30 abril, 2024

Si eres parte de una organización sin fines de lucro, estos datos te interesan

Hoy les quiero compartir un checklist básico que toda organización sin fines de lucro debería considerar:

  1. Contar con un panorama legal claro: ¿la organización es una fundación o una asociación civil? Tener consultas con un abogado o abogada para estar en sintonía con los temas legales. 
  2. Armar un equipo sólido, definir roles. Contar con buenas practicas para la gestión del talento humano. Es muy importante que todos en el equipo conozcan a profundidad los para qué y los porqué de la institución. 
  3. Tener clara la visión (lo que aspira la organización para el futuro, lo que quiere lograr. el «ideal») y la misión (qué se hace para cumplir con la visión) de la organización. 
  4. Realizar un plan a largo plazo: plantear objetivos y metas para el presente y para el futuro. Pensar desde “el aquíi” hasta como se ven como organizacion en 5 años. 
  5. Plan de captación de fondos: de la mano del punto anterior, analizar y proponer un programa estratégico para poder llevar a cabo los proyectos, considerar qué tipos de proyectos se llevarán a cabo para recolectar fondos. Existen varias formas para ser sostenibles económicamente, algunas de estas fuentes son: donaciones individuales, grandes donaciones, eventos de recolección, venta de servicios, entre otros. 
  6. Tener una forma estrategia de medir el impacto: con indicadores que vayan de la mano con los objetivos planteados. 
  7. Comunicar: elegir qué medio se usará para comunicar lo que se hace: desde una página web, hasta salir en medios tradicionales. Asimismo, considerar las múltiples opciones que existen para difundir información en redes sociales. Comunicar es importante porque, por un lado es una forma de ser transparentes con la sociedad (beneficiarios, donantes, equipo, etc.) y, por otro lado, es una via para conseguir fondos, compartir informacion, sumar personas al equipo, mostrar el impacto, entre otros. 
  8. Evaluar posibles riesgos de la organización: identificar los riesgos como punto de partida. Luego, analizarlos y desarrollar estrategias para prevenirlos. 

Hay algunos tips más, pero queria proporcionarles los que creo que pueden llegar a ser los más relevantes, espero les sean útiles. 


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El verdadero rostro de la oposición

Comenzábamos a maldecir la sinrazón de todo lo que acontecía. Un cuarto de siglo había transcurrido desde la reinstauración de la democracia y nuestro desarrollo seguía incipiente . El peso de los intereses privados resultaba ominoso y el anhelado despegue económico se enervaba pese a los esfuerzos de gente emprendedora que ponía el lomo al sol con una visión obviamente individualista pero generadora de riqueza. La ayuda estatal a la inversión privada y la inversión estatal misma en el área social, pese a los discursos en contrario, eran tremendamente deficitarios. Se requería, pues, de un cambio. Un cambio en democracia, con el pragmatismo y el tesón necesarios que no puedan confundirse con demagogia barata ni con terquedades de mula. Había una democracia raquítica que despedía a sus Presidentes al exilio , pero en la que , sin embargo, gozábamos de libertad de expresión y de información, que daban fluidez a la libertad de acción, así como la convicción de ser titulares plenos de nuestros derechos civiles. Repudiábamos ,aunque con pasividad, el predominio egoísta de las oligarquías representadas por grupos de presión que crecían en el ámbito financiero, político, sindicalista y militar, entre otros, así como a la cortesanía capitalina que se iba adueñando paulatinamente de todo el gran espectro económico nacional. Pero, a pesar de este reprochable “sistema”, nos sentíamos libres y creyentes de un destino forjable con nuestra capacidad y eficiencia.

Y llegó Correa, el Mesías, con sus encendidas proclamas moralizadoras y grandes planes de inversión social, sintonizando con el malestar nacional. Las esperanzas se volcaron en él, atraídos por sus cantos de sirena. En cuanto a mí, su agresividad e intemperancia, unidas a sus desatinadas e innecesarias alusiones hirientes a todos cuantos no comulgaban con sus ideas, me hicieron prever el peligro que significaba lo pueril y lo efervescente gobernando una Nación. Pero me uní, íntimamente, a la esperanza de los demás. Y la nueva y triste historia del Ecuador comenzó…

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