28 abril, 2024

Y largaron…

Largada en términos deportivos es el arranque de una competencia. Esta palabra viene como anillo al dedo para anunciar el arranque de la contienda electoral en nuestro país. El presente es un año electoral y como era de esperarse los figuretis, desacuerdos y conatos de ruptura de pactos empezaron a aflorar.

Largó extraoficialmente la campaña presidencial en el Ecuador. Cada partido comienza a enfilar sus alfiles. Entre estos hay varios con candidatos definidos, por más que ellos digan que sus candidaturas se definirán en las elecciones primarias del partido. Todos sabemos que en algunos de estos partidos las primarias se hacen prácticamente con candidato único, por lo que su resultado se encuentra definido por anticipado.

En otros se han lanzado varios nombres para entre ellos, y ahí sí en primarias, definir su candidato oficial. Tenemos otros partidos que han formado grupos o coaliciones como el llamado “La Unidad”, donde algunos de sus conformantes, de manera unilateral han disparado el nombre de su candidato, como para tener al menos algo definido.

Hay mucha tela que cortar en “La Unidad”, veremos si predomina el sentido común o el egoísmo e intereses particulares.

La gran incógnita es el candidato de Alianza PAÍS. Hay mucha elucubración al respecto, rumores van y vienen. Lo que se ve de un tiempo acá es una clara y notoria exposición del vicepresidente de la República, que asiste a inauguraciones, preside ciertas sabatinas y visita frecuentemente varias comunidades del país. ¿Buscarán medir qué pasa con la preferencia electoral y así tener bases para definir al próximo candidato?

Lo cierto es que hasta el momento solo hay nombres de precandidatos, sin que ninguno de ellos, ni sus partidos o movimientos nos hayan presentado en detalle y de manera explícita sus programas de gobierno debidamente fundamentados.

Esto en Ecuador no es extraño, los partidos comienzan al revés: primero escogen nombres conocidos, sin resistencia entre los electores, para luego dedicarse a lo de fondo, que son los planes de gobierno y propuestas para lograr la transformación de nuestro país.

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No hay peor presumido que el nacido chiro.

El que no tenía donde caerse muerto y de repente consiguió dinero ajeno sin haberlo trabajado, despilfarra todo lo que puede.

Peor si ha sido resentido y por esos errores del destino, maneja dinero que no es propio y es un ególatra prepotente. Con estos antecedentes, invariablemente malgastará toda la plata que no sea la suya.

Correa es un caretuko sin vergüenza. Y digo que no tiene vergüenza, por que con el cinismo más grande del que haya hecho alarde presidente alguno, vota diariamente el dinero que es producto de nuestro esfuerzo en forma ilegítima e ilícita.

El poder de la calle

Ecuador era un país en problemas. El Ejecutivo bregaba con el Legislativo. Ambos bregaban con lo Judicial. El tribunal electoral, dependía del reparto de la partidocracia y la prensa gobernaba con los titulares. La calle era el mudo testigo de todo lo que ocurría.

Surgieron voces descontentas. No se podía gobernar por teléfono. La partidocracia debía morir para que la patria sea de todos y no de unos pocos.

Ganó P.A.I.S., el nuevo régimen no juró la constitución de la partidocracia. Las hordas “democráticas” desalojaron a la corte constitucional y de hecho implantaron la nueva corte que dio origen al cambio de timón.

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