26 abril, 2024

¡Los contraejemplos!

Desde la vertiente constructivista cognitiva, y refiriéndonos a la metodología basada en procesos, Margarita Amestoy de Sánchez –la eximia educadora venezolana que tanto bien hizo al Ecuador y al mundo con sus investigaciones- acostumbraba a decirnos a sus alumnos que los aprendizajes que se dan en todo proceso educativo escolarizado y no escolarizado pueden ser adquiridos a través de los ejemplos y… ¡de los contraejemplos!.

Recordemos la educación otrora y la sabiduría implícita en el mensaje de los abuelos cuando nos exponían a “razonables” peligros de forma tal que pudiésemos aprender a manejarnos en la vida… ¿no era acaso ponernos en el camino de los “contraejemplos”?

Al momento se me viene a la memoria lo que ocurre con el tema de ciertas “vacunas” usadas por los médicos para enfrentar diversas patologías. En el caso de la mortal “rabia”, la inoculación de una vacuna (virus vivos pero atenuados) luego de la exposición al contagio, garantiza una especie de “contraejemplo” al sistema inmunológico, de manera que el exponernos a un virus “bueno”, prepara al cuerpo para combatir al “malo” en el momento de que éste intenta subir al sistema nervioso. En este caso el contraejemplo ayuda al organismo a “aprender” para la ulterior defensa corporal y… ¡salva vidas!

En el plano netamente educativo, efectivamente, los investigadores esbozan sus hipótesis –suposiciones que requieren ser verificadas- identificando las probables características esenciales de los objetos, seres vivos o situaciones inmersas en el proceso investigativo. Una vez señaladas las hipótesis, los contraejemplos nos sirven para descartar una a una las no coincidentes, hasta llegar a plantearnos una que indique el derrotero por el cual hay que transitar. Así debe haberlo hecho Gregorio Mendel con sus famosos experimentos con alverjillas de jardín y su determinación de la existencia de lo que hoy llamamos caracteres dominantes y recesivos en Genética –vale recordar sus primeros experimentos-.

Los contraejemplos pueden y deben plantearse para la consecución de varios objetivos educativos, por ejemplo, y como se usa en el proceso denominado “planteamiento y verificación de hipótesis” de los libros de Margarita, para determinar lo que no es y por tanto para certificar lo que es.

Así pues se identifica la hipótesis correcta como paso indispensable en el método científico. En algunas universidades los estudiantes antes de ver la asignatura de investigación deben hacer un curso de procesos básicos del pensamiento, tomándose como requisito previo. Más adelante en los estudios universitarios de cualquier carrera el alumno tendrá que plantearse hipótesis y usar variables para investigaciones de mercado, evaluaciones de personal, estadística, comunicación social, etc, etc.

Otra importante utilidad de usar contraejemplos en el aula, podría ser el plantear a los niños, niñas y jóvenes, ejercicios que contengan errores de manera que los chicos se acostumbren a identificarlos y corregirlos constantemente. Esta es una estrategia didáctica que los buenos educadores usan para trabajar en aprendizajes por ejemplo de las Matemáticas, Contabilidad, Lenguaje, etc. Es sugerible hacer de vez en cuando “un taller de corrección de problemas” o tal vez “un taller para elaboración de problemas matemáticos”. La riqueza de los contraejemplos no se la explota en toda su magnitud pues se insiste tan solo en los ejemplos. En los centros de educación superior el uso de la “casuística” puede enriquecerse al incluir contraejemplos y el estudio de la manera de corregirlos.

Concluyo además insistiendo que hasta para la cotidianidad vale la pena pensar que la propia memoria utiliza “recordatorios” que tienen que ver con los contraejemplos que siempre estamos captando del entorno. De allí la propuesta y el valor que le doy al tema. Ojalá que pueda de alguna manera ayudarlo a usted estimado lector a pensar en otras posibilidades que enriquezcan sus propios aprendizajes y el de los menores, por supuesto…

Artículos relacionados

Sobre el espacio público

“Deficiente uso de espacios públicos para la cultura” reza el titular del diario EL UNIVERSO del domingo 4 de Julio del 2010. No está alejado de la realidad. Pero y tampoco explica el porqué del no-uso de los mencionados espacios por parte de los usuarios citadinos.

Los entrevistados basan el poco uso en la falta o la limitación de los presupuestos de sus respectivas Instituciones. Cierto, muy cierto, desde su punto de vista. Aún se piensa que son las Instituciones Urbanas, Municipales o Gubernamentales, quienes a través de sus presupuestos logren activar una “cultura popular”. Visto así, no existe presupuesto que alcance.

No hay comentarios

  1. ME PARECIO QUE ES NECESARIO CUBRIR CON ESTE ASPECTO EN LA DINAMICA DE MAESTRO- ALUMNO OSEA ENSEÑANZA APRENDIZAJE YA QUE NOS BRINDA UN MEJOR ACERCAMIENTO A LA VERDADERA CIENCIA Y QUE CONSIDERO LLEGA A FORMAR PARTE DEL APRNDIZAJE SIGNIFICATIVO

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×