28 abril, 2024

Los miserables (Parte 1)

Aclaro con énfasis, que el titulo y/o los contenidos de este artículo, no guardan similitud alguna con los contenidos de la famosa y emblemática obra de Víctor Hugo: “Los Miserables”, aunque circunstancialmente la conducta vil, artera y perversa de quienes me inspiraron a escribirlo, esté matizada de un trasfondo lesivo al ser humano

Juro ante Dios que me hago absoluto responsable de cada una de mis expresiones en el presente artículo.

“Los hombres siempre están dispuestos a hacer instituciones de la miseria, inseparables de la propia existencia humana” (Arthur Schopenhauer)

La vida humana, desde la era de la creación, fue, es y será considerada, per se, como el más grande atributo y univoco principio de los derechos de la humanidad. No existe razón o circunstancia alguna para ser materia, mientras no tengas vida.

Es decir que, bajo toda circunstancia, este principio está cobijado y blindado, a fin de precautelar, proteger y garantizar la inviolabilidad de la vida desde su concepción, tal cual lo demandan nuestros principios y valores Cristianos, tal cual lo demandan nuestra constitución y leyes conexas; a pesar de que al respecto, me reservo el derecho a opinar que dentro del articulado de la actual constitución, se esconde en ella cierto sesgo abortista. 

“El mas vil depredador del hombre, es aquel perverso y artero sujeto, que actúa como un lobo disfrazado de oveja” (Raúl Ramírez)

MI DENUNCIA PUBLICA.- Son casi más de 3 décadas que estoy activando en una incansable lucha contra el más aborrecible y cruel de los crímenes, tal cual es el aborto; prácticamente legislado ahora en nuestro país como “UN DERECHO”, sumado a esto sus tenebrosas derivaciones (venta de órganos del nasciturus asesinado, perdida de la patria potestad de los padres, perdida de la objeción de conciencia de los médicos, etc). 

Lo vengo haciendo desde diferentes espacios y con frontal rechazo a toda manifestación que contradiga tales principios, sean que estos provengan desde cualquier intencionalidad y/o sean estos ejecutados de parte de quien o de quienes lo pretendan.

He visto y he confirmado, desde lejos y de cerca, la conducta procaz de muchos sujetos que se autodenominan “ProVidas”, a quienes conozco perfectamente bien, con nombres y apellidos e instituciones a las que representan, así como la actividad a través de la cual se mueven. Su conducta y vil traición, son los infaltables ingredientes en cada uno de sus actos. 

Su emblemática y perversa estrategia, valiéndose del nombre de DIOS PADRE, es una especie de muletilla para hacerle creer al otro que “El católico es el único instrumento humano capaz de reivindicar los valores relacionados con el respeto a la vida desde la concepción”. 

Su vileza y su miserable accionar al parapetarse tras los principios religiosos, su enfermizo afán de figurar y ser protagónico cínico de determinadas jornadas, su afán de buscar oportunidades políticas y/o aprovecharse de las mismas, así como su incansable búsqueda por obtener beneficios económicos para si, todo aquello está por encima de los principios que dicen representar.

Con el artero apoyo de estos grupúsculos, el 27 de abril del 2022 se aprobó en la asamblea, y por intermedio del VETO PARCIAL PRESIDENCIAL, la infame “Ley Orgánica que garantiza la interrupción libre del embarazo en casos de violación a niñas, adolescentes y mujeres en casos de violación”, así como la reciente resolución de la Corte Constitucional del 2 de septiembre del 2023, a través de la cual la CC otorgó medidas cautelares a una supuesta acción de inconstitucionalidad, cuyos textos mandatorios, en ambos casos, desgarran la vida de seres inocentes e indefensos dentro del vientre materno, equivaliendo aquello a la destrucción total de la familia.

Estimado lector y dilecto conciudadano, no resultará nada extraño ver seguramente a toda esta plaga de gusanos putrefactos, sepulcros blanqueados, creando hipócritamente falsos contenidos, ahora mismo, en vísperas de la Navidad. Lo veremos…seguro estoy…

Continuará…….

Artículos relacionados

2 comentarios

  1. Al aprobar estas leyes carentes de toda humanidad, permitiendo legalizar el asesinato de un ser humano no nacido, no se toma en cuenta un factor muy importante.
    Pretendiendo dar solución a la mujer que ha sido violada y que llevará en su psiquis ese trauma hasta el fin de sus días, se suma el trauma de haber matado a su propio hijo, pues tarde o temprano, así lo reconocerá.
    En lugar de convertir al país en máquina de asesinar, esas mujeres, no importa la edad que tengan, deben ser acompañadas en su embarazo, garantizándoles que si una vez nacido su hijo no lo quieren, se buscará darlo en adopción a una familia adecuada.
    Para esto, se necesita una legislatura clara y contundente para que la adopción no se vuelva un negocio en detrimento de la calidad de vida que puede tener el niño.

    1. Muy acertados y oportunos comentarios, Dña. Margarita. Lamentablemente este grave problema, algunos actores, repletos de infamia, continúan manejandolo acorde sus perversos intereses, sin observar siquiera que la victima potencial; por su naturaleza, es un ser humano indefenso, y quien decide vulnerar cruelmente sus derechos, no razona que lo que está haciendo, es precisamente derramar violenta y grotescanente la sangre de su propia sangre.
      Agradezco los nobles contenidos de su análisis. Saludos cordiales, Raul Ramírez

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

×