29 abril, 2024

¡Feliz Divorcio!

Este 25 de julio mi ciudad se vestirá de fiesta, pintada de blanco y celeste, los colores de mi bandera, la que sin duda muchos tenemos tatuada en el corazón.

Ser guayaquileño es un privilegio que millones tenemos y vivir en esta ciudad también lo es, con su clima siempre tropical, sus mujeres lindas -rubias y morenas, «tierra de las bellas palmeras, de cristalinos ríos y de paisaje ideal», como dice la canción.

Lo que no resultaba ideal, era que las mujeres esperasen tanto tiempo para divorciarse, pues los juzgados colapsados de procesos frustraban amargamente la ilusión que muchas tienen de acceder a su derecho fundamental a la libertad.

Felizmente, el Código Orgánico General de Procesos entró en vigencia con la novedad de los «procedimientos voluntarios», donde parte de los trámites asignados a este ámbito son el «divorcio o terminación de unión de hecho por mutuo consentimiento, siempre que haya hijos dependientes.»

El nuevo trámite se dice que será expedito, rapidísimo y no se esperará una eternidad cuando ambas partes ya han tomado la decisión de separarse definitivamente.

Según estadísticas del INEC, los divorcios en 2014 aumentaron considerablemente frente a los de 2013 y de seguro con estos divorcios exprés, el 2015 será un bombazo, más aún cuando aquellos caballeros en que ya la nieve comienza a caer sobre su sien, salen en busca de primaverales conquistas, olvidando su otoño en casa.

Tanto desespera a algunas el hecho de no poder tener rápidamente su libertad, que cuando la adquieren celebran con fiestas de «Feliz divorcio», torta y monigotes, «declarando su liberación oficial con música y champán», a decir de un interesante y revelador reportaje de Diario Expreso, que afirma que «a la hora de declarar su liberación, nadie escatima gastos».

Existen suficientes razones para vivir en la Perla del Pacífico, en el Guayaquil de mis amores, tierra de los juicios de divorcio exprés y de las nuevas tendencias en fiestas de «Feliz divorcio»

¡Felices fiestas julianas!

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