28 abril, 2024

Un fantasma recorre América.

Un fantasma recorre Europa: el fantasma del comunismo: Éstas son las primeras palabras del famoso Manifiesto Comunista de Carlos Marx y Federico Engels.

Ese fantasma hizo un recorrido por Europa en los finales de la primera mitad del siglo XIX en la época de la primera fase del desarrollo del modelo capitalista. La predicción marxista de que los países más desarrollados como resultado de la evolución de sus fuerzas productivas generarían dentro de su seno un nuevo régimen encabezado por el proletariado y su vanguardia no resultó como tal: ningún país altamente desarrollado ha acogido el modelo comunista.

Lenin más tarde en una fase superior del desarrollo capitalista predijo que podría ser que en algunos países menos desarrollados pudieran darse las condiciones de la revolución socialista por confluir en ellas el nudo de las contradicciones en las que los “de arriba no pudieran” y los “de abajo no quisieran”. En eso tuvo razón porque como resultado del atraso, sometimiento cuasi-feudal y la primera guerra mundial la efervescencia revolucionaria en Rusia dio como resultado el triunfo de la Revolución de Octubre (noviembre según el nuevo calendario)

Cuántas fuerzas se desataron en la Rusia revolucionaria, cuántas injusticias, encarcelaciones, fusilamientos bajo el pretexto de cambiar de raíz la sociedad y crear el paraíso en la tierra.

La temprana enfermedad de Lenin desató la guerra entre sus más cercanos líderes revolucionarios. De esa guerra se aprovechó el más siniestro de todos ellos: José Stalin muy admirado por algunos compatriotas que así nombraron a sus hijos. Cuentan que en su lecho de muerte cuando se analizaba quién podría ser el sucesor de Lenín y alguien sugirió a Stalin aquel dijo: Busquen uno con sus virtudes pero sin sus defectos. Ya Lenín avizoraba su brutalidad, autocracia y voluntarismo.

La primera vez que pude aproximarme a ese fenómeno tan complejo, interesante y doloroso de la Rusia soviética fue a través de la obra del escritor ruso Konstantín Simonov. En sus novelas la guerra del 41 y de Los Vivos y los Muertos escritas en el período posterior a las denuncias de Nikita Kruschev en el XX Congreso del PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética)

En esas novelas se expresa el enorme poder que sobre todos llegó a tener Stalin. El autor relata a través del personaje principal, el general Serpilin, un militar sancionado en la purga del año 1937 y luego llamado a filas ante la necesidad de personal profesional los pormenores de la entrevista con Stalin. Dice Serpilin: “todos los que se entrevistaban con él desconocían que su destino inmediato y futuro, incluso sus vidas dependían de la última mirada que el Secretario General depositaba en la nuca de la persona que salía de su despacho”.

Las enormes purgas que llevó a cabo Stalin exterminaron gran parte de los militares, intelectuales, científicos y muchos de sus colaboradores iniciales. Esa es una parte importante del modelo inicial del comunismo clásico por llamarlo de algún modo. En lo económico, en su mejor momento. Nunca pudo sobrepasar a los países capitalistas más desarrollados.

Después de los años 45 entraron en juego otras variantes. El gigante China, con su larga marcha, llevó a este país el régimen comunista con una historia parecida de hambre y destrucción además de la división del país.

El comunismo llegó a Europa del Este en los tanques soviéticos y fueron el resultado de la división de la torta que hicieron con Stalin, Churchill y Roosevelt en la Conferencia de Yalta. En la zona controlada por Rusia se impusieron los partidos y movimientos de corte comunista sin que surgieran realmente como resultado de la voluntad popular. En las ocasiones que algunos pueblos como Hungría y Checoslovaquia se opusieron con rebeldía al régimen fueron duramente aplastados por el ejército rojo y sus aliados.

El despliegue de otros países de sistema comunista en Asia, África y finalmente en Cuba hacía pensar que el sistema se expandiría por todo el orbe. Sin embargo, a partir del arribo al poder de Mijail Gorbachov y su propósito de fortalecer y transparentar la sociedad socialista soviética ocurrió un fenómeno que lanzó fuerza ocultas, reprimidas dentro del régimen. Esas fuerzas destruyeron dentro y fuerza de la Unión Soviética el sistema socialista cayendo uno a uno la mayoría de estos países excepto Cuba, China y Vietnam. Estos dos últimos dieron un giro paulatino a sus economías convirtiéndose en países de mercado con el control férreo del partido y el gobierno comunista. Sólo Cuba ha permanecido con el mismo esquema económico y los mismos resultados desalentadores.

La década del 90 fue la del retroceso del sistema comunista y su debilitamiento en casi todo el planeta.

El fracaso del modelo capitalista aplicado en América Latina ha conllevado el surgimiento de la ilusión en algunos movimientos y partidos de resucitar el sueño comunista de retrotraer el paraíso a la tierra.

“Un fantasma recorre América Latina: el fantasma del Socialismo del Siglo XXI” que nadie sabe lo que es pero lo venden como mejor que el del siglo XX. Es decir no habrá líderes autoritarios, no habrá vendettas con los opositores, los líderes vivirán humildemente para promover la igualdad y la humildad, se permitirá potenciar las capacidades productivas individuales, se respetarán los derechos humanos y las ideas ajenas sean cuales sean. Cualquier parecido con el paraíso cristiano es pura coincidencia.

El problema es que con el paraíso cristiano no es necesario tener referencias de alguien que haya regresado o recoger opiniones de personas sobre el tema. Es un acto de fe y un compromiso de ser mejor cada día. El paraíso socialista nadie lo ha visto ni lo verá porque es imposible que pueda crearse. Demasiado poder del estado y sus representantes, mucha historia de abusos, privilegios para unos pocos y pobreza para repartir a manos llenas excepto en las cúpulas gobernantes.

Las referencias son cercanas en nuestro continente y en otras partes del planeta. Las experiencias son difíciles de seguir.

Lo mejor es tomar las vivencias de cualquier sistema que funcionen buscando lo mejor para la población y alcanzar consensos de compromiso. De pronto de este modo el nuevo fantasma se aburre y se desaparece.

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  1. Felicitaciones Sr. Cabanilla, por su excelente artículo,y como usted dice: demasiado poder del Estado y sus representantes, muchas historias de abusos, privilegios para unos pocos y pobreza para repartir a manos llenas excepto para las cúpulas gobernantes. es exactamente lo que está sucediendo en nuestra pobre Patria, y que tengo la esperanza de que nuestro pueblo reaccione e impida que el comunismo siglo XXI nos lleve al despeñadero más profundo.

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