26 abril, 2024

La justicia se escribe con «D»

Diana y Daniella están dando un ejemplo   de decisión y transparencia a un número considerables de jueces que integran los tribunales y juzgados de este país. Esperemos no equivocarnos y que los de la época de la corrupción no resurjan con sus prácticas.

La forma de proceder de estas dos mujeres que están inmersas en uno de los más importantes juicios que se ventilan en el país hacen pensar que existe una luz de esperanza en la administración de justicia.

La Fiscal Diana y la Jueza Daniella, son dignas del reconocimiento ciudadano por lo menos hasta ahora. Su actuación y pronunciamiento en la mayor trama de corrupción que se ha dado desde la época republicana, así lo exigen. 

 No fue solo el volumen de trabajo que tuvieron que ejecutar, sino que pusieron de manifiesto el temple, dedicación, para sortear presiones y amenazas de los corruptos que están metidos en las tramas que se manejan.

El caso sobornos 2012-2016 conocido antes como arroz verde es una papa caliente cuya temperatura haría que cualquier ser humano la hubieran tirado sin mayor problema. El billete que debe correr de por medio como se supone se ha dado en otros casos, ponen a temblar las piernas de cualquier juez corrupto.

El citar a Correa como jefe de una banda perfectamente organizada dedicada a extorsionar para favorecer ofertas y otorgar favores, ya es como se dice vulgarmente, tenerlas bien puestas, aunque de féminas se trate.

La información que recopilo la Fiscal Diana Salazar y que expuso en las audiencias donde se ventilo el caso y que comprendió algo más de 180 elementos de convicción generales y específicos, fueron más que suficientes para que la juez Daniella llame a juicio a 21 personas de una banda perfectamente instruida por el dictador prófugo.

La etapa de Juzgamiento y Sentencia paso a manos de un Tribunal. El delito de Cohecho cometido por la banda delincuencial fue calificado de Actividad Criminal Grave y Compleja por Daniella. Los jueces Marcos Rodriguez, Ivan Saquicela e Ivan Leon quien será el dirija el caso, tienen la última palabra.

Que la justicia brille con luz propia, aunque la lentitud exacerba a los ecuatorianos.

 

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Daniel Camargo Barbosa

El 13 de noviembre del año pasado se recordaron 17 años de la muerte del más grande criminal de nuestra historia: Daniel Camargo Barbosa, hecho para reflexionar. Este sujeto apareció en nuestro país en 1984, el 12 de diciembre; se presentó una denuncia en una comisaría, de la violación de una niña de 11 años a quien trató de ahorcarla. Fue el primer registro que se tuvo de su inicio delictivo.

De 55 años, colombiano, violó y mató a 71 mujeres a lo largo del país en catorce meses. Fue asesinado el 13 de noviembre de 1994 en su celda, por un recluso de 29 años. Fue enterrado en la fosa 798 del cementerio El Batán de Quito.

Un diablo como ese fue sutil y habilidoso en el don de la palabra, dominaba a sus víctimas presentándose como un viejo patuleco, pobre, que les pedía a las chicas que lo acompañaran a entregar un dinero a la iglesia porque él no conocía la ciudad; para convencerlas no usaba violencia, las subía a la ruta CLP que hacía el recorrido a Pascuales desde el parque La Victoria para llevarlas hasta la vía a Daule, donde se bajaban en ese tiempo era zona inhóspita y cometía el delito. ¿Actúo solo? ¿Acaso encubrió a los verdaderos asesinos? La imprescindible investigación hecha al criminal por el doctor Óscar Bonilla, psiquiatra prominente quien lo investigó, entrevistó; prueban que Camargo seguía su propio plan del mal.

1 comentario

  1. Estas Danielas (lindo nombre) nos han dado ejemplo de dignidad y honor, deberíamos decir: ¡Que vivan las mujeres!
    Bien por el país.

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