La cuaresma comprende 40 días, desde el miércoles de ceniza hasta el jueves santo. Durante este tiempo los cristianos se preparan para lo que será el viernes, día de la muerte de Jesucristo y de la pascua que es el domingo de resurrección.
Ecuador es un país profundamente cristiano con costumbres muy arraigadas como son las procesiones o la concurrencia masiva a las iglesias para el rezo de las 14 estaciones que recuerdan el vía crucis con la pasión y muerte de Jesucristo.
La actual crisis económica se va convirtiendo en un verdadero vía crucis para el pueblo. La falta de trabajo golpea con fuerza a los hogares y ni que decir de la contracción que se experimenta en todo lo que es el comercio y ventas en general.
La fanesca plato típico que se consume para la Semana Santa, será prohibitivo para muchos. Habrá que conformarse con una dieta de agua producto de las lluvias, inundaciones que ya afectan al agro donde se pierde sembríos, animales domésticos y enseres de casa.
Mientras nos preparamos para la Semana Mayor, la Asamblea bajo el control de Alianza País aprobó con un número reducido de alza manos la reforma laboral que será letra muerta y fomentará en mayor grado el desempleo y las diferencias entre los ecuatorianos.
Se anunciaron que se pondrán más impuestos a las bebidas alcohólicas, azucaras y cigarrillos, similar golpe recibirán los Municipios y Concejos Provinciales, faltando aún el Timbre Cambiario, con el que se completara el calvario de los ecuatorianos.
Semana santa de tristeza y penurias; debería prevalecer el perdón y la reconciliación, arrepintiéndose de la corrupción que está a la orden del día y, dejando de lado el rencor que albergan en su corazón. Ya basta de pasarle la factura por la incapacidad al pueblo.
