29 abril, 2024

El Dr. Alfonso Blum Martínez (+)

MÉDICO BACTERIÓLOGO, de esos médicos de la vieja usanza, deambulatorios. De ir al domicilio de la paciente para obtener la muestra de sangre. Si te tocaba el turno de las 7 a.m., el Dr. Blum estaba a la 7 a.m., en el domicilio de la paciente. Luego ibas a su Laboratorio a retirar los resultados del examen de sangre, que lo llevabas al médico general, para que se oriente de sus resultados y te recete los medicamentos que requerías para tu curación.

Tenía su Laboratorio en la planta baja de su domicilio, frente al parquecito de la Iglesia San Agustín. Fue casa con doña Gloria Rojas, de cuya unión matrimonial tuvieron 4 hijos Gloria, Patricia, Luis Alfonso (+) y Javier.

Fueron muy amigos de mis padres y me parece que hasta compadres, de uno de sus hijos.También eran del grupo de póker, con otros dos matrimonios, que se reunían en casa de cada uno, una vez a la semana. Mientras jugaban al póker, ninguno de ellos pestañeaba; los chicos podíamos estar hasta que llegaban para saludarlos, esto es, nos mandaban a dormir. Las esposas conversaban hasta el fin del jujego, que lo armonizaban con piqueos.

El Dr. Blum Martinez también fue profesor de la Escuela de Química y Farmacia de la Universidad de Guayaquil, fue profesor de mi tía Amanda de García, que lo apreciaba muchísimo.

El Dr. Alfonso Blum Martinez fue nombrado Embajador en el Paraguay, hasta el término de ese Gobierno. El grupo de póker se deshizo. Los cumpleaños de sus hijas fueron mis primeras fiestas de la etapa del inicio de mi secundaria, (12-14 años). La amistad con ellos/as, se extendió hasta la presente fecha.

Alfonsito (como lo llamaba), estudio en el Colegio Javier de Guayaquil, pertenecía a la Primera Promoción de Bachilleres. Fue casado con María Lucila Gilbert, que coincidencialmente fue compañera de aulas de mi esposa, en el Colegio de la Inmaculada de Guayaquil. Fuimos a su velorio, a darle el pésame a ellas, sus hermanos y mas allegados familiares. María Lucila me dijo “Alfonso te estimaba muchísimo”. Fue muy sorprendente para mí su muerte, por cuanto dos meses atrás, nos habíamos saludado en un almuerzo al que me habían invitado con mi esposa y él estaba almorzando con sus familia, (en el C.de la U. de Guayaquil).

Con su hermano Javier, continuaron y ampliaron el Laboratorio que creó su padre.

En la etapa del Colegio Javier era conocido como el Flaco Blum, o Mosquito Blum, pués era muy delgado, pero fuerte y muy celoso en aquella época con sus hermanas mayores, ya en esas fiestitas con cuotas, en los clubes sociales de ese Guayaquil, de aquél entonces.

Un hijo de Alfonsito, está casado con una hija de Jaime Nebot (son consuegros). Jaime también estuvo presente en el velorio, nos saludamos con un fuerte abrazo, siempre muy cariñoso conmigo. El velorio se demoró un día más, por cuanto esperaban el retorno de uno de sus hijos que es excelente cirujano plástico, pero ejerce en los Estados Unidos.

Q.E.P.D., Alfonso, ya estás en el cielo con tus padres.

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