El pan nuestro de cada día.

Ya es pan nuestro de cada día, (los pocos que tenemos acceso al mismo), que este desgobierno no termine de salir de algún escándalo que los enloda hasta las narices, para que se meta en otro tan o más grande que el anterior, y que a más de dejar un “tufo” de sinvergüencería solapada interna, nos empaña como País, ante sus pares a nivel internacional.

Se siguen presentando pruebas, obviamente todas deslegitimadas por el señor Correa, que nos acercan cada vez más a lo que ya es un secreto a voces, en el sentido del maridaje que existe entre las FARC y miembros de este desgobierno, incluso en un video en el que se presenta el “Mono Jojoy”, alto funcionario del Secretariado de ese grupo terrorista, se menciona que dicho agrupación al margen de la ley, habría colaborado financieramente en la campaña, de quien hoy es el presidente de los ecuatorianos.

Seguirán manipulando información, y con el fin de mantener a la gente en un estado de somnolencia generalizado, de la forma más ruin, cínica y maniquea, y lo que es peor, con dineros de nuestros ya escuálidos bolsillos, querrán inducirnos a que les creamos que ellos son los buenos, y que todo lo demás, es contrario a los sagrados designios de la revolución ciudadana.

No es posible mis estimados lectores, que a más de escuchar todos los sábados los improperios de Su Majestad a los enemigos de turno, tengamos también que escuchar prédicas sobre decencia, moralidad y democracia a ciertos individuos cuyos únicos atributos, son desconocer lo que pretenden expresar, y que a más de eso, ver como siniestros individuos como el Ministro Patiño, la asambleísta Calle, Larrea “Juan” o el mamarracho de Chauvín, se conviertan en voceros oficiales de este desgobierno.

Hasta cuando esperamos guayaquileños, hasta cuando seguimos dejando que nos vejen y que nos ofendan a nosotros, nuestras familias, y a nuestra querida ciudad; nuevamente iniciaron las peleas de los informales con los policías metropolitanos, patrocinadas y bajo la protección y amparo de altos dirigente de la 35; que queremos que suceda, saqueos, robos, violencia a diestra y siniestra, o peor aún, una inútil guerra entre hermanos.

Somos Madera de Guerrero, y eso nunca debemos olvidarlo, por nuestras venas corre sangre libertaria, sangre progresista y más que todo, esa sangre guayaquileña de nuestros ancestros, tenemos la obligación moral de honrar esa hidalguía que heredamos, nuestra unión es nuestra fuerza, nuestra decisión es nuestra fortaleza, no permitamos que la voluntad indomable de nuestros antepasados, sea pisoteada por indeseables que lo único que buscan es su propio beneficio y el de su horda de caras de tuco.

Es hora mis queridos lectores que blandamos nuestras armas, la verdad, la libertad y la justicia, siempre deben acompañarnos, con esas tres herramientas en nuestras manos, nadie por muy poderoso que sea o que pretenda ser, podrá vencernos, la unión hace la fuerza, y nuestros ideales, serán nuestra única meta; sigamos a paso firme, y solo detengámonos cuando todos los obstáculos que nos presenten los cobardes de cuerpo y alma, en conjunto los hayamos franqueado.