3 mayo, 2024

Lo que amo

Amo escribir, leer, descubrir, crear, reflexionar.

Me hacen sentir yo. 

Amo ese encuentro donde puedo volcar por escrito mis pensamientos. Donde se unen la mente y la mano que escribe obedientemente.

Amo ese instante, ese momento único donde por un rato me siento plena.

Por un lapso breve de tiempo puedo interpretar mi voz interior, puedo callar mis miedos y preocupaciones e interceptar una frecuencia superior.

Amo ese espacio personal donde no hay ruidos, no hay distracciones, donde las letras se amontonan ordenadamente fluyendo en armonía, vaciando mi alma en palabras que a su vez me dejan una sensación de paz. 

Amo la quietud que me genera el expresar con sinceridad todo lo que mi mente contiene, lo que mi corazón acumula y de alguna manera puja por salir. 

Amo la tranquilidad de un domingo.

Amo estar acostada al lado de mi hija mientras me abraza y leemos juntas. 

Amo escuchar que mis hijos juegan, toman mate y se ríen en la cocina.

Amo la rutina diaria ya que me da seguridad y me hace valorar el tener todo lo que tengo.

Amo el tener un objetivo claro hacia donde ir. Aunque no sea fácil, me da propósito y me motiva a vivir. 

Amo los lugares con poca gente, donde puedo escuchar al otro sin esfuerzo, donde no me aturde la música, donde salgo de la locura de la ciudad, las corridas y el trajín. Y disfruto de la naturaleza.

Amo comer sano casi siempre y amo comer cualquier cosa cada tanto.

Amo cocinar con tiempo, sin apuros. 

Amo dormir bien, abrazar a mi marido y saber que somos uno. 

Amo darme cuenta que las veces que me tocó sufrir fueron escalones para crecer y aprender. Las veces que lloré tanto me enseñaron a ponerme en el lugar del otro y saber que somos todos iguales. Que todos tenemos el mismo final, que somos polvo. Que nada nos llevamos, sólo lo que damos. 

Amo los días viernes, que me generan un entusiasmo especial ya que estamos todos en familia, teniendo más tiempo unos con otros.

Amo charlar con mis amigas, amo andar descalza en la cocina, amo la gente sencilla. 

Amo descubrir a Dios en mi propia debilidad y pobreza. Es su lugar preferido donde logra tocar mi interior y transformar el dolor en algo extremadamente superior. 

Amo tantas cosas que podría seguir anotando, pero dejo esta carta abierta para que otro siga escribiendo todo lo que ama y pueda percatarse al hacerlo de cuantas vivencias inadvertidas son las que en verdad importan y nos hacen percibir la esencia de nuestra existencia. 


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3 comentarios

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