El próximo año Quito será sede del 53° Congreso Eucarístico Internacional con motivo del aniversario 150° de la consagración del país al Sagrado Corazón de Jesús. Según el comunicado de la Santa Sede: “Este gran encuentro eclesial pondrá de manifiesto la fecundidad de la eucaristía para la evangelización y la renovación de la fe en el continente latinoamericano.”
El primer Congreso Eucarístico se desarrolló en 1881 con la aprobación del papa León XIII. El lugar señalado fue la ciudad de Lille al norte de Francia, país que ha sido anfitrión en varias ocasiones. En Latinoamérica se han realizado en Argentina en 1934, en Brasil en 1955, en Colombia en 1968, en México en el 2004 y ahora Ecuador del 8 al 15 de septiembre del 2024. El lema que el papa Francisco eligió es: “Fraternidad para sanar el mundo”, iluminado con el texto bíblico: “Ustedes son todos hermanos” (Mt. 23,8).
Los primeros congresos eucarísticos fueron inspirados por la fe viva en la presencia real de Jesucristo en el sacramento de la eucaristía. El culto se expresaba en la adoración solemne y en grandes procesiones. A la luz de los decretos del papa san Pío X sobre la comunión frecuente: Sacra Tridentina Synodus (1905) y sobre la comunión de los niños: Quam singularis (1910), se promovían la comunión regular de los adultos y la primera comunión de los niños.
Con el pontificado de Pío XI los congresos comenzaron a celebrarse por turno en los continentes, adquiriendo una dimensión internacional y misionera. Después, en el Concilio Vaticano II se delinearon nuevos criterios para la preparación y celebración de los congresos, dándole mayor importancia al diálogo interreligioso, a los problemas del mundo contemporáneo y al ecumenismo.
A comienzo del mes, monseñor Alfredo José Espinoza, arzobispo de Quito y primado del Ecuador, presentó el documento base: ¿Cómo vivir la santa misa?, que dará fundamento teológico, pastoral y misionero al congreso. Son 12 catequesis basadas en las enseñanzas del santo padre Francisco, que van desenvolviendo paso a paso la santa eucaristía, con teorías y juegos para que la enseñanza cale más profundamente en nuestra alma.
Como expresé anteriormente, este congreso se da en Ecuador porque fuimos el primer país en el mundo en ser consagrado al Sagrado Corazón de Jesús el 25 de marzo de 1874, fecha que recordamos la Solemnidad de la Anunciación del Señor, cuando la Virgen María pronunció su fiat ante el arcángel Gabriel. Esta fecha la celebramos desde los primeros siglos del cristianismo. La consagración fue realizada por el arzobispo de Quito Mons. José Ignacio Checa y Barba siendo presidente de la república Gabriel García Moreno.
La mayoría de ecuatorianos se considera católico, algunos serán más practicantes que otros, pero en conjunto somos un pueblo creyente y en sumisión al Vicario de Cristo. Que esta oportunidad de demostrar nuestra fe, que contiene la verdad total revelada y no solo una parte, esté a la altura del primer país consagrado al Corazón de Jesús.
