29 abril, 2024

Nosotras las madres

“Cuando Sarmiento se echaba en la noche a descansar de las duras fatigas del Gobierno, de las peleas del Congreso, pasaba la mano en la colcha tejida por su madre y se dormía, era una colcha, que sobre un fondo de rosas de hilo, en letras bordadas decía: “Paula Albarracín a su hijo D.F. Sarmiento, trabajo de sus manos a los 84 años de edad”

Para abrigar a su hijo con una colcha de amor, Paula era capaz de recordar los signos del Alfabeto.”

Germán Arciniega

Hijos! Nosotras las madres, igual que Paula, somos capaces de tantas cosas por ustedes, sin importar los años que tuviéremos.

Aún a los cincuenta o a los cien años, podríamos repasar los días de su infancia, para no dejarles morir en nuestras vidas.

Escuchar nuevamente el grito que lanzaron, al salir a la luz, de nuestra entraña, anunciando con fuerza, que vivían.

La dulce sensación de vuestro cuerpo  echado por primera vez sobre nosotros,  Aquellas voces repetidas que decían…” ¡un varón!, ¡una mujer, ¡una mujer! ¡un varón!… “…y nuestra sonrisa iluminada al saber que teníamos un hijo.

Luego el pasito tambaleante por alcanzar nuestras manos extendidas.  Las primeras vocales enseñadas y aprendidas, las sonrisas, los llantos, los dolores… los esfuerzos…los triunfos…los fracasos.

¡SUS VIDAS!

Y nosotras las madres, como Paula, capaces de tantas cosas por los hijos, sin importarnos los años que tuviéremos seguiremos limpiándoles por siempre los abrojos del camino, para que marchen ustedes sin tropiezos.

Y si cayeres de repente, ¡sólo nosotras, hijos! Con constancia y fe inquebrantable trataríamos de reparar sus vidas estropeadas, para que puedan seguir el resto del sendero; porque ricas o pobres, igual que Paula, llevamos dentro la fuerza incontenible, que nos hace capaces de tantas cosas por los hijos.

Mayo 1993

Artículos relacionados

De Fantasmas y Brujos

El ser humano ha imaginado a través del tiempo en contactos con el espíritu de muertos y creído en brujos, brujas y sus malas acciones. Hasta hoy, se realizan rituales mágicos, como la “Ouija”, para contactarlos.

Desde antes de la Edad Media, cuando se agudizó, explicaban las prácticas con las cuales se lograba un enlace con el Más Allá. De igual manera los chamanes de todos los tiempos aseguran poder llegar y manejar el mundo incorpóreo.

Muchos no creemos, especialmente en la edad que se sabe todo, sobre estos temas; explicándolos con realidades físicas o reverberaciones de nuestra mente. Es decir cuando el presente se asimila más rápido por el subconsciente para luego transformarlo a impulsos materiales.

La literatura nos salva

En los tiempos que corren hay una suerte de brisa fresca en talentos jóvenes que con verdadera madurez abordan los insondables misterios del ser humano y enriquecen el panorama de la literatura ecuatoriana. Es el caso de Mariasol Pons, novel escritora que en el 2013 nos presentara su primera novela: “LA CHICA”, la que me gustaría compartirla con ustedes.

Mariasol demuestra una amplia investigación sobre el tema del narcotráfico, del que nos ofrece amplias miradas dentro de su denuncia. Un tema real dentro del mundo contemporáneo que cada vez toma más cuerpo dentro de nuestra propia sociedad: el consumo de estupefacientes aunado al narcotráfico, al narcolavado y a la narcoguerrilla. Nos describe la mirada del consumidor, del productor/narcotraficante, enfoques ideológicos dentro de una sociedad de consumo, a la que critica, pero también al propio narcotráfico que no se puede justificar bajo ningún aspecto, por ideológico que sea. Es la veta moralista de la novela narrada con pasión, aceleradamente como el mundo que hoy vivimos. Por ello podemos afirmar sin temor a equivocarnos que Mariasol se constituye, a partir de hoy, en una testigo de su tiempo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×