26 abril, 2024

Coima es Coima

Estamos a dos semanas del cambio de mando y como es costumbre, comenzaron a circular rumores de quiénes ocuparán “tal o cual” ministerio o dependencia del Gobierno. Es que escucho los nombres y no puedo creerlo. Son rumores, me digo a mí misma, ¡son rumores! Algunos son personajes reciclados, otros entiendo que están en consideración por algún tipo de afecto, cercanía o compromiso, pero en general no veo estadistas, especialistas, académicos, salvo alguna honrosa excepción. Esperemos que solo sean rumores lo nombres que preliminarmente se han filtrado en esas “listitas de posibles funcionarios del Estado”.

Señor presidente electo, como ya lo he mencionado, usted tiene en sus manos la posibilidad y responsabilidad histórica de cambiar para bien nuestro país. Haga usted esa cirugía profunda a la corrupción que ofreció, con un gobierno conformado por los más capaces: profesionales, académicos, gente de bien; no se llene de amigotes, parientes y compadres sin el conocimiento y la experiencia que demandan las altas responsabilidades en las diversas carteras del Estado.

Le escuché decir que usted respetará la independencia de poderes ¡Bravo señor presidente! Eso es elemental y esencial en una democracia. El problema es que usted se lo decía, con honrosísimas excepciones, a personas que han estado acostumbradas a ser reos de otro tipo de política y manejo, donde lo que se disponía desde el Ejecutivo se hacía; por ello, usted debe pegar un buen golpe de timón, para reprogramar la manera de actuar y pensar que han tenido “ciertos funcionarios”.

Recuerdo sus palabras en campaña, que para mis oídos fueron melodía: “Sanción sí, cárcel sí, a todos los corruptos, a los de ayer y a los de ahora”. Confío en que usted honrará su palabra y que cuando salgan a la luz los nombres de los funcionarios deshonestos delatados por Odebrecht o por cualquier otro caso de corrupción, usted será el primero en pedir prisión para los responsables, sea quien sea, pues la coima es coima y jamás podrá ser dorada, apanada y camuflada con cualquier remoquete o explicación de medio pelo.

Artículos relacionados

Estoy Cabreado

La palabra cabreado hace relación al enojo, fastidio o disgusto, y creo que algunos consideran su uso como no educado, pero no es así. Estar enojado, fastidiado o disgustado es todo ello junto más una dosis de determinación a protestar y reaccionar al respecto. Resumiendo, estar cabreado es castizo, no es patán y se origina en la cabra un animal arremete contra que todo lo que fastidia. Felizmente no hay ningún editor que pueda retener mi entrega a causa de la semántica. Y eso suele suceder con quienes sustentan ese cargo de Director de Opinión, cargo que sugiero al diario el Universo lo haga desaparecer. Es un contrasentido, porque la opinión no está sujeta a nadie que pueda hacer cambiar una palabra, una frase y peor influir en el contenido de una entrega de opinión, porque entonces dejaría de serla.

Y estoy cabreado con Gamavisión porque esta semana ha seguido insistiendo en usarme para esta malévola intención de judicializar o desprestigiar a diario El Universo respecto a asuntos sucedidos hace dos décadas. Y como no son valientes sino al parecer serviles tratan de resucitar a los muertos en base del contenido de mi libro ”Al desnudo” que resume veinte años de mis escritos de opinión publicados en diario El Telégrafo, cuando éste existía de verdad. No debería estar tan cabreado si considero que ha resucitado la venta e interés de este libro del cual se editaron 3.000 ejemplares, quedando algunos cuantos en mi bodega del ayer.

Las dictaduras populistas

¿Puede concebirse un populismo no dictatorial? Difícilmente. O al menos,
por estas tierras latinoamericanas no ha existido este fenómeno. Es que
el populismo responde a caudillismos oligárquicos que tienen expresión,
aparentemente, a través de un líder. Sin embargo, lo que siempre está
presente son intereses de grupos. Un tanto de aventura. Un tanto de pandilla.
Dan la cara como protectores
de alguna insólita redistribución del
capital productivo. Hay comisiones que reparten bonos, cargos públicos,
representaciones… Es el pago económico y social para mantener, con un
respaldo espurio, la vigencia del poder.

Ningún populismo sabe de principios. ¿Es que acaso el poder por el ´poder
los necesita? La estructura básica de todo populismo está construida
desde una ideología de la violencia. No hay otra opción. La expresión
populista, conceptual y práctica, no es más que la extensión del instinto
de la supervivencia primaria. Y así, tal cual es, así apela a su clientela de
seguidores. La relación populista de masas es, netamente, estomacal. Con
cualquier tipo de populismo el logro máximo no pasa de la conciencia
intestinal. De ninguna manera avanza este objetivo ni al umbral de
una conciencia social, pese a casi siempre justificarse con la oferta de
satisfacciones a las típicas necesidades vitales.

3 comentarios

  1. Estimada Diana, lo que usted dice es como pedir peras al olmo. Soy muy escéptico pues de lo que se ve y oye como dice el Ec.Herrera en El Comerc
    io, la partitura ya está escrita lo único que cambia es el director

  2. Ni peras ni olmos, más encaja: «La misma mierda y las mismas moscas»,. La prioridad de Moreno será cuidarse de que Jorge Glas (hijo), no lo tumbe…

  3. Dr. Gómez:

    Mire usted como aquí se comenta, el lenguaje florido que se utiliza, acaso esto es moderación?

    Libertad de opinión es una cosa, libertinaje y pobreza de espíritu es otra.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×