28 abril, 2024

Ecuador 20/20: Una visión diferente

El poema de la culpa

Siguiendo con el cambio Ecuador 20/20: Una visión diferente, quisiera presentar ahora, una de las poesías más famosas del poeta cubano José Ángel Buesa. Su poesía “poema de la culpa”, hizo tanto revuelo, que es uno de los poemas más leídos y declamados.

A continuación:

EL POEMA DE LA CULPA
José Ángel Buesa

Yo la amé, y era de otro, que también la quería.
Perdónala, Señor, porque la culpa es mía.

Después de haber besado sus cabellos de trigo,
nada importa la culpa, pues no importa el castigo.

Fue un pecado quererla, Señor, y sin embargo
mis labios están dulces por ese amor amargo.

Ella fue como un agua callada que corría…
Si es culpa tener sed, ¡toda la culpa es mía!

¡Perdónala Señor! tú que le diste a ella
su frescura de lluvia y esplendor de estrella.

Su alma era transparente como un vaso vacío:
Yo lo llené de amor. Todo el pecado es mío.

Pero ¿cómo no amarla, si tú hiciste que fuera
turbadora y fragante como la primavera?

¿Cómo no haberla amado, si era como el rocío
sobre la yerba seca y ávida del estío?

Traté de rechazarla, Señor, inútilmente,
como un surco que intenta rechazar la simiente.

¡Era de otro! Era de otro que no la merecía,
y por eso, en sus brazos, seguía siendo mía.

Era de otro, Señor, pero hay cosas sin dueño:
las rosas… y los ríos… y el amor… y el ensueño.

Y ella me dio su amor como se da una rosa,
como quien lo da todo, dando tan poca cosa…

Una embriaguez extraña nos venció poco a poco:
Ella no fue culpable, Señor… ¡ni yo tampoco!

La culpa es toda tuya, porque la hiciste bella
y me diste los ojos para mirarla a ella.

¡Sí! Nuestra culpa es tuya, si es una culpa amar
y si es culpable un río cuando corre hacia el mar.

Es tan bella, Señor, y tan suave, y tan clara,
que sería un pecado mayor si no la amara.

Y por eso, perdóname, Señor, porque es tan bella,
que Tú, que hiciste el agua, y la flor, y la estrella,

Tú, que oyes el lamento de este dolor sin nombre,
Tú también la amarías, ¡si pudieras ser hombre!

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Rudyard Kipling

Rudyard Kipling fue un escritor, historiador, novelista de ficción y poeta inglés que nació en Bombay, India (cuando India era parte del Imperio británico), el 30 de diciembre de 1865 y falleció en 1936. Famoso principalmente por los cuentos de “El libro de la Selva”. Fue el primer escritor de habla inglesa galardonado con el Premio Nobel de la literatura en 1907. Reconocido como el más grande poeta en su patria. Es uno de los más populares escritores de habla inglesa. George Orwell lo llamó el profeta del Imperialismo británico.

Entre sus muchos escritos y poemas, quiero destacar estas dos poesías, que, al igual que los Consejos de Olmedo y otros versos, son parte de mi legado a mis nietos. De estos dos versos, el primero, If… (Si…), describe la forma de ser del hombre que se vence a sí mismo, que se supera, que lucha por salir adelante. Si bien es cierto que puede hablar también de vicios, no es menos real el hecho de que los usa para demostrar el arrojo que se debe tener y que no habla de apegarse al vicio. El segundo poema, No claudiques, indica la necesidad imperiosa de seguir luchando, de no dejarse vencer por la adversidad, y asegura, lo que es cierto, que el triunfo, la victoria, pueden estar en tu siguiente paso.

Disfrutemos estos dos poemas:

Las abandonadas

Julio Cesto, nacido en Pontevedra, España en 1879, polígrafo y escritor español, viajó joven a México, que convirtió en su segunda patria y donde murió en 1960. Autor de varias novelas en algunas de las cuales relata la revolución mexicana de principios del siglo XX. Entre sus obras destacan la tórtola del Ajusco (1914), la Ciudad de los Palacios, (1917), la sangre de España (1937), La casa de las buganvillas (1947), Mamacita linda (1948), Cómo ardían los muertos, (1955) y La emperatriz morena (1957). También fue autor de guiones de película.

Entre sus poesías destaca esta triste descripción de las mujeres engañadas y abandonadas luego, que vale la pena recordar:

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