26 julio, 2024

De Fantasmas y Brujos

El ser humano ha imaginado a través del tiempo en contactos con el espíritu de muertos y creído en brujos, brujas y sus malas acciones. Hasta hoy, se realizan rituales mágicos, como la “Ouija”, para contactarlos.

Desde antes de la Edad Media, cuando se agudizó, explicaban las prácticas con las cuales se lograba un enlace con el Más Allá. De igual manera los chamanes de todos los tiempos aseguran poder llegar y manejar el mundo incorpóreo.

Muchos no creemos, especialmente en la edad que se sabe todo, sobre estos temas; explicándolos con realidades físicas o reverberaciones de nuestra mente. Es decir cuando el presente se asimila más rápido por el subconsciente para luego transformarlo a impulsos materiales.

Conversaban el tema en una reunión recién pasada en que virtualmente todos aceptaban que existen y que posiblemente estén entre nosotros. Es ahí cuando se abre un interrogante: ¿Quiénes son y qué buscan? ¿Son buenos o malos?

Con el paso de los años y a pesar de las experiencias vividas mantengo que no pueden existir, no obstante haber sentido con mente fría la presencia de una fuerza extraña en la habitación de un Hotel al que llegué y que hasta hoy, después de muchos años, todavía no encuentro explicación.

Los bultos blancos que han flotado al frente mío, los ruidos, los platillos voladores… Para estos si se pueden encontrar explicaciones materiales.

¿Íncubos y súcubos? Adjetivaciones creadas por intereses y creencias de débiles humanos. Aun cuando de pronto se encuentran a “especialistas” en exorcisación.

Bien cabe preguntarse: ¿existen brujos y brujas? Los creyentes en el poder de la magia, basan todo en que es eso, un poder, una energía.

La magia en si se dice que no es blanca ni negra. Para que funcione ese poder debe de ser activado. Esta atribución esta siempre presente, empero sólo puede ser utilizado por alguien que tenga los suficientes conocimientos y fuerzas especiales para hacerlo funcionar; hacia el bien o el mal.

La magia pura no existe, es una destreza bien aplicada que se utiliza con un propósito como puede ser predecir el futuro, embrujar a alguien o también para curar males.

El “don” es lo que hace que un brujo o una bruja domine su poder y lo conduzca en la dirección que desee, sea esta dirección buena (magia blanca) o mala (magia negra).

Se puede creer en magia o no creer. Las verdades de unos son grandes tonterías para otros. Sin embargo los incrédulos al no tener elucidaciones, se ven obligados a tranzar en que hay algo más que una tontería. Si bien en un principio no tenían explicaciones, el paso del tiempo ha demostrado que lo que era magia es ciencia.

Las brujas en Inglaterra usaban un remedio mágico para curar las heridas. Colocaban sobre la ella un trozo de queso enmohecido. Gran cantidad de burlas debieron soportar hasta que el doctor Fleming descubrió que cierto tipo de mohos lácticos contienen algo que ha salvado la vida a muchas personas, la penicilina.

Abro el tema para escuchar opiniones, conocer con fundamentos casos y experiencias y sería muy provechoso conocer el nivel de educación adquirido.

Les pongo un ejemplo propio: Por no tomar las precauciones adecuadas por falta de tiempo y tener que trabajar, experimente una erisipela. Médicos del más alto nivel me prescribieron un volumen significante de las más potentes drogas antibióticas; un buen día tuve el placer de encontrarme con un cirujano muy famoso y aproveche para tocarle el tema de la erisipela.

Me manifestó: Lo que te han dado ñaño es lo correcto, más te voy a decir algo que te pido no repitas que yo te lo dije, haz que te soben la parte afectada con la panza de una rana y te curas.

Lo hice y me curé ¿fue la rana o la medicina? No lo sé y usted.

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“Cuando Sarmiento se echaba en la noche a descansar de las duras fatigas del Gobierno, de las peleas del Congreso, pasaba la mano en la colcha tejida por su madre y se dormía, era una colcha, que sobre un fondo de rosas de hilo, en letras bordadas decía: “Paula Albarracín a su hijo D.F. Sarmiento, trabajo de sus manos a los 84 años de edad”
Para abrigar a su hijo con una colcha de amor, Paula era capaz de recordar los signos del Alfabeto.” Germán Arciniega

Hijos! Nosotras las madres, igual que Paula, somos capaces de tantas cosas por ustedes, sin importar los años que tuviéremos.
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Escuchar nuevamente el grito que lanzaron, al salir a la luz de nuestra entraña, anunciando con fuerza, que vivían.

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