La Deportación y la Protección Diplomática

Los medios de comunicación han informado de la deportación a la cual fueron sometidos un grupo de ecuatorianos en Venezuela, a esto se suma que entre los compatriotas deportados    se encontraban dos distinguidos legisladores del país. Motivo por el cual hacemos las siguientes reflexiones:

¿Porque se puede deportar a un extranjero?  Se los puede deportar  cuando violan  las leyes migratorias de otro país o han  intervenido en política interna atacando al gobierno de ese Estado, pero ese no es el caso de la delegación ecuatoriana encabezada por la legisladora Viteri todo lo contrario de acuerdo a sus declaraciones públicas  respetaron las leyes venezolanas y que lo que molestó  al señor Maduro fue que se quieran entrevistar con la esposa de Leopoldo López como si esta entrevista fuera un pecado mortal en contra de la democracia venezolana. Por otra parte varios líderes internacionales han visitado Venezuela entrevistándose con la señora de López sin ser expulsado.

Sin embargo, la Cancillería ecuatoriana no se ha pronunciado para defender a sus compatriotas pero esta actitud lamentablemente no es nueva recordemos cuando el señor Óscar Navas Tortolero, Embajador de Venezuela nombrado por el Presidente Chávez ante el gobierno de la revolución ciudadana,   señaló   que “Guayaquil, podría convertirse en un foco separatista, como la oposición de Santa Cruz en Bolivia”, afirmó también que “ las declaraciones que efectuara en ese momento por el  alcalde Nebot eran  “irrisorias y desesperadas, consecuencia de no poder continuar administrando con sus propias manos el erario público y los fondos que producen instituciones del Estado, que deben estar al servicio de todo el pueblo ecuatoriano, sin que medie en ello su ubicación geográfica”.

Ahora bien, a pesar de la violación al Derecho Internacional, al señor Navas, Embajador de Venezuela acreditado en el Ecuador, se le permitió intervenir con sus declaraciones en nuestra política interna atacando sin fundamento a la ciudad de Guayaquil, violando así la obligación de no interferir en otro Estado como menciona claramente la Convención de Viena.

Por los motivos expuestos, y ante el misterioso silencio que tuvo el Ministerio de Relaciones Exteriores frente a esta clara violación del Embajador de Venezuela no creo que ahora cambie de actitud y actué en favor de nuestros compatriotas deportados procediendo a efectuar la protección diplomática.  

Asimismo, debemos recordar que el Ministerio de Relaciones Exteriores, por ley tiene la obligación de hacer respetar a los ecuatorianos. Mucho daño nos ha causado la falta de una clara política de Estado destinada a defender al país y los cambios repentinos de objetivos o las posiciones antagónicas, solo han deteriorado nuestra imagen internacional.

Ojalá que me equivoque y la Cancillería rectifique rumbos defendiendo a los ecuatorianos que fueron injustamente deportados.