6 octubre, 2024

Desdolarización

Si a la dolarización no la han desbaratado todavía, es simplemente porque Rafael Correa está conciente de que en ese punto concreto las encuestas no le favorecerían y que ello podría ser un factor decisivo en la Consulta Popular de cuyo resultado depende toda su gran apuesta política. En la nueva Constitución no se dice nada sobre la moneda vigente, pero si consta aquello de la economía solidaria, lo de la banca casi conceptuada como función pública, una definición propiedad privada bastante difusa y un engañoso término denominado “buen vivir” que no es lo contrario de “vivir bien” como el común mortal lo entiende. La estrategia es claro: hacernos votar en paquete, juntando los gatos con las liebres.

A mi entender todo está diseñado para que durante el segundo semestre del próximo año, es decir terminada la etapa electorera dentro de la cual vive sumergido nuestro energético Presidente, una mañana cualquiera, decrete que hemos amanecido bajo el régimen de otra moneda emitida por un Banco Central adscrito a la Presidencia, y eso es tremendamente peligroso cuando la sed de poder se apodera de alguien. Impedir la emisión de circulante acorde a las necesidades políticas, es lo que la dolarización logró de positivo y lo que la gente quiere.

¿Cómo manejarnos con una moneda norteamericana, si EEUU es considerada un estigma en la política regional con la cual nos vemos férreamente alineados? Es imposible. El orgullo y fundamentalismo de Correa no lo permiten. Mientras tanto ya se han establecido, además, bases de información sobre el movimiento de divisas con ese aparentemente minúsculo impuesto (pre devaluación disfrazada) a la salida de divisas que crea una base de datos sobre todos los movimientos monetarios, desde el uso de tarjetas de crédito en el exterior, remesas, e inclusive dinero de bolsillo que sale en cada viaje al exterior que un ecuatoriano hace. Esto da paso a pensar que nos caería una incautación monetaria y una obligación de repatriar capitales detectados, lo cual pondría al sistema bancario de rodillas una vez que esta manejado como una concesión radial ni más ni menos. Mientras tanto se está acumulando una reserva monetaria de sustentación, producto de la bonanza petrolera, presión fiscal, y esa gran estrategia que es la de poner las primeras piedras y anunciar el inicio de muchas obras con la omnipresencia presidencial a lo largo y ancho del país. Ello no significa un inmediato egreso de la caja fiscal porque las obras se harán al ritmo lento necesario para manejar la paridad fiscal. Pero tarde o temprano habrá que devaluarla para financiar los subsidios, la publicidad, los cien ministerios, los contratos colectivos del sector público, la carga de los ex tercerizados del sector público, y la realización de las obras anunciadas electoralmente. Conforme la presión colectiva vaya apretando a Correa, entrará en las emisiones inorgánicas, la inflación acelerada, que es lo ya habíamos dejado atrás con esa dolarización antipática, pero que fue la que generó un sentimiento de estabilidad en la economía.

Yo no critico en sí con que salgamos del dólar pero creando mecanismos para alejarlo de la aleatoria decisión política.Critico sí el engaño y la falta de franqueza de nuestro Presidente.

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