29 abril, 2024

“Contribución personal”… el concepto clave

“Si queremos contribuir positivamente al desarrollo de la sociedad, debemos empezar transformándonos a nosotros mismos”,

dice Matthieu Ricard como aporte presentado en el best-seller de Daniel Goleman titulado… -Emociones destructivas, cómo comprenderlas y dominarlas-. Y continúa… “para ello no basta con una idea fugaz, sino que es necesario emprender un largo proceso de entrenamiento”

Lo que para muchos puede sonar utópico, palabras de un filósofo budista nacido en el hemisferio occidental, resume gran parte de los debates científicos desde los más altos niveles de la investigación en inteligencia, pensamiento y desarrollo del Sistema Nervioso humano que se han llevado a cabo durante las últimas décadas en el mundo. Los avances neurocientíficos, por ejemplo, han destruido mitos de manera categórica como aquél de la inmutabilidad del cerebro. Hoy se conoce que la neuroplasticidad es tal que en muchas regiones aparecen nuevas neuronas y conexiones nerviosas en respuesta a lo que se ha dado por llamar “ambientes enriquecidos” en los cuales puede sugerirse desde el ejercicio físico voluntario hasta la práctica reiterada y constante de una actividad intelectual todo lo cual redunda en mejoramiento de las áreas cerebrales destinadas a funciones específicas.

La “inteligencia emocional” o la “inteligencia social” esbozada por Goleman en sus tratados nos dejaban, otrora, grandes dudas en cuanto a no tener claro el “cómo”. Los espectaculares avances dela ciencia nos sirven como enormes cortinas despejadas que dejan traslucir la claridad para entender que sí es posible la “alfabetización emocional” y que es fundamental el desarrollo del pensamiento a través de procesos cognitivos de aprendizajes que tienen que ser deliberados, programados y secuenciales, de forma que el famoso “aprender a aprender” no siga siendo una fantasía sino que se convierta en LA competencia más importante a lograr en la educación escolarizada –por ejemplo-.

Pero… ¿cómo el cúmulo impresionante de conocimientos que se producen día a día sobre todo en el campo de la neurobiología, neurofisiología, psicología cognitiva, cibernética, teoría de procesos, etc, etc, pueden ser aprovechados para “contribuir positivamente al desarrollo de la sociedad” como afirma Ricard?. Esa “transformación personal” de la que tanto se habla requiere de un factor indispensable: la voluntad. Sí, en efecto, el cerebro y su desarrollo requieren que nos convirtamos en voluntarios aprendices en constante mejoramiento cuyo afán estaría dirigido a encontrar el sentido, el sentido de la vida. No son los logros de metas y objetivos per se, ni la consecución de la riqueza y la fama los factores más importantes en el logro de la felicidad, sino más bien el emprender en acciones y propuestas que consideremos más importantes, que nos importen realmente, que tengan sentido y nos provoquen un entusiasmo tal que enfilemos nuestros esfuerzos sin estresarnos a la consecución de algo que por querido resulta estimulante y gratificante… ¿verdad?

Sin embargo, no todo es tan sencillo, el verdadero precio que pagamos por la felicidad y el éxito es a mi entender la disciplina, que en el caso del aprendizaje tiene que ver con el orden a través del cual vamos avanzando, recibiendo, procesando, ubicando, generando, creando alternativas de solución a los problemas cotidianos. La educación, los educadores debemos comprender que proponernos conseguir niños y jóvenes exitosos para el futuro exige que nosotros empecemos por cambiar nuestra manera de ver las cosas; que actuemos con integridad intelectual y que nos preparemos constantemente pues estamos formando a los seres humanos para el presente y futuro. La familia está en crisis ciertamente. ¿Qué les queda a los estudiantes?. En muchas ocasiones sólo le quedamos nosotros en nuestras escuelas y colegios. ¿Estamos creando espacios enriquecedores para sus aprendizajes?. La ciencia nos está dando herramientas extraordinarias para variar nuestros viejos esquemas… ¿lo estamos aprovechando como padres, educadores, líderes políticos, etc?

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1 comentario

  1. hola, doctor, para mi entender el verdadero precio de la felicidad es el resultado de lo que sembramos, de lo que hacemos, del believe…..

    hoy estoy feliz porque sigo siendo bendecida por dios…….

    espero que usted sea tan feliz como yo hoy y mañana y siempre y for ever and ever

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