26 abril, 2024

El ingobernable peso de la deuda

Cada ecuatoriano debe al Estado $4,306.241. No parecería ser un monto exagerado hasta compararlo con el PIB2 per capita, $4,0393, o el costo de la canasta básica, $8,5844. Estos rubros resumen microeconómicamente el peso de la corrupción y el mal manejo estatal, principalmente en los últimos 14 años. El Estado por otro lado afronta pagos por $9,000 millones anuales entre capital e intereses, equivalentes en líneas generales a la tercera parte de su presupuesto. Otra tercera parte debe destinarse al pago de burocracia, quedando la última tercera parte habilitada para verdaderas prioridades: salud, educación, seguridad y defensa, seguro social, vivienda, etc.

Partiendo de nuestra deficiente productividad la única solución posible tiene tres componentes: la renegociación de la deuda, la reducción de la burocracia y un presupuesto base cero. La inversión extranjera coadyuvaría en acelerar una recuperación basada en austeridad estatal con crecimiento económico. Así, el Gobierno no emitiría más deuda para saldar pasivos, el Estado dejaría de ser el refugio del injustificable dispendio salarial y finalmente empezaríamos a vivir con lo que verdaderamente nos alcance.

Este es un tema técnicamente económico, pero de rigurosa complejidad política por su impacto social pues implicaría la asunción de prioridades en cuanto al gasto y el consecuente renunciamiento a la interminable rotación de obligaciones. Dentro de la institucionalidad, todo; fuera de ella, nada. Quien tenga una mejor receta, preséntela y arguméntela.

1 Deuda aproximada de $73.206 mil millones entre 17 millones de habitantes.
2 Producto Interno Bruto.
3 PIB 2021 proyectado por Banco Central de $68,661 millones entre 17 millones de habitantes.
4 $715.33 por mes.

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El perfil psicológico del tirano

Es un individuo de pensamiento acelerado.

Las ideas le fluyen en forma incontrolable hasta llegar a la fuga de las mismas. Dice cosas inconvenientes por que no las razona. Su pensar es expresado mediante una verborrea imparable. Muchas veces incoherente, actúa contrario a lo que piensa y aquello que dice es lo primero que le pasa por su mente. No sabe callar ni respetar el pensamiento ajeno.

El contenido de su juicio es aparentemente lógico, aunque mantiene rasgos paranoideos evidentes. Tiene una suspicacia excesiva. Constantemente vive bajo la sensación de que le quieren hacer un complot o se siente maltratado. Su pensamiento está lleno de ideas de daño, perjuicio y persecución. Tiene una obsesión fanática que nubla su juicio lógico. Es obsesivo y suspicaz en extremo, sin llegar a confiar jamás en nadie. Si aparenta que lo hace, solo lo hace por conveniencia y mientras le sirva quien supuestamente confía, para posteriormente desecharlo y luego odiarlo.

Ciudadelas Dormitorio

El desarrollo social, el progreso económico y el crecimiento poblacional son, entre otras, las causas que motivan el abultamiento urbano de una ciudad. Este proceso conlleva la extensión –vertical u horizontal- de la urbe y con ello todas las patologías que en su interior y su exterior se pueden agregar. Así nacen y se adicionan las ciudades dormitorio (para nuestro caso las llamaremos ciudadelas dormitorio).

Guayaquil, a parte de las zonas de invasión –que llamamos suburbios y que forman otro estrato de ciudadelas dormitorio-, tiene adiciones diarias y transitorias desde las vías Durán, Samborondón, Daule y a la Costa.

¿Las razones? Muchas y variadas; pero las principales son la búsqueda de privacidad, la calidad del vecindario, el encuentro con un nuevo estatus, las actividades sociales y comunitarias, una nueva forma de vida, la evolución de las comunicaciones y la tecnología, y, sobre todo, la seguridad (¿?).

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