27 abril, 2024

Nochebuena y Navidad

Son las celebraciones más importantes de la cristiandad. Se recuerda el nacimiento de Jesús el rededor.

La Nochebuena debe ser la ocasión para que las familias se reúnan en torno al nacimiento o el árbol navideño, dejando de lado diferencias para dar paso a la reconciliación, la paz y el amor que      deberían estar siempre presente en los corazones de las personas

Cuando escuchemos el reír de un niño.  El consejo y el abrazo sincero de un amigo, recordemos los momentos de amor y paz que nos trae la navidad.

Que se sienta presente cuando trabajemos por los demás desinteresadamente, así como cuando busquemos una mejor sociedad no solo para nosotros sino para todos los que nos rodean.

Entonces, y solo entonces, descubriremos que la NAVIDAD no es el árbol o el nacimiento que adornamos en casa, ni los regalos que intercambiamos, como tampoco las fiestas desenfrenadas a las que asistimos, sino el calor y el amor que otorguemos a las personas, así como la generosidad de compartir la esperanza de seguir adelante.

Que esta Nochebuena y Navidad, sirva para que los ecuatorianos depongamos las diferencias que nos alejan. Las divisiones que se han fomentado por parte de quienes tienen en sus manos la conducción del país. Que sean tiempos de reflexión e intercambio de ideas para proyectar el futuro que queremos para nuestros hijos y familiares.

Que la NAVIDAD sea la fecha de la ALEGRIA y el AMOR. Que la recibamos llenos de sueños y sentimientos positivos. Que sea el vínculo que nos hermane más hoy que tanta falta nos hace.

Que el Todopoderoso nos otorgue la serenidad para afrontar los momentos difíciles que la vida nos depare.

FELIZ NAVIDAD  

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Centrados en el amor

El padre Timothy Radcliffe OP, fue superior mundial de los padres dominicos, 1992-2001. Hoy es un gran escritor y conferencista muy preocupado de la espiritualidad del creyente en el siglo XXI. “Estaba en su cuarto escribiendo, cuando de repente entra uno de sus hermanos jóvenes y le pregunta: “Timothy, ¿Sobre qué estás escribiendo hoy?”, Le respondió: “sobre el amor”. “AUN NO DEJAS DE INSISTIR EN TEMA TAN RANCIO”. Fue la réplica de su hermano. (T. Radcliffe, OP. “Ser cristianos en el siglo XXI”, 2012, p. 84).

No sé, si es correcta la traducción del inglés al español que usa la editorial de Sal Terrae de la versión inglesa original del 2010. Lo cierto es que acudí al DRAE y me encontré que rancio significa: “Se dice del vino y de los comestibles grasientos que con el tiempo adquieren sabor y olor más fuertes, mejorándose o echándose a perder”. Una comparación extraña, pero con mucho sentido práctico, la gente que ama, sabe mejorar su vida y la de los demás, o la echa a perder y vienen los líos que no se quedan en el laberinto de las emociones sino que invaden el cuerpo, la sique, la existencia toda, como una vida centrada en uno mismo, egocentrismo, no me aman como yo creo que los amo o en una vida descentrada de uno mismo para centrarse en el otro, el prójimo, el ideal, el sentido, el valor y es una vida feliz porque sabe amar y puede proclamar que el amor es real cuando se llega a decir es maravilloso que tú existas. Cuando se pasa el muro de la yoidad, se llega al nivel de lo humano. De este modo podremos amar bien a quienes deseamos sexualmente o amistosamente, el amor es ante todo apertura al otro como es, no como yo quiero que sea. Amar significa ver al otro en su verdad.

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