Luego de escuchar a varias personas manifestar las razones por las que votarían, me atrevo a describir las diferentes motivaciones y tipos de votación que podría tener una buena parte del electorado. Votación por conveniencia: pasa cuando estás en la teta y de ninguna manera quieres soltarla.
Votación visceral: esta mueve al elector a votar con ira, rechazo, desprecio, tratando mediante el voto de tomar venganza y castigar a sus opresores. Votación cerebral: el elector, luego de haber analizado fríamente las propuestas electorales, escoge su candidato convencido de que es lo mejor para el país.
Votación solidaria: esta es más una elección lastimera, donde el votante entrega su decisión por pena o lástima, es decir identifica y relaciona a su candidato con una posición débil, elevándolo al nivel de víctima.
Votación novelera: aquí es donde se mueven sentimientos de novedad, identificación con el personaje, admiración por lo que hace o por último, que en vista de que los amigos votarán por él, debe ser un buen candidato.
Votación sentimental: considero que aquí pesarán los recuerdos asociados a determinado candidato que quizás en algún momento de sus vidas los entretuvo y sacó una que otra sonrisa, acompañada de su respectivo premio.
Votación ideológica: estos electores votan por el candidato del partido y como sus fieles seguidores, lo hacen a sabiendas de que no tienen ninguna posibilidad de ganar.
Votación de última hora y con ayuda: normalmente esta ocurre en la fila de la junta electoral y la decisión se toma preguntando al de adelante y al de atrás, para entonces, con un debate relámpago definir su voto.
Votación por el segundo: si el candidato que va primero de acuerdo a las encuestas no los convence, entonces muchos deciden votar por el que va segundo; de esta manera sienten que no están desperdiciando el voto, piensan que así lograrán contrapesar la balanza para que haya segunda vuelta, donde ahí sí una gran parte se aglutinará y votará a favor del que quede segundo en la primera vuelta, para destronar al preliminar ganador que no convence a muchos.