacilón” no le quita méritos de la certeza de la visita extraterrestre.
La otra prueba irrefutable de la visita extraterrestre fue conocida a través del famoso ufólogo y además futurólogo argentino Billy Cafaro, quien nos advierte con diez años de anticipación la presencia de una marciana que llegará en 1970 de quien se enamora, por sus encantos pues resulta ser sincera y no fuma, ni se pinta ni siquiera sabe lo que es rock and roll.
Con el anuncio oficial realizado en mayo por Estados Unidos los ovnis pasan a llamarse “fenómenos aéreos inexplicables” desde entonces no hemos parado de hablar estupideces de estos fenómenos misteriosos.
-Venimos de Marte.
-De marte de quien dijo el gangoso.
