La reconstrucción de nuestra identidad
Dentro de los parámetros de la permanente reconstrucción identitaria que cada uno de los habitantes de esta “aldea global” llevamos a cabo a lo largo de cada una de nuestras vidas, se teje la historia de los pueblos y del mundo. Por ello es importante un análisis profundo y un conocimiento de nuestras raíces, así en plural, porque si hay algo probado a lo largo de historias de pequeños grupos humanos o de pueblos-naciones, es la gran movilidad y mezcla de individuos de distintas extracciones sociales, costumbres, idiomas e ideologías.
El Siglo XXI nos llegó con la caducidad de modelos sociales anteriores, por lo que nos urge ser creativos y re-pensar la proyección de un nuevo orden social que, queramos o no, debe comenzar por el profundo conocimiento de nuestras tradiciones, disciplinas y teorías que permitan una reestructuración sin una ruptura que no se nos corresponde, sino desde un cambio dado a partir de nuestra cultura, es decir, desde nuestra propia idiosincrasia y/o valores, desde nuestras costumbres y modos de vida, individuales y sociales, que incluya a cada ser humano dentro de su propia comunidad, siendo conscientes de la pluralidad de pensamiento, costumbres y tradiciones que enriquecen la oferta país de nuestra patria ecuatoriana.