5 diciembre, 2024

¿Qué es el amor?

Mucho se discute si el amor es un sentimiento, o un acto volitivo, es decir, una decisión que se toma y punto. La pregunta, a mi modo de ver, es más bien si el amor es algo inanimado, o es un ser vivo.

¿Existe el amor a primera vista? Creo que todos hemos tenido en algún momento, la magia de conocer a alguien, que en verdad nos atrajo, ya sea por su aspecto, su belleza, su forma de trato, su voz, o por sentir una afinidad con su forma de ser, o cualquier otra característica personal.

A mi modo de ver el amor es un gusanito que, al conocer a una persona y tratarla, se inserta en nuestro corazón. En cada relación que tenemos, el vínculo del afecto, se manifiesta por el tipo de gusanito que entra en nosotros. A veces el gusanito que se mete es el de la amistad, no el del amor,  a veces es el de la indiferencia, o algún otro y así vemos casos de relaciones en las que una persona está perdidamente enamorada de otra, pero no es correspondida en igual forma. Hay ocasiones en que uno se infecta con el gusanito del amor y el otro se puede haber infectado con el de la amistad o algún otro, ya que al haber varios tipos de gusanitos, de los que el del amor es sólo uno de ellos, la infección se puede dar con el del amor, o con otro. Hay gusanitos que permiten que entren los gusanitos de otras personas, como los de la amistad. Generalmente, cuando una persona está infectada con el gusanito del amor, queda inmune a otra infección similar, con otra persona.

Aquí viene lo realmente importante. Cuando 2 personas son infectadas con el gusanito del amor, todo se vuelve un idilio maravilloso. Generalmente contraen matrimonio y pasan a formar una familia. Si usted quiere conservar la maravilla del idilio y ser plenamente feliz, no puede nunca olvidar que ese gusanito, como todos los seres vivientes, necesita ser alimentado. Este gusanito necesita comer a toda hora. ¿Su dieta? Buen trato, trato dulce, cariño, caricias, ceder, dar prioridad, compañía, gustos, regalos, buscando siempre la alegría y la felicidad de la pareja. 

El ser humano y todos los vivientes necesitamos alimentarnos y el bichito del amor, no es la excepción y no debemos olvidar que al formar un hogar, ya no es un bichito al que hay que alimentar, sino dos y es necesario que cada uno alimente al bicho que le corresponde. Cuando el bichito está débil, es factible que esa persona pueda tener una infección con el de otra persona y entonces vienen con el “ya no te quiero”, “deseo divorciarme” y tantas sandeces más, para justificar al bichito desnutrido, que en algunas ocasiones son los dos, ya que, al no alimentar la pareja al bicho mío, en muchas ocasiones pierdo el horario y yo tampoco alimento al que yo debo alimentar.

El amor no es sólo un sentimiento. Los sentimientos son como los sueños y hay personas que prefieren pasar dormidas y soñando, que vivir en la realidad. Sentimientos tenemos todos y de todas clases, no por eso puedo mantener un hogar, ya que en el hogar somos hombre, mujer e hijos. El amor no es una decisión, puedo decidir amar y luchar contra viento y marea, para conservar un matrimonio, pero igual, se necesitan dos, y una vida contracorriente siempre va a terminar mal.

La base para la felicidad es el respeto, el diálogo con empatía, saber ceder y pensar siempre en la felicidad que podemos darle  nuestra pareja. Los resentimientos, las susceptibilidades, los gritos, los mal genios, son enemigos que pueden enfermar al gusanito… y hasta matarlo.

 Recuerdo una situación vivida que puede servir de ejemplo: En una discusión que tuve en mi hogar, yo tuve la razón (cosa rara), y me sirvió para sacarle en cara a mi mujer, que yo había tenido la razón. Mi esposa murió unos meses después y cada vez que pienso en ello, me siento más miserable. ¡Cuán feliz hubiera sido, si yo hubiera cedido, teniendo la razón, al hacerla feliz! No alimenté el gusanito, cuando tenía la obligación de hacerlo.

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