28 abril, 2024

Reseteando la economía ecuatoriana

El termino resetear está relacionado al acto de apagar y volver a prender la computadora. Esa acción de resetear la aplicamos cada vez que la computadora se inhibe; en otras palabras, si el ordenador no funciona porque el procesador del mismo fue recargado de ordenes o pedidos del usuario, empezamos de nuevo con el reseteo.  

Lo mismo hay que hacer con la economía ecuatoriana: resetearla para salir del letargo y estancamiento. Pero esto no se logra haciendo siempre lo mismo o siguiendo un “ordenamiento” que no funciona para el crecimiento, empleo y bienestar de los ciudadanos. 

El futuro ministro de economía del presidente Noboa tiene la oportunidad de resetear la economía en año y medio mientras se reordena la política al mismo tiempo que se avanza para la reelección del presidente Noboa. Pues, el éxito económico con incremento en el empleo y seguridad de los ciudadanos llevará a Daniel Noboa a una reelección inminente.

El presidente Noboa con sus propuestas económicas debe “patear el tablero” de los recetarios de siempre recomendados por el Fondo Monetario Internacional (FMI) que, sin ser incorrectos, se van por el sendero del facilismo; esto es, ajustar las cuentas fiscales por el lado de los ingresos incrementando la carga impositiva a la población.  Estos ajustes tienen un costo político muy grande y de estancamiento porque se le quita el efectivo al ciudadano para beneficio administrativo de la clase privilegiada: el burócrata.

Todo cambio no tradicional a los recetarios de siempre tiene una férrea oposición del burócrata y del representante del FMI. Es importante que se haga una propuesta global de todos los sectores productivos para que se active el crecimiento económico, teniendo en cuenta la generación de empleo y el mejoramiento del estándar de vida de los ciudadanos cuya finalidad sería la aceptación de los organismos internacionales como el FMI y Banco Mundial dado que, sea muy probable que el país caiga en cesación de pagos en los próximos vencimientos, con los cambios que se propongan.

Ejemplo, si queremos dinamizar la economía tendrá que haber una rebaja de impuestos de inmediato muy significativa. En compensación a dicha rebaja de impuestos, se tuviera que tomar medidas necesarias como la eliminación de subsidios a los combustibles sumado a otro rosario de medidas compensatorias; de esa manera, la afectación al presupuesto habría que calcularlo y renegociar con acreedores del estado, si así se lo requiera.

El país no puede seguir estancado económicamente, sin crecer, sin empleo adecuado, con falencias en la salud, educación, etc., porque el costo político es sumamente elevado y necesitamos estabilidad de más largo plazo con políticas duraderas que sean pragmáticas y no dogmáticas. 

Me explico, a través de los tiempos, las ciencias económicas han demostrado que la competencia entre actores de la economía es indispensable para lograr productos de buena calidad a menores precios para que el consumidor elija siempre y cuando no haya interferencia del estado.  Cada vez que el estado interviene con: controles de precios, aranceles a las importaciones, tasas impositivas, exceso de regulaciones, etc., atenta contra la libre oferta de productos afectando el precio final de venta, y por ende, al ciudadano consumidor. En otras palabras, si pagamos aranceles por maquinarias e insumos agrícolas y pesqueros es indudable que los pescadores y agricultores pagarían mayores costos por sus importaciones y ese costo se trasladaría al consumidor. 

Lo mismo pasa con los servicios bancarios. La falta de competencia con la banca internacional más el exceso de normativas que impiden al banquero a tomar riesgos, encarece el flujo de dinero. La tasa de interés es alta en el país, porque no hay oferta de capitales a falta de liberación económica, más no por riesgo país como nos quieren hacer creer.

El gobierno por estrenarse tiene la oportunidad de hacer cambios sustanciales de libertad que dinamice la actividad económica al mismo tiempo de hacer cambios medulares de orientación en empresas públicas de servicios y de petróleo. Estamos a tiempo.



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3 comentarios

  1. De acuerdo Bruno,, no hay otra manera, quitar impuestos y quitar subsidios, también hay que ver si aguanta políticamente, puede ser peligroso, por los indígenas, talvez focalizando
    Saludos

  2. «No hay peor ciego que aquel que no quiere ver».

    La forma de gobernabilidad de los últimos 23 años han fracasado en su totalidad, salvo el gobierno de Lucio Gutiérrez que fue el que menos se endeudó, redujo la deuda externa, generó plazas de empleo, recupero lo robado por
    los banqueros a quienes también los metió a la cárcel, valiente accionar que molesto a aquellos políticos cuyo único accionar es generar pobreza, miseria, desempleo, migración entre otros males que para ellos es el mejor negocio.

    Como tú bien dices querido Bruno, si aquí no tenemos una banca competitiva que permita bajar los intereses para que nuestros sectores productivos progresen y estén a la altura de nuestros vecinos, ten la seguridad qué en corto tiempo nuestra producción seguirá decayendo; en cuanto a la participación de la empresa privada en alianza con la empresa pública es fundamental, en tanto y cuánto los acuerdos sean totalmente transparentes, caso contrario son negociados en perjuicio a la economía de los ecuatorianos.

    La tarea es muy dura para el próximo presidente, ojalá no nos resulte una decepción más, como la que nos causó el actual presidente Guillermo Lasso Mendoza quien deja la mesa quebrada, apolillada y muy difícil de restaurarla, con unas políticas de estado inexistentes, por lo tanto nuestro ECUADOR debe ser reconstruidos desde los cimientos, impulsando una campaña de valores éticos, morales, civicos y patrióticos, porque aquel que no ama la patria y en su accionar no es correcto, siempre va a estar gobernado por crápulas, ratas y antipatrias.

    Alfonso Ortiz Cobo
    ACTIVISTA DDHH

  3. La economía ecuatoriana tiene que mirarse al espejo. No hay espacio para subsidios de combustibles. Principio de Arquímedes, o flotas, o te hundes.

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