Raúl Clemente Huerta Rendón

En estos días la Empresa Nacional de Correos del Ecuador, en conmemoración de los 100 años del nacimiento del Dr. Raúl Clemente Huerta Rendón, lanzó un sello postal conmemorativo, homenajeando a tan distinguido ciudadano de la patria.

La celebración de tan gran evento para la historia del país está cumpliéndose durante todo este año jubilar. Se ha conformado un Comité conformado por ilustres ciudadanos quienes han venido realizando diversos actos de recordación del centenario del nacimiento del preclaro hombre público; de quien se distinguiera en el derecho, la política, la catedra, etc. El Dr. Raúl Clemente Huerta sigue siendo un hombre de bien, iluminando a las nuevas generaciones con su ejemplo de vida limpia. Fue todo un maestro que enseña con su ejemplo.

Raúl Clemente Huerta Rendón nació en Guayaquil el 25 de febrero de 1915, hijo del Sr. Clemente Huerta Gómez y de la Sra. Raquel Rendón. Sus estudios los realizó la primaria en la Escuela Modelo y la secundaria en el Colegio Vicente Rocafuerte, donde obtuvo su bachillerato. Posteriormente ingresó a la Facultad de Leyes de la Universidad de Guayaquil donde se graduó de Doctor en Jurisprudencia. En su larga vida pública y privada desempeñó importantes funciones en beneficio del desarrollo político, cultural y social del país.

Conocido con la distinción de “palabra de honor”, el Dr. Huerta, como era popularmente llamado, fue varias veces candidato presidencial, en todas ellas, presentó una candidatura que proponía la decencia, la coherencia y la pulcritud política, comportamientos siempre ajenos a nuestros andariveles electoreros. No ganó, pero lo recordamos por sus vibrantes discursos, por su claridad en el diagnostico nacional, por su ejemplo de respetabilidad y decoro. Hombre de ejemplar vida; su suerte fue echada en el pensamiento jurídico, en la construcción de una familia de bien y en el recuerdo que se mantiene vivo, de su existencia entregada para servir a los demás, incondicionalmente y sin esperar nada a cambio.

Me empino ante su recuerdo. Fue un hombre creado por la patria para servirla y amarla. Un gran guayaquileño, un árbol que cobijó con su sombra y sus frutos. Una fuente de sabiduría de la que aún nos nutrimos. Un caballero andante con estampa de guerrero con palabra de honor. A su gloria, Dr. Raúl Clemente Huerta.